El
arzobispo Carlo Maria Viganò dirigió esta carta al presidente de los Estados
Unidos, Donald Trump. Traducción de Beatriz Andrade Iturribarria.
EXTRAIDO DE LA WEB:
https://www.marcotosatti.com/2020/10/31/vigano-a-trump-hay-un-plan-global-contra-dios-y-el-hombre/
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CARTA ABIERTA
al Presidente de los Estados Unidos de
América
Donald J. Trump.
Domingo 25 de octubre del 2020.
Solemnidad de Cristo Rey.
Señor Presidente:
Permítame dirigirme a Usted en esta hora en la que el destino del mundo
entero, está amenazado por una conspiración global contra Dios y contra la
humanidad. Le escribo como Arzobispo, como Sucesor de los Apóstoles y como ex
Nuncio Apostólico en los Estados Unidos de América. Le escribo ante el silencio
de las autoridades civiles y religiosas: acepte estas palabras mías como «la
voz del que clama en el desierto» (Juan 1, 23).
Como tuve la oportunidad de escribirle en mi Carta del mes de junio pasado,
este momento histórico ve a las fuerzas del Mal desplegadas en una batalla
despiadada, en contra las fuerzas del Bien. Fuerzas del Mal que parecen
poderosas y organizadas ante los hijos de la Luz, que se encuentran
desorientados, desorganizados, y abandonados por sus líderes temporales y
espirituales.
Sentimos multiplicarse los ataques de quienes quieren demoler los cimientos
mismos de la sociedad: la familia natural, el respeto a la vida humana, el amor
a la Patria, la libertad de la educación y de la empresa. Vemos a los jefes de
las Naciones y a los líderes religiosos secundar este suicidio de la cultura
occidental y de su alma cristiana, mientras a los ciudadanos y a los creyentes
se les niegan los derechos fundamentales, en nombre de una emergencia sanitaria
que se revela cada vez más como un instrumento para la instauración de una
tiranía inhumana, sin rostro.
Un plan global, denominado Gran Reseteo, está en vías de ser realizado. El
autor de dicho plan es una élite que quiere someter a la humanidad entera,
imponiendo medidas coercitivas que limiten drásticamente las libertades de las
personas y de los pueblos. En algunas naciones este proyecto ya ha sido
aprobado y financiado; en otros, aún se encuentra en una etapa inicial. Detrás
de los líderes mundiales, los cuales son cómplices y ejecutores de este
infernal proyecto, hay personajes inescrupulosos que financian tanto el Foro
Económico Mundial como el Evento 201, para promover su agenda.
El propósito del Gran Reseteo es la imposición de una dictadura sanitaria,
encaminada a la imposición de medidas liberticidas, escondidas detrás de
promesas tentadoras: la garantía de un ingreso universal y la cancelación de
las deudas de los individuos. El precio de [la condición para obtener] estas
concesiones por parte del Fondo Monetario Internacional, será que las personas
renuncien a la propiedad privada y se adhieran a un programa de vacunación
Covid-19 y Covid-21, impulsado por Bill Gates y con la colaboración de los
principales grupos farmacéuticos. Más allá de los enormes intereses económicos
que mueven los impulsores del Gran Reseteo, la imposición de la vacunación
vendrá acompañada de la obligación de tener un pasaporte sanitario y un DNI
digital, a través de los cuales se controlará a la población mundial. Quienes
no acepten someterse a estas medidas, serán confinados en campos de detención o
bajo arresto domiciliario, y todos sus bienes les serán confiscados.
Señor Presidente, me imagino que Usted ya conoce la siguiente noticia: en
algunos países, el Gran Reseteo deberá ser activado entre finales de este año y
el primer trimestre del 2021. Para ello, se prevén nuevos
cierres/confinamientos [lockdowns], que oficialmente serán justificados por una
supuesta segunda y tercera ola de la pandemia. Es bien sabido qué medios se han
desplegado para sembrar el pánico y para legitimar las draconianas limitaciones
de las libertades individuales, provocando -artísticamente- una crisis
económica mundial. En las intenciones de sus artífices, esta crisis sirve para
hacer irreversibles los recursos de los Estados frente al Gran Reseteo, dando
así el golpe definitivo a un mundo cuya existencia y memoria misma, se borra
por completo. Pero este mundo, Señor Presidente, lleva consigo a personas,
afectos, instituciones, fe, cultura, tradiciones e ideales: personas y valores
que no actúan como autómatas, que no obedecen como máquinas porque están
dotados de un alma y de un corazón, porque están unidos por un vínculo
espiritual que obtiene fuerza de lo Alto, de ese Dios que nuestros adversarios
quieren desafiar, tal como Lucifer lo hizo al principio de los tiempos, a
través de su «non serviam»,
Lo sabemos bien, muchos consideran con fastidio esta convocatoria al
enfrentamiento entre el Bien y el Mal, así como el uso de tonos
“apocalípticos”, que según ellos exasperan los ánimos y agudizan las
divisiones. No es de extrañar que el enemigo se sienta descubierto, justamente
cuando cree que ha llegado a la ciudadela para conquistarla, sin ser
molestado. Sin embargo, es sorprendente que no haya nadie que haga sonar
la alarma. La reacción del Estado profundo hacia aquellos que denuncian su plan
[el del Estado Profundo] es quebrada e incoherente, pero comprensible, ya que
justo cuando la complicidad de los medios de comunicación masiva había logrado
que la transición hacia el Nuevo Orden Mundial fuera casi indolora e
inadvertida, han salido a la luz: engaños, escándalos y crímenes.
Hasta hace unos meses, era fácil denostar con el término «teóricos de la
conspiración» a quienes denunciaban esos terribles planes, mismos que ahora
vemos cómo han sido llevados a cabo hasta el más mínimo detalle. Antes del
pasado febrero, nadie habría pensado que en todas nuestras ciudades los
ciudadanos serían arrestados por el solo hecho de querer caminar por la calle,
por respirar, por querer mantener abierto su propio negocio [y/o] por ir a la
Misa dominical. Sin embargo, sucede en todo el mundo, incluso en aquella
Italia de postal [postcard], a la que por sus monumentos antiguos, sus
iglesias, sus ciudades encantadoras y sus pueblos característicos, muchos
estadounidenses consideran un pequeño país encantador. Y mientras los políticos
están atrincherados en sus palacios, para promulgar decretos como sátrapas
persas, las actividades fracasan, los negocios cierran, y la población se ve
impedida para vivir, para moverse, para trabajar y para rezar. Ya se están viendo
las desastrosas consecuencias psicológicas de esta operación, comenzando por
los suicidios de empresarios desesperados, y por nuestros hijos, que han sido
separados de sus amigos y de sus compañeros, asistiendo a clases escolares
frente a una computadora.
En la Sagrada Escritura, San Pablo nos habla de «el que se opone» a la
manifestación del misterio iniquidad, es decir el kathèkon (2 Tes 2, 6-7). En
el ámbito religioso, este obstáculo es la Iglesia y en particular, el Papado.
En la esfera política, [el kathèkon] es quien impide el establecimiento del
Nuevo Orden Mundial.
Como ahora es evidente, quien ocupa la Sede de Pedro, desde el principio ha
traicionado su rol, dedicándose a defender y a promover la ideología
globalista, apoyando la agenda de la iglesia profunda, que fue la que lo eligió
de entre su propio gremio.
Señor Presidente, usted ha dicho claramente que quiere defender a la Nación
-una Nación bajo la mano de Dios-, [defender] las libertades fundamentales, así
como los valores no negociables que hoy son negados y combatidos. Usted,
querido Presidente, es “el que se opone” al Estado profundo, al asalto final de
los hijos de las Tinieblas.
Para ello, es necesario que todas las personas de buena voluntad, estén
convencidas de la importancia trascendental de las próximas elecciones: no
tanto por éste o por aquel punto del programa político, sino más bien porque la
inspiración general de Su acción es la que mejor encarna -en este particular
contexto histórico- el mundo, ese mundo nuestro, que [ellos] quieren
eliminar a golpe de cierres/confinamientos [lockdowns] . Su adversario también
es nuestro: es el Enemigo del género humano, es el que es «homicida desde el
principio» (Juan 8, 44).
En torno a usted se reúnen con confianza y valentía, los que la consideran
la última guarnición contra la dictadura mundial. La otra alternativa es votar
por un personaje manipulado por el Estado profundo, el cual está gravemente
comprometido en escándalos y en corrupción, hecho que hará a los Estados Unidos
lo mismo que Jorge Mario Bergoglio le está haciendo a la Iglesia, el Primer
Ministro Giuseppe Conte a Italia, el Presidente Macron a Francia, el Primer
Ministro Sánchez a España, etc. El chantaje de Joe Biden -al igual que el
de los Prelados del “círculo mágico” del Vaticano- conseguirá usarlo sin
escrúpulos, permitiendo a poderes ilegítimos interferir en la política interna
y en los equilibrios internacionales. Está claro que quien lo maniobra ya tiene
listo a alguien peor que él [Biden] para reemplazarlo, en cuanto se presente la
oportunidad.
Y sin embargo, en este panorama desolador, en este avance aparentemente
inexorable del «Enemigo invisible», emerge un elemento de esperanza: el
adversario no sabe amar, y no comprende que para subyugar a las masas y
convencerlas de dejarse marcar como cabezas de ganado, no basta con asegurarles
un ingreso universal o con cancelarles las hipotecas. Este pueblo que durante
mucho tiempo ha sufrido los abusos de un poder odioso y tiránico, está
redescubriendo que tiene un alma; está comprendiendo de que no está dispuesto a
entregar su libertad a cambio de la homologación y la supresión de su propia
identidad; está comenzando a comprender el valor de los vínculos familiares y
sociales, de los vínculos de fe y de cultura, que unen a las personas
honestas. Este Gran Reseteo está destinado al fracaso porque quienes lo
han planeado no entienden que todavía hay personas dispuestas a salir a las
calles para defender sus derechos, para proteger a sus seres queridos y para
darles un futuro a sus hijos. La inhumanidad que nivela el proyecto globalista
se romperá miserablemente, frente a la firme y valiente oposición de los hijos
de la Luz. El enemigo tiene a Satanás de su lado, el cual no sabe nada más que
odiar. Nosotros tenemos de nuestro lado al Señor Todopoderoso, al Dios de los
ejércitos desplegados en la batalla, y a la Santísima Virgen, que aplastará la
cabeza de la antigua Serpiente. «Si Dios es con nosotros, ¿quién, en nuestra
contra?» (Rom 8, 31).
En esta hora crucial, Usted sabe hasta qué punto, los Estados Unidos de
América son considerados el antemural contra el que la guerra declarada por los
partidarios del globalismo, se ha desencadenado. Ponga Su confianza en el
Señor, con las palabras del Apóstol: «Todo lo puedo todo en Aquel que me da
fuerza» (Filip 4, 13). Ser instrumento de la Divina Providencia es una gran
responsabilidad, a la que ciertamente le corresponderán [asistirán] las gracias
de Estado necesarias, las cuales son imploradas ardientemente, por muchos de
los que Lo sostienen, a través de sus oraciones.
Con este celestial auspicio y teniendo la certeza de mis oraciones por
Usted, por la Primera Dama y por Sus colaboradores, de todo corazón Le llega mi
Bendición .
¡Dios bendiga a los Estados Unidos de América!
+ Carlo Maria Viganò.
Arzobispo titular de Ulpiana.
Ex Nuncio Apostólico en los Estados Unidos de América.