Jueves 27 de
Agosto de 2015 23:00
El número de refugiados que llega a Europa aumenta con
cada día que pasa, hasta el punto de que varios países contemplan la
posibilidad de usar la fuerza militar contra los inmigrantes, que huyen en su
mayoría de países inmersos en conflictos armados. Analistas internacionales
acusan a Europa de actuar en este asunto con un "cinismo terrible",
mientras que otros subrayan que las naciones europeas recogen ahora los frutos
de su apoyo a la política de EE.UU.
Unos 70 cadáveres de inmigrantes han sido hallados en
un camión en Austria en plena crisis migratoria en Europa, donde se baten a
diario récords de llegada de inmigrantes sin papeles. Al parecer, los
inmigrantes se asfixiaron en un remolque de camión descubierto en la carretera
que conecta a Austria y Hungría, según el periódico austríaco 'Krone'.
Mientras tanto, Hungría ha llegado a interceptar en un
solo día más de 3.000 personas que cruzaron su frontera de manera
ilegal. Ambos países contemplan la posibilidad de usar el Ejército para
hacer frente al flujo migratorio. De hecho, Hungría está levantando un muro de
4 metros de altura en la frontera húngara-serbia, cuya terminación se prevé
para el 31 de agosto.
En Reino Unido también registran cifras récord en el
flujo de inmigrantes, con 330.000 llegadas en los últimos 12 meses. Estos
datos reflejan que la migración supera en 10.000 casos su récord de hace diez
años.
Miles de personas que huyen de países devastados por
los conflictos cruzan Macedonia, Serbia y Hungría para llegar a Alemania,
Francia y Reino Unido.
La coordinadora de la red euro-africana MIGREUROP,
Brigitte Espuche tacha de "condenable e ineficaz" el empleo de
medidas militares para impedir la llegada de inmigrantes. Asimismo, acusa a
Europa de tratar el asunto con un "cinismo terrible".
"El flujo migratorio que se ha producido en estos
años se debe, entre otras razones, a las guerras en las que Europa está
participando como cómplice de Estados Unidos y de Israel en Oriente
Medio", opina por su parte el analista internacional Juan Luis
González Pérez. Según él, la llegada de inmigrantes es una especie de
"venganza" por esta participación europea.
Presidente checo explica por qué surgen las olas de
inmigrantes ilegales en Europa
Del gran flujo de refugiados hacia Europa son
culpables Estados Unidos y los países europeos que participaron en la ejecución
de "ideas locas" en países como Irak, Libia y Siria, opina el
presidente de la República Checa, Milos Zeman.
"La actual ola de inmigración [en Europa] ha
surgido a causa de la idea loca de invadir Irak, donde supuestamente se
almacenaban grandes armas de destrucción masiva, pero donde al final no se
encontró nada de eso. También surgió a causa de la idea loca de restaurar el
orden en Libia y luego en Siria", señaló Zeman en una entrevista para el
periódico checo 'Blesk'.
Según señaló el presidente checo, como resultado de
esas acciones, surgieron en los mencionados países regímenes terroristas que en
última instancia condujeron al actual flujo descontrolado de inmigrantes
ilegales hacia Europa.
"La culpa de todo esto recae no solo en Estados
Unidos, puesto que las acciones contra Libia fueron coordinadas también por
algunos Estados de la Unión Europea", recordó el mandatario checo.
A finales de junio, centenares de manifestantes
descontentos con la política migratoria de la UE tomaron las calles de la
ciudad checa de Brno. Los activistas se mostraron contrarios a la medida
de las autoridades comunitarias de 'repartir' a los sin papeles por
los países del bloque según un sistema de cuotas.
Este año son ya 100.000 los inmigrantes llegados a las
costas europeas, lo que está abriendo un encendido debate en la sociedad del
continente.
Bulgaria blinda su frontera con Macedonia con tanques
por el flujo de refugiados
El Gobierno de Bulgaria ha reforzado con vehículos
blindados su frontera con Macedona a raíz del incesante flujo de inmigrantes
que se dirigen a los Balcanes.
"En la
etapa actual solo estamos dispuestos a reforzar el control de la frontera
estatal de manera preventiva", dijo el portavoz del Ministerio de Defensa
búlgaro, Nikola Karaimov, citado por la agencia TASS.
Según
Karaimov, Bulgaria "ha desplegado un total de 25 vehículos blindados en
cuatro puntos de control fronterizos, pero su número puede aumentar en caso de
deterioro de la situación".
Al mismo
tiempo, el portavoz militar señaló que "el Ejército no tiene planes de
intervenir activamente en la situación y el control de las fronteras nacionales
todavía lo efectúa la guardia fronteriza".
Según la
agencia, más de 15.000 refugiados han llegado a Bulgaria desde el comienzo del
año, en su mayoría de procedencia siria.
Algunos
expertos locales aseguran que después de cruzar la frontera greco-macedonia el
destino que prefieren los migrantes es Serbia, de donde podrán trasladarse a
Hungría, que, a diferencia de sus vecinos balcánicos, lleva a cabo el registro
de huellas dactilares de los recién llegados, y de hecho es el primer lugar de
registro de inmigrantes ilegales en la Unión Europea.
Como
resultado, los servicios de inmigración de otros países (Alemania, Francia o el
Reino Unido) adonde llegan los inmigrantes más tarde reenvían a los refugiados
precisamente a Hungría.
Análisis: Las guerras de Estados Unidos inundan Europa
de refugiados
Por Enrique Montánchez
La Unión Europea se enfrenta a la
mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial y los Estados miembros
se encuentran tan desbordados que se plantean imponer limitaciones al Tratado
de Schengen, que consagra la libre circulación de las personas, y crear grandes
“guetos” donde “confinar” a miles de refugiados.
Las
autoridades europeas estiman que a lo largo de 2015 cerca de un millón de refugiados
habrán llegado al continente procedentes de Siria y Libia, fundamentalmente,
así como de otra docena de países en conflicto.
Pocos se
paran a pensar que las guerras que asolan a estas dos naciones, con miles y
miles de familias obligadas a abandonar sus hogares y modo de vida, han sido
originadas por Estados Unidos en su afán de organizar el “arco mediterráneo” en
función de sus intereses geoestratégicos.
Las
primaveras árabes en el norte de África, igualmente mal resueltas, o el
despliegue del escudo antimisiles balísticos, son piezas del diseño puesto en
marcha por Washington.
Antiamericanos y pro americanos
No es
cuestión de analizar esta realidad desde una óptica antiamericana o pro
americana, propia de una visión maniquea del mundo muy habitual a la hora de
enjuiciar la política exterior de la primera potencia mundial.
Simplemente
es una cuestión de sentido común pararse a pensar que las guerras de Libia y
Siria, detonantes de la mayor crisis de refugiados de los últimos 70 años en
Europa, han sido creadas y mal resueltas por Estados Unidos con las terribles
consecuencias que sufren, en primer lugar, los ciudadanos de ambas naciones.
La guerra de Libia
Europa no
puso objeción alguna durante años al régimen del dictador Gadafi. Ejemplo de complacencia
fue la actitud del primer ministro británico Tony Blair que vendió armas al
sátrapa libio. O cómo en 2009 Reino Unido liberó al terrorista libio Abdelbaset
Ali Mohamed Al Megrahi, condenado a cadena perpetua por el atentado de
Lockerbie contra un avión de la Pan Am que se saldó con 270 muertos.
Tampoco
España se quedó atrás en la amistad con Gadafi. Todavía están en la memoria
reciente las visitas de los presidentes de Gobierno a Trípoli.
Pero la luna
de miel con Gadafi se quebró cuando el dirigente libio se propuso cobrar en
dinares de oro el petróleo que Libia exportaba en sustitución del obligado
dólar. El “dinar de oro” era una idea de Gadafi ante la enorme cantidad de
efectivo y oro acumulado en las arcas libias.
Libia y Siria son dos objetivos de
Estados Unidos en el nuevo diseño del “arco mediterráneo”
Dinar de oro
Gadafi fue
de los primeros dirigentes petroleros, junto a Sadam Hussein, que se dio cuenta
de que el dólar estaba inflado artificialmente y que la obligación de realizar todas
las transacciones petrolíferas mundiales en dólares carecía de sentido.
El anuncio
del “dinar de oro” fue el principio del fin del dictador Gadafi. No solo
suponía abrir una vía de agua en la línea de flotación de Estados Unidos y su
moneda hegemónica, sino la posibilidad de que se produjese un “efecto contagio”
en otros países exportadores de petróleo.
El resto es
de todos conocido. La “oposición” a Gadafi, inexistente en 41 años, surgió de
la noche a la mañana con apoyo internacional y bien armada. Alimentada, según
los servicios de inteligencia europeos, con yihadistas extranjeros traídos
desde diversos países.
Estados
Unidos empujó la intervención de la OTAN en 2011. Bloqueo naval, bombardeos
aéreos y fuerzas de operaciones especiales camufladas como guerrilleros
antigadafi lograron en pocos meses la caída del régimen y el linchamiento del
dictador para evitar un juicio público donde salieran a relucir historias que
no debían.
Libia, un país a la deriva
Cuatro años
después Libia sigue rota. Los diferentes grupos tribales (hay 140 clanes)
representativos de media docena de etnias hacen ingobernable el país. Con el
problema añadido de que el yihadismo de grupos próximos al Estado Islámico ha
arraigado en el territorio libio.
Como ocurre
con las recientes guerras emprendidas por Estados Unidos -Afganistán e Irak son
dos ejemplos de libro- acabar de manera forzada y violenta con las dictaduras
desemboca en un escenario posterior de desestabilización y muerte aún peor que
la propia dictadura erradicada.
Miles y
miles de libios dejan atrás sus hogares huyendo de la guerra civil para llegar
a la isla italiana de Lampedusa. En 2013 arribaron 43.000 refugiados, casi
100.000 en 2014 y la cifra será aún mayor en 2015. Sin contar con los libios
que huyen a los fronterizos Egipto, Túnez y Argelia, y los miles que mueren en
el Mediterráneo al intentar la travesía en desvencijadas embarcaciones fletadas
por las mafias del tráfico de personas.
La guerra de Siria
Tras el
fácil derrocamiento de Gadafi, Estados Unidos pensó que podía repetir la
fórmula en Siria con el dictador Bashar al-Asad: crear grupos de oposición que
propiciasen la represión del régimen y la consiguiente espiral de violencia
terminaría provocando su caída.
Pero Siria
no es Libia. Mientras que Gadafi se quedó solo, al-Asad cuenta con el apoyo de
Rusia dado que Siria es un espacio geoestratégico vital para los intereses
rusos por tres razones: hace frontera con Turquía, miembro de la OTAN; Moscú tiene
en la base de Tartus la única instalación naval de la Armada rusa en el
Mediterráneo; y el interés de Estados Unidos de que el nuevo gasoducto
procedente de Qatar llegase a Europa a través de Siria, proyecto que
representaba un duro golpe para el monopolio gasista de Moscú.
En este
contexto, Vladimir Putin facilita a Damasco misiles antiaéreos de última
generación, consejeros militares, datos de Inteligencia (comunicaciones y
fotografías de satélites) y apoyo diplomático.
El Estado Islámico se les va de las manos
Con parte de
los yihadistas utilizados en Libia y otros miles del Estado Islámico financiado
por Arabia Saudí y Qatar, con apoyo logístico de Turquía y técnico de Estados
Unidos, los estrategas de Washington pensaron que al-Asad caería en cuestión de
meses.
Pero el
Estado Islámico se les ha ido de las manos. Hace un año autoproclamó el
Califato en los territorios de Irak y Siria que controla, y miles de
combatientes llegan a diario de todas partes para sumarse a la guerra santa o
yihad contra el “infiel”.
La situación
es otro país sumido en guerra con miles de sirios que huyen de los bombardeos
de unos y otros, y la barbarie nunca antes vista del Estado Islámico.
Otras
guerras mal resueltas como la de Afganistán, o las en curso de Irak y Yemen,
así como la creciente desestabilización de la inmensa franja del Sahel, aportan
un flujo constante de migrantes que buscan en Europa su salvación.
La UE prefiere crear campamentos donde confinar a los
refugiados antes que acogerlos en los países miembros.
Guetos para confinar a los refugiados
La canciller
alemana Angela Merkel convocaba en Berlín una reunión de urgencia el 24 de
agosto para acordar medidas extremas ante una situación extrema. Medios
diplomáticos europeos desvelan que entre las medidas figura la creación de
“zonas de acogida” en Grecia, Italia, Macedonia y Serbia para los refugiados en
enormes campamentos.
Recordarían
a “guetos” donde “confinar” a los miles de actuales refugiados y a los que
vayan llegando ante la falta de acuerdo entre los socios europeos por el
sistema de cuotas de refugiados.
La Comisión
Europea asumirá con cientos de millones de euros el coste de los campamentos y
la atención sanitaria y alimenticia de los refugiados. Los Estados miembros
prefieren pagar por mantener estos “guetos” como solución transitoria antes que
trasladar el problema a sus propios territorios.
La crisis agudiza el problema
Sin haber
salido aún de la crisis económica, la llegada de una nueva tormenta financiera
por el frenazo de la economía china -el lunes negro de las Bolsas asiáticas ha
encendido todas las luces rojas-, los gobiernos europeos escurren el bulto. No
quieren acoger refugiados que graven más los presupuestos destinados a las
ayudas sociales y generen enfrentamientos xenófobos entre la población.
Estados
Unidos observa desde lejos este gravísimo problema europeo como si no le
concerniese en absoluto. Diplomáticos de la Unión Europea, entre ellos
españoles, se preguntan ¿dónde está la diplomacia norteamericana tan activa en
otros escenarios?
Por su
parte, Rusia observa y calla. A Putin le interesa que a la Unión Europea le
crezcan las dificultades mientras sigan en pie las sanciones económicas contra
Moscú por la adhesión de Crimea, y la OTAN mantenga el pulso contra Rusia,
subrayan las fuentes diplomáticas.
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