En la
tradicional entrevista política en ocasión de la fiesta nacional de Francia,
el presidente Francois Hollande negó que Israel tenga la bomba
atómica. Sin embargo, el Estado hebreo posee entre 80 y
400 ojivas nucleares e incluso ha utilizado bombas de neutrones
contra poblaciones civiles. ¿Será que Hollande realmente ignora
lo que todo el mundo sabe –en cuyo caso sería simplemente
incapaz de hacer frente a sus responsabilidades como jefe de las fuerzas
armadas de Francia y del arsenal nuclear de ese país– o simplemente dio una
muestra de mala fe, llegando al extremo de insultar con ello
la inteligencia de sus conciudadanos?
Red Voltaire | Damasco (Siria) | 17 de julio de 2015
El 20 de
mayo de 2015, Israel, que está participando en los bombardeos de la llamada
Fuerza Común Árabe, utilizó una bomba de neutrones en Yemen. Se trata
de una bomba nuclear táctica que mata todo ser viviente sin destruir la
infraestructura.
La
tradicional entrevista del presidente de la República Francesa, en ocasión de
la fiesta nacional del 14 de julio, dio este año a Francois Hollande la
oportunidad de proferir todo tipo de declaraciones, tan indecentes como
descabelladas.
Pero sólo
quiero llamar la atención de los lectores sobre su respuesta a una pregunta de
la presentadora Claire Chazal sobre el acuerdo del grupo 5+1 con Irán:
«Francia
estuvo muy firme en esa negociación y Laurent Fabius la condujo con mucho
rigor y firmeza.
¿Cuál era mi preocupación? Evitar la proliferación nuclear. ¿Qué quiere decir
“la proliferación nuclear”? Quiere decir que Irán pudiese tener acceso al arma
nuclear. Si Irán obtuviese el arma nuclear, Arabia Saudita, Israel, otros
países también querrían obtener el arma nuclear. Sería un riesgo para el mundo
entero. Así que había que impedir que Irán pudiese tener acceso al arma nuclear.» [1]
O sea, según
el presidente Hollande, jefe de las fuerzas armadas de Francia y por consiguiente
comandante de la fuerza nuclear francesa, Israel no tiene armas nucleares.
Sin embargo,
todo el mundo sabe que Israel es una de las 4 potencias nucleares que
no han firmado el Tratado de No Proliferación, caso en el que también
se encuentran la India, Pakistán y la República Democrática de Corea.
Fue en 1956
cuando el entonces primer ministro de Francia, Guy Mollet, predecesor de
Francois Hollande a la cabeza del Partido Socialista, organizó la transferencia
de tecnología nuclear de Francia a Israel. Para ello, incluso dio a Shimon
Peres –el futuro presidente de Israel– una oficina en el palacio Matignon,
la sede del jefe de gobierno francés, para que pudiera supervisar de cerca
dicha transferencia de tecnología. Francia construyó la instalación nuclear de
Dimona, en el desierto de Neguev, instalación de la que el mismo Shimon Peres
se convirtió en director. Israel participó también en los experimentos
nucleares de Francia en el desierto argelino. Partidario de la colonización,
Guy Mollet se apoyó en Israel para luchar contra el FLN argelino y hacer la
guerra en Egipto, en la llamada «crisis» del Canal de Suez.
Aquella
colaboración se deterioró bajo el mandato del presidente Charles De Gaulle
y se terminó al mismo tiempo que la colonización de Argelia.
En 1967, cuando Israel atacó a sus vecinos árabes (teoría de la «guerra
preventiva»), Egipto, Jordania y Siria, De Gaulle rompió las
relaciones con Israel. Varios días más tarde, Estados Unidos firmaba
con Israel un acuerdo secreto que autorizaba el Estado hebreo a poseer la bomba
atómica… con la condición de que no lo anunciara públicamente y
de que no hiciese nuevos experimentos.
Israel
prosiguió sus investigaciones con ayuda de los británicos, al principio,
que le proporcionaron fundamentalmente el combustible nuclear listo para
su uso. Posteriormente, a partir de 1975, fue el régimen sudafricano
del apartheid quien contribuyó a la continuación de
las investigaciones nucleares israelíes. Israel participó fundamentalmente
en las explosiones nucleares experimentales sudafricanas, principalmente
en 1979, en el Océano Índico, sin que Estados Unidos considerase
por ello que Tel Aviv violaba su acuerdo con Washington.
Israel posee
actualmente entre 80 y 400 ojivas nucleares y un gran número de bombas de neutrones.
Un
científico israelí contrario al régimen del apartheid, Mordechai Vanunu, reveló
al mundo la existencia del programa nuclear militar de Israel,
en 1986, en el Sunday Times [2]. Después de las revelaciones, el Mossad
secuestró a Vanunu en Roma y lo trasladó ilegalmente a Israel,
donde lo mantuvo incomunicado durante 18 años. Liberado en 2004,
pero bajo arresto domiciliario, Vanunu concedió a nuestra colega Silvia Cattori
una entrevista para la Red Voltaire… y de inmediato volvió a
ser encarcelado por haberlo hecho [3].
En 2002, el
estratega israelí Martin Van Creveld se refirió públicamente al arsenal
nuclear de Israel amenazando a los europeos con represalias contra sus
territorios si seguían respaldando a los palestinos [4]. Se habló entonces del «complejo de
Sansón», o sea de la amenaza de Israel de recurrir a un suicidio
destructor antes que aceptar una derrota.
El 6 de
diciembre de 2006, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert
Gates, reconocía durante audiencia en el Senado que Israel posee la bomba
atómica. Sólo días después, el entonces primer ministro israelí, Ehud Olmert,
también lo reconocía implícitamente en una entrevista concedida a la
televisión alemana N24.
En 2010, 18
Estados árabes lograron que el Organismo Internacional de la Energía Atómica
(OIEA) inscribiera en su agenda la cuestión de las «capacidades nucleares
israelíes». La ONU organizó entonces una conferencia sobre el Tratado
de No Proliferación, durante la cual la República Islámica de Irán propuso
la creación de «una zona libre de armas nucleares en el Medio Oriente» [5], como ya se hizo en Centroamérica y en Asia
Central. Pero el proyecto fracasó debido a la oposición de Israel y de
Estados Unidos, país que además almacena ilegalmente armamento nuclear
en Turquía.
Israel ya
utilizó bombas de neutrones en Khiam, durante la agresión que perpetró
contra el Líbano en 2006, y más recientemente en Yemen, el
pasado 20 de mayo. En ambos casos se registraron niveles de radiación
que demuestran el uso de ese tipo de armamento.
¿Por qué el
presidente Hollande niega hechos tan ampliamente comprobados? ¿Será
por ignorancia o porque está tan inmerso en su intento de justificar la
posición de Francia en las recientes negociaciones con Irán que eso
lo lleva a enredarse en las redes de su propia propaganda?
El 17 de
noviembre de 2013, a su llegada al aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv,
Francois Hollande declaraba en hebreo «Tamid écha-èr ravèr chèl Israël»,
o sea «Soy amigo de ustedes y siempre lo seré» [6].
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¿Se ve claro ahora quienes son los paises bajo control de la Cábala Satánica o no?
¿De que nos sirven los medios de comunicación occidentales que nos abducen con sus mentiras y sus "olvidos premeditados" como el descrito en este artículo?
¿Despertaremos algún día o será tarde para entonces?
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