domingo, 23 de abril de 2017

La OTAN amenaza nuestra seguridad



por Daniele Ganser, Gabriel Galice, Hans von Sponeck 

La prensa mainstream se empeña en presentar la OTAN como una alianza militar puramente defensiva obligada a enfrentar la amenaza de una Rusia cada vez más agresiva. En el semanario suizo Horizons et débats, tres personalidades europeas resaltan que la verdadera amenaza para la paz mundial proviene precisamente de la OTAN y detallan las razones que hacen de la alianza atlántica un bloque militar belicista, por demás al servicio de intereses espurios.
Red Voltaire | 19 de abril de 2017 

                                                    Tropas de Polonia participan en una maniobra de la OTAN


La OTAN está concentrando grandes cantidades de efectivos y armamento a las puertas de Rusia. Queremos expresar nuestra inquietud ante la propaganda que deforma la realidad sobre las amenazas que se ciernen sobre la paz. Esa propaganda insidiosa inventa enemigos imaginarios para justificar el excesivo aumento de los gastos militares, la conquista de territorios o de «mercados», así como las acciones tendientes a apoderarse del control del aprovisionamiento en recursos energéticos y a imponer constantemente nuevas limitaciones a la democracia.

¡No! ¡Rusia no es el agresor, ni tampoco amenaza los países bálticos, Polonia o Suecia! Cuando desaparecieron la URSS y el Pacto de Varsovia, Estados Unidos y sus aliados cometieron la estupidez estratégica de no refundar el sistema internacional de seguridad. 

¡Relegaron al olvido la Carta de París (1990) que prometía la paz a Europa!

En su libro The Grand Chessboard: American Primacy and Its Geostrategics Impertives, Zbigniew Brzezinski planteaba en 1997 la interrogante de saber si había que integrar a Rusia en la OTAN y en la Unión Europea. Y acababa poniendo la seguridad táctica por encima de la paz estratégica, aunque preveía que ello provocaría reacciones de parte de Rusia. Brzezinski aconsejaba la integración de Ucrania, uno de los 5 «ejes geopolíticos» de Eurasia, a la OTAN y la Unión Europea.  


Olvidando que en el momento de la reunificación alemana Estados Unidos había prometido a los rusos que no extendería la OTAN hacia el este, los occidentales constantemente empujaron hacia atrás, cercaron y humillaron a los sucesivos dirigentes rusos. Independientemente de lo que podamos pensar del régimen ruso, el principal defecto de Vladimir Putin ‒y el de muchos países del mundo‒ a los ojos de los occidentales es que no se pliegan a los deseos hegemónicos de Occidente.

Después de la ilegal guerra contra Irak, el aumento de la cantidad de países miembros de la OTAN y la expansión de su área de acción, el derrocamiento del régimen de Kadhafi en Libia y posteriormente el golpe de Estado en Ucrania fueron las líneas rojas que dieron lugar a las respuestas de Rusia y China, que ya habían constituido la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) luego de la primera ampliación de la OTAN. Fue sólo después de las operaciones contra Libia y en Ucrania y del apoyo de Occidente –a partir de 2006, según Time Magazine (edición del 19 de diciembre de 2006)– a los «rebeldes» que trataban de derrocar el régimen sirio, que los rusos respaldaron la autonomía de Crimea e intervinieron militarmente en Siria.

Aunque está más que comprobado que la CIA supervisó en Francia la elección presidencial de 2012 y que la National Security Agency (NSA) espía en todas partes a empresas, organizaciones e individuos, la moda actual consiste en atribuir a los dirigentes rusos una injerencia indirecta en las elecciones estadounidenses, francesas y alemanas.

Los países de Europa acentúan su alineamiento tras la política exterior de Estados Unidos, incluyendo sus sanciones contra Rusia. El presidente francés Francois Hollande completa la reintegración de Francia al mando militar unificado de la OTAN, ya iniciada por su predecesor Nicolas Sarkozy.

¿Y los países neutrales? Suecia reinstaura el servicio militar obligatorio, precisamente en el momento en que la televisora Arte transmite un reportaje titulado Guerra fría en el Gran Norte. El estado mayor sueco ya realizaba maniobras en coordinación con la OTAN y Estados Unidos y lo hacía a espaldas del gobierno del primer ministro Olof Palme, quien se pronunciaba a favor de la distensión… lo cual le costó la vida.

¿Es acaso una muestra de neutralidad la adhesión de Suiza a la "Asociación para la Paz" de la OTAN? Daniele Ganser cita al ex secretario de Defensa estadounidense William Perry quien declara:
«La diferencia entre la adhesión a la OTAN y a la Asociación para la Paz es más tenue que una hoja de papel.» [1]

De hecho, aviones de guerra suizos ya vuelan sobre el Báltico junto a los cazas de la OTAN.

No, la OTAN, convertida en una alianza ofensiva, no garantiza nuestra seguridad. Apostemos por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), dialoguemos con Rusia y apliquemos los artículos 46 y 47 de la Carta de la ONU, que estipula la presencia de un comité de estados mayores ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

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FUENTE:  http://www.voltairenet.org/article196013.html
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sábado, 22 de abril de 2017

Francia, víctima del terrorismo de sus propios aliados de la OTAN



por Thierry Meyssan 

Faltando sólo 3 días para la primera vuelta de la elección presidencial, Francia acaba de ser blanco de un nuevo atentado terrorista. Thierry Meyssan estima que París tiene que parar de decir mentiras absurdas y tener en cuenta la verdadera importancia de lo que está pasando: el terrorismo internacional –que cuenta con la participación del gobierno francés– sigue órdenes de sus aliados de la OTAN… que además lo utilizan contra Francia.

Red Voltaire | Damasco (Siria) | 21 de abril de 2017 

 Atentado en los Campos Elíseos, 20 de abril de 2017.


A principios de 2017, recibimos informes de que había yihadistas preparando acciones cuyo objetivo era obligar a Francia y Alemania a posponer sus elecciones. No estaba claro: 

 -Si se trataba de posponer la elección presidencial francesa (prevista para abril y mayo) o las elecciones legislativas (que deben desarrollarse en junio) o las dos.
 -Si Francia era un blanco por sí misma o si las acciones que habían de realizarse en Francia serían el preludio de futuras acciones contra Alemania.

Entre los candidatos a la elección presidencial, los únicos que denuncian el respaldo a la Hermandad Musulmana son Francois Fillon y Marine Le Pen. Fillon ha convertido esa cuestión en uno de sus temas de campaña.

                 Discurso de François Fillon en Chassieu (Lyon), el 22 de noviembre de 2016.

Nosotros mismos señalamos a nuestros lectores que las campañas de prensa y los escándalos judiciales utilizados contra Donald Trump en Estados Unidos y contra Francois Fillon en Francia venían de los mismos grupos. Escribíamos entonces que para Trump y Fillon  «no será posible restaurar la paz y la prosperidad sin acabar primero con la instrumentalización del terrorismo islámico, sin liberar el mundo musulmán del control que ejercen los yihadistas y sin atacar incluso la matriz del terrorismo: la Hermandad Musulmana». [1]

En aquel momento, los franceses, creyendo erróneamente que la Hermandad Musulmana es una tendencia de la religión musulmana, no reaccionaron. Publiqué entonces un libro, Sous nos yeux. Du 11-Septembre à Donald Trump, cuya segunda parte explica detalladamente, por primera vez, qué es esa organización secreta, creada y controlada por el MI6, los servicios secretos británicos. Es esa cofradía la que, desde la Segunda Guerra Mundial, ha venido tratando de convertir el islam sunnita en un instrumento político. Y de la Hermandad Musulmana provienen todos los líderes de los grupos yihadistas, desde Osama ben Laden hasta Abou Bakr al-Baghdadi.

El 26 de febrero, Francois Fillon publicaba sin explicación un comunicado que fue objeto de grandes críticas:

«Estamos ante una situación inédita: a 2 meses de la elección presidencial, estamos viviendo una situación prácticamente de guerra civil que viene a perturbar el normal desarrollo de esta campaña (…) Recuerdo a todos que estamos en estado de emergencia y que, a pesar de ello, el gobierno está permitiendo lo que sucede (…) Como ex Primer Ministro, como responsable electo de la Nación, hoy acuso solemnemente al Primer Ministro y al gobierno de no garantizar las condiciones para el ejercicio sereno de la democracia. Sobre ellos cae una grave responsabilidad porque están permitiendo que se desarrolle en el país un clima que es casi de guerra civil y que sólo puede resultar provechoso para los extremos (…) Sean quienes sean los candidatos, deben tener derecho a expresarse y el gobierno debe tomar medidas para que los violentos y los enemigos de la democracia cesen de perturbar esta campaña presidencial.» [2]

El 17 de abril, la Policía Nacional informaba a los 4 principales candidatos sobre la existencia de amenazas a su seguridad y reforzaba la protección que se les asigna.

El 18 de abril, M. (de 29 años) y Clement B. (de 23 años) fueron arrestados mientras preparaban un atentado contra un mitin a favor de Francois Fillon.

El 20 de abril, un policía resultó muerto y otros 2 quedaron gravemente heridos en un atentado perpetrado en los Campos Elíseos.

Los candidatos Francois Fillon y Marine Le Pen cancelaron sus desplazamientos programados para el 21 de abril. Siguiendo esa tendencia y a pesar de no existir ninguna amenaza real en su contra, Emmanuel Macron hizo lo mismo.

La responsabilidad del próximo presidente de la República Francesa
El próximo quinquenio girará en torno a la seguridad de los franceses. Esta cuestión reviste un carácter particularmente grave en la medida en que en los recientes atentados terroristas perpetrados en suelo francés están implicados 3 de nuestros aliados de la OTAN: el Estado Profundo estadounidense, el Reino Unido y Turquía.

He abordado muy a menudo la cuestión de los atentados perpetrados en París –el 13 de noviembre de 2015– y en Bruselas –el 22 de marzo de 2016. [3]. En mi más reciente libro indiqué que si bien el presidente [turco] Recep Tayyip Erdogan y su prensa han reivindicado esos atentados, estos fueron perpetrados por «dos comandos diferentes, con excepción de un actor operativo común: Mohammed Abrini del MI6» (p. 231) [4].

Las sucesivas presidencias de Nicolas Sarkozy y Francois Hollande, con sus respectivos ministros de Exteriores, Alain Juppé y Laurent Fabius, han escondido desde hace años sus actividades criminales a los franceses así como la consecuencia de lo que han sembrado: el terrorismo dentro de su propio país.

Es absurdo creer que al-Qaeda y el Emirato Islámico (Daesh) puedan disponer de tanto dinero y armas sin respaldo de grandes Estados. Es absurdo creer que Francia pudiese participar en la operación de rediseño del «Medio Oriente ampliado» sin sufrir las consecuencias. Es absurdo creer que sea posible luchar contra el terrorismo cuando quienes lo controlan son nuestros propios aliados en el seno de la OTAN.

[1] «¿Quién está usando la prensa y la Justicia contra Donald Trump y Francois Fillon?», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 11 de febrero de 2017.
[2] «Violences perturbant la campagne présidentielle», Francois Fillon, Fillon2017.fr, 26 de febrero de 2017.
[3] Ver, por ejemplo, «La República Francesa como rehén» y «El móvil de los atentados de París y Bruselas», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 17 de noviembre de 2015 y 28 de marzo de 2016.
[4] Sobre esos atentados, ver también la pagina 91.

 

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