lunes, 11 de diciembre de 2017

"Caso Botín" Ana Patricia Botín, acorralada, se planta ante BlackRock que le triplica en acciones



Ana Patricia Botín se desprende de Matías Rodríguez Inciarte, el recambio en la presidencia que pretendía el fondo estadounidense BlackRock


Isabel Tocino, que también sale del Consejo de Administración, habría estado muy nerviosa tras la publicación por parte de LTCT de la posible inculpación de todos los miembros del Consejo (entre los que ella se encuentra) y de la propia vicepresidente del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por un delito de encubrimiento en el presunto asesinato de Emilio Botín

La concatenación de hechos en el Banco de Santander–a priori sorprendentes-, sucedidos tras la publicación por parte de La Tribuna de Cartagena de la querella presentada ante la Audiencia Nacional por el asesinato de Emilio Botín, se vienen produciendo como hemos venido pronosticando desde LTCT. 


                                 Toda la información del presunto asesinato en "Rojo Botín"
 

No, no vayan a pensar ustedes que tenemos nada de pitonisos: acaso lo que tenemos, lo que valemos, lo que molestamos y por lo que preocupamos a algunos (o a alguna) -y además preocupamos, por lo visto, bastante- es por la información de que disponemos, que guardamos a buen recaudo (siempre lo advertimos para evitar “malos pensamientos” a nadie) y que estamos publicando según nuestro propio calendario en lo que ya hemos venido en denominar, dentro del periódico (con banner de enlace a la totalidad de informaciones difundidas) “Rojo Botín”, un caso que se encuentra, aproximadamente, en el primer tercio de la totalidad de un relato que contiene todos los ingredientes de la novela negra (sólo que es la vida real misma de lo que se habla): ambición, drogas, blanqueo de capitales, sexo, traición, amantes, conspiración, fórmula uno, narcotraficantes, matones, anuncio de divorcio, herencia, asesinato, servicios secretos, gobierno, hijos y viuda.

Vamos, que ni Mario Puzo, aquel que escribiera originalmente el guión cinematográfico de una de las películas más taquilleras de todos los tiempos, “El Padrino”, habría tenido tanta imaginación para parir una historia de malos, muy malos como la del caso Rojo Botín.

Resulta que, el pasado martes 28 de noviembre, se produce una reunión absolutamente anómala del Consejo de Administración por celebrarse en Brasil, un país en donde la filial del Banco de Santander tiene una rentabilidad muy por debajo de la media que, durante el primer semestre de 2017 ha intentado maquillar sus resultados ofreciendo una bajada de los tipos de interés que, en el momento en que se produzcan los recortes adoptados por el Banco de Brasil, nada menos que ¡desde el 14,25% hasta el 9,25%!, hará que los márgenes de la filial brasileña del Santander se reduzcan de manera significativa, lo que, a juicio de importantes accionistas se trata de un maquillaje indecente de los resultados por parte del equipo de Ana Patricia Botín.

Además, la filial carioca del Santander, ha desarrollado todo su crecimiento en el préstamo al consumo aprovechando el 16 % de crecimiento de este segmento pero se trata de créditos de escasa garantía de cumplimiento y de alto riesgo de impagos. Así las cosas, parece que lo único que ha hecho el Banco de Santander en el país brasileño es intentar disfrazar unas cifras insostenibles por la falta de provisiones de la entidad frente a sus directos competidores, Itaú y Bradesco.


Un Consejo de Administración extraño desde su convocatoria y lugar de realización, en el que la entidad financiera ha aceptado un deterioro de 600 millones en el valor de la marca de su filial de consumo de Estados Unidos, Santander Consumer USA Holdings (SCUSA). Según han manifestado fuentes autorizadas del propio Banco de Santander, este deterioro de 600 millones lo atribuye a que "se debe a una reducción en los beneficios futuros de la empresa con respecto a años anteriores".



Otra "víctima" de Ana Patricia


Pero lo más importante de cuanto ha ocurrido en este carioca Consejo de Administración ha sido cómo Ana Patricia Botín se desprende de Matías Rodríguez Inciarte, el hombre al que uno de los mayores accionistas del Banco de Santander, el fondo estadounidense BlackRock, pretendía como presidente de recambio de la actual presidenta, acuciada por la involucración en el asesinato de su propio padre (según querella presentada en el Juzgado Central número uno de la Audiencia Nacional) y por las últimas operaciones, especialmente la irregular compra del Banco Popular por un euro.


Otro dato a no perder de vista: Ana Patricia Botín se desprende, también de la consejera Isabel Tocino, puesta en el Consejo de Administración por Emilio Botín hace diez años. Parece ser que el motivo principal para quitarse del medio a la exministra (otrora muy amiga de la viuda del banquero y madre de la presidenta, Paloma O´Shea) sería la intranquilidad de la exministra con las noticias publicadas en La Tribuna de Cartagena en relación con el posible asesinato de Emilio Botín; según nos han informado a este diario fuentes del propio Consejo de Administración, La Tocino habría estado muy nerviosa estas últimas semanas, especialmente tras la publicación por parte de LTCT de la posible inculpación de todos los miembros del Consejo (entre los que ella se encontraba) y la propia vicepresidente del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por un delito de encubrimiento tras demostrar este periódico que la vicepresidenta del Ejecutivo y la totalidad de consejeros del banco de Santander había recibido la comunicación detallada sobre el posible asesinato del banquero y ninguno lo habría puesto en conocimiento de la fiscalía o del juzgado de guardia.

Fuera por preguntar demasiado
                                       

Tanto Matías Rodríguez Inciarte como Isabel Tocino mantendrían sus asignaciones económicas como consejeros y serían recompensados con rimbombantes cargos de nula actividad gestora; así las cosas, el que iba a ser el hombre de la presidencia de los norteamericanos de BlackRock, pasaría a presidente de Santander Universidades e Isabel Tocino sería recompensada con la vicepresidencia de Santander España y con la presidencia del Banco Pastor (lo que viene a ser, pegar sellos, hacer fotocopias o leer la prensa en un lujoso despacho, excelentemente retribuidos y encargados de no hacer absolutamente nada).

  El Fondo de Inversión ya no aguanta ni una más a Ana Patricia Botín


No se puede ignorar que BlackRock primer accionista del Banco de Santander, a su vez, el tercer máximo accionista del Banco Popular, entidad que abandonó “como alma que lleva el diablo” pocos días entes de la intervención.
 Comprender la forma de conducirse de BlackRock resulta harto complicado. El fondo norteamericano de inversión más grande del mundo, que no suele sentarse en los consejos de administración de las empresas de las que participa mayoritariamente, y que gestiona más de u$s5.000 millones en activos, lanzaba, hace apenas un año, un mensaje a todas las empresas del mundo en las que tiene sus inversiones: "Cuando BlackRock comprueba que las compañías no han hecho los esfuerzos necesarios para proteger los intereses de nuestros clientes, no dudamos en ejercitar nuestros derechos y votamos en contra de los consejos o de aquellos planes de retribución de los directivos que no está alineados con los intereses de los accionistas".

Y algo así le ha pasado a Ana Patricia Botín que se ve obligada a presidir una entidad financiera en la que su principal accionista se ha convertido en su peor enemigo. Su máximo responsable, Larry Fink, no duda en dejar empantanado al mismísimo Donald Trump por sentirse traicionado por el presidente de los EE.UU. después de una estrechísima relación de años que le llevó, incluso, a ser el más reputado asesor empresarial de la casa Blanca. ¿Qué dudas le pueden caber, pues, respecto a las múltiples deslealtades de Ana Patricia Botín?

¿Qué pasa con el resto de consejeros "externos independientes" a los que se les ha comunicado las denuncias presentadas por el posible fraude de 50 millones de euros a los accionistas a los que se supone que defienden y se les ha requerido que investiguen los hechos y exijan responsabilidades a los miembros del comité ejecutivo que autorizaron la venta de la finca de Mijas, para el pelotazo de comprar por menos de 500.000€ para embolsarse cerca de 50 millones de euros?
 Entre esos miembros de la comisión ejecutiva estaban Ana Patricia Botín, Rodrigo Echenique e Ignacio Benjumea. Ningún consejero "externo independiente" ha pedido explicaciones y ceses por engañar a los propios accionistas.
 ¿Es admisible un consejo de administración que permite la estafa a su propio banco y a sus accionistas?
 ¿De qué sirven los consejeros independientes para embolsarse las dietas y encubrir las actuaciones fraudulentas o para exigir responsabilidades a los que las cometen y engañan a sus propios accionistas?
Carnegie-Brown, presidente de la comisión de nombramientos y cumplimiento de la entidad, no ordenó una investigación, ni pidió responsabilidades. Cuando conozcan en la Financial Conduct Authority y en el Banco de Inglaterra que la cúpula directiva conocía unos hechos presuntamente delictivos  y no pidió responsabilidades, encubriendo los hechos, habrá que ver que explicaciones ofrecen.
Este funcionamiento irregular y, acaso, ilegal, del Consejo de Administración  del Banco Santander, no soporta más paciencia del fondo norteamericano BlackRock, el encubrimiento de presuntos delitos y fraudes a los accionistas. 
Un nuevo consejero entra en escena, un hombre del agrado del hombre fuerte del Santander, Rodrigo Echenique: Se trata del nuevo “consejero independiente” (lo de independiente es un decir) Ramiro Mato, un economista que durante los últimos veinte años fue el máximo representante para España y Portugal de BNP Paribas y que, además, también formará parte de la comisión ejecutiva del consejo, así como de las de auditoría y de supervisión de riesgos, regulación y cumplimiento.
Así las cosas, el nuevo Consejo de Administración de Banco Santander está integrado por 14 miembros, de los que la mayoría, ocho, son independientes.

 La tabla de salvación de La Botín


Patricia Botín baila feliz escuchando la orquesta mientras El Titanic se hunde. Sigue la imputación de diez directivos del Banco de Santander por el juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata, por supuestos delitos de blanqueo de capitales, siguen las investigaciones por la posible fraudulenta operación de compra del Banco Popular por un euro, Opus Dei y Legionarios de Cristo (estos últimos procedentes del Popular) se disputan las migajas. Sobre las espaldas de Rodrigo Echenique el peso de salvar a una presidenta que parece ya condenada, de momento por su socio norteamericano y, quién sabe, sin en un futuro por la justicia española...
La sombra del posible asesinato de Emilio Botín no la menciona nadie pero está en la mente de todos. Y más pronto que tarde habrá de tener consecuencias y de cobrarse sus víctimas, víctimas, además, que la del propio banquero de la que todos procuran el silencio porque a nadie interesa que se investigue.

***************************************************************************************
***************************************************************************************