miércoles, 17 de marzo de 2021

Nacimiento y consecuencias del COVID-19. Parte 4 (Final)

20 mayo, 2020. 

El domingo de Pascua, el presidente de un país muy ligado al nuestro, Argentina, estaba reunido con los gobernadores de las provincias –equivalentes a los presidentes de las CC.AA. españolas-.

Le pedían la reducción del confinamiento por las consecuencias en la economía y el empleo. Se habían cerrado 3.000 empresas y perdido 300.000 puestos de trabajo. El mensaje era claro: Más que por el Covid – 19, los argentinos iban a morir de hambre. El presidente, Alberto Fernández, estaba planteándose rebajar la rigidez de la medida. En medio de la discusión entró una llamada telefónica. Finalizada la misma, los gobernadores vieron como Fernández daba un giro imprevisto, volviendo a ser inflexible en las medidas de confinamiento ¿Qué había sucedido?

La llamada recibida era de George Soros.

Según Juan Antonio de Castro, coautor del libro Soros: Rompiendo España, el famoso especulador ofreció a Fernández  22.000 millones de dólares e interceder ante al FMI para flexibilizar las condiciones del pago de la deuda; a cambio, debía mantener el confinamiento, agilizar la tramitación de la legalización del aborto, facilitar la implantación de la universidad vinculada a la Open Society –una de las organizaciones de Soros- y la adjudicación de algunos monopolios, entre ellos, el eléctrico. Le hizo otra oferta que expondremos más adelante.

Deberíamos preguntarnos qué tendrán que ver los intereses de este “buen” hombre con el confinamiento motivado por un problema sanitario. Igualmente, habría que preguntarse la relación entre el mundo de sus negocios especulativos y la legalización del aborto. No deja de sorprender y alarmar que, asimismo, semejante personaje ofreciera su influencia ante el FMI, uno de los organismos internacionales más importantes de la gobernanza mundial.

Como podemos ver, las corrupciones patrias son una minucia comparadas con lo que se cuece en las instancias supranacionales. Curiosamente es en esas instancias donde los creyentes en la “Armonía Universal” beben los vientos por entregar las soberanías de los Estados-nación. Algo inaudito, salvo que tengan línea directa con Dios todopoderoso y les haya soplado que pondrá al frente de ellas al mismísimo Arcángel San Gabriel. No sé a Uds., pero a mí Christine Lagarde muy arcangélica no me parece; como tampoco sus predecesores ni su actual sucesora.

Volvamos a Soros y a su injerencia en Argentina, aceptada con entusiasmo por su presidente.

Tras la suspensión de pagos de Méjico en 1982, el mundo financiero estableció nuevas reglas para asegurarse el cobro de las deudas soberanas. Hasta entonces, el aval de las mismas solía ser las empresas públicas del Estado endeudado. A partir de aquel momento, apareció una nueva garantía: el territorio; y el lema utilizado no da lugar a dudas:

“Las empresas en quiebra pagan con su patrimonio. Los países en quiebra pagan con su territorio”

Como la ejecución de una deuda mediante la apropiación de un territorio ajeno sería muy impopular y conflictiva, el hecho se disfraza de protección de derechos, ya sean humanos, democráticos, singulares….

La Patagonia está en la mira. Es una región de vastísima riqueza y prácticamente despoblada. Se ha creado un movimiento indigenista, el de los mapuches, reclamando autonomía. Su sede está en Bristol, Gran Bretaña, un lugar muy indígena, como todos sabemos. La impostura del movimiento llega al punto de enarbolar una bandera, antes desconocida, para dar mayor simbolismo a su reivindicación. Incluso la bandera se diseñó en Bristol.

El hundimiento económico de Argentina, consecuencia de las medidas de confinamiento, va a generar tal volumen de deuda añadida que puede poner en bandeja una nueva organización territorial del país que, sin plantear la independencia total de la Patagonia, lleve a la explotación de sus recursos por los intereses mundialistas, no por concesión –fórmula tradicional- sino mediante alguna ingeniería jurídica creada al efecto.

El desenlace del confinamiento: una deuda desbocada y una nación empobrecida, sería el momento ideal para la depredación de este país hermano, con unos habitantes sin ánimo para oponerse a nada, salvo reclamar un plato de lentejas que llevarse a la boca.

El escenario descrito, sí encajaría perfectamente con los intereses de este gran “benefactor de la humanidad”. Claro que nada podría realizarse sin la complicidad del gobierno y la clase política ¿A dónde irán a parar los 22.000 millones de dólares? ¿Sólo a ayudas sociales?

La situación de Argentina y de España es muy pareja:

Gobiernos y clase política dominante, ambos mundialistas.

Estrechos vínculos de los dos Gobiernos con George Soros.

Hundimiento económico que supondrá un crecimiento enorme del déficit y arrastrará a los Estados a unas deudas públicas impagables a pesar de, en el caso de España, posibles subsidios procedentes de la UE.

Regiones ricas reclamando derechos fragmentarios.

Movimientos políticos defensores de privilegios particularistas, uno bajo el escudo del nacionalismo, otro bajo el del indigenismo.

En ambos casos, estamos ante la intención de cobrar una deuda descomunal alimentada por políticas ¿irresponsables o cómplices? Es difícil creer en tanta irresponsabilidad continuada.

Nos había quedado pendiente otra oferta de Soros al presidente argentino, ésta, muy relacionada con España: La instalación de una planta de la compañía Grifols. Esta empresa catalana, simpatizante del movimiento independentista, está participada por George Soros. El pasado 5 de Mayo anunció haber finalizado el desarrollo de unos “tests”, al parecer más efectivos que otros ya existentes, para detectar el coronavirus.

Unas de las mayores críticas recibidas por el Gobierno ha sido, precisamente, su poca “habilidad” para adquirir esta clase de pruebas. Su encadenamiento de errores ha llamado poderosamente la atención, y la disculpa de la Ministra de Exteriores de que España estaba poco habituada a comerciar con China pareció una broma mala, muy mala; España importó de este país más de 29.000 millones de euros en 2.019

¿Puede equivocarse alguien tanto disponiendo de empresas nacionales experimentadas en este tipo de comercio internacional?

¿Acabará comprando el Gobierno “tests” para hacer pruebas masivas? En caso de comprarlos, ¿quién será la empresa adjudicataria?

Y ¿el empeño de Soros por legalizar el aborto? Me referiré a él sin entrar en criterios morales ni religiosos.

Recordemos la famosa fórmula de Bill Gates integrada por cuatro factores, cuya interacción, según él, sería la responsable de la emisión de CO2.

CO2 = P x S x E x C

CO2: La cantidad de dióxido de carbono emitido a la atmósfera.

P: La cantidad de población

S: La cantidad de servicios que necesita una persona promedio (S/P)

E: La cantidad de energía necesaria por S/P

C: El CO2 emitido por unidad de energía necesaria para atender a una persona promedio.

Gates abogó en su conferencia de 2010, titulada “Innovando hacia cero”, porque las emisiones de CO2 se aproximaran, precisamente, a cero. Para ello, sería necesario que el factor P –población- se redujera, asimismo, a límites cercanos a cero.

Si Gates aboga por minimizar la variable P de su famosa ecuación, deberíamos preguntarnos:

¿Qué factores influyen en P?

1.-Las relaciones sexuales entre hombres y mujeres.

2.-Que estas relaciones sean estables.

3.-La disponibilidad de un tiempo razonable para la educación de los hijos.

4.-Un mínimo de recursos materiales vitales.

5.-La esperanza de vida.

6.-La consideración moral acerca del nasciturus (concebido y no nacido).

7.-La consideración moral acerca de los más mayores.

8.-La implantación de los llamados derechos reproductivos.

Aunque pudieran existen más factores, los ocho citados estarían, a mi entender, entre los de mayor incidencia en la sociedad actual. Quiero volver a repetir que no hay intención moral en este somero análisis aunque la palabra moral aparezca en los factores 6 y 7.

¿Cómo se conseguiría minimizar el valor de P? Haciendo que todos los factores citados tendieran a cero; es decir:

Reduciendo al máximo el intercambio sexual entre hombres y mujeres.

Reduciendo al máximo la estabilidad de sus relaciones.

Reduciendo al máximo la disponibilidad de tiempo para dedicar a los hijos.

Ídem los recursos materiales.

Ídem la esperanza de vida.

Ídem la consideración moral del nasciturus: P tendería a 0 entre quienes defienden que el nasciturus es sólo un objeto patrimonio de su madre y, por tanto, la viabilidad existencial de aquél dependería de la voluntad de ésta, y a 10 entre quienes afirman que el nasciturus es un ser humano individual en gestación, dependiente de su madre para desarrollarse, pero no propiedad de la misma, por tanto su voluntad no podría interferir en su curso vital.

Ídem la consideración moral de los más mayores.

Pongamos como ejemplo las declaraciones de miembros del gobierno Holandés durante la crisis del Covid -19 relativas a la dedicación que deben merecer los mayores en un sistema de salud: Es evidente que juegan un papel distinto en Italia que en Holanda. En nuestro país, a partir de determinada edad, los mayores no ocuparían una cama de un hospital (la cita es una paráfrasis).

La consideración moral hacia los mayores de la sociedad italiana haría que P tendiera a 10, mientras que la de Holanda, haría que tendiera a cero.

Finalmente, una nula implantación de los llamados derechos reproductivos (donde se incluye al aborto) supondría que el valor de P tendería a 10, mientras que en una absoluta implantación de los mismos, la tendencia sería a 0.

Lo que he tratado de mostrar en esta explicación es que la petición de Soros al presidente argentino para agilizar la legalización del aborto tiene como objetivo reducir la P (población) de la fórmula de Gates. Una obsesión de la ideología mundialista, muy bien travestida con el mantra de los derechos; en este caso, reproductivos.

Al final, en la fórmula de Gates el factor clave no es P, son E (La cantidad de energía necesaria por S/P) o C (El CO2 emitido por unidad de energía necesaria para atender a una persona promedio) Sin embargo, su obsesión es la P.

Es una lástima que alguien con una fortuna de más de 110.000 millones de dólares, sin contar los fondos de la Fundación Bill y Melinda Gates, en vez de abogar por la reducción forzosa de la población, y en vez de colectar todos los años ingentes fondos para aplicar su ideología –porque de eso se trata- no dedicara el mismo esfuerzo en poner en práctica las patentes de Nicola Tesla, quien dedicó toda su vida a la consecución de la energía libre, una energía limpia, barata, prácticamente infinita, accesible a todo el mundo, que transformaría las relaciones de poder. ¡Ay! Seguramente a estos filántropos no les gusta esto de cambiar las relaciones de poder. La enorme riqueza generalizada que subyace tras los diseños para la liberación de energía de Tesla no puede ser del agrado de especuladores ni de informáticos devenidos en mesías de la humanidad. La riqueza y el poder cuanto en menos manos, mejor. Es preferible gastar inmensos recursos en corromper gobiernos, romper Estados, depredar naciones, pagar a organizaciones inútiles excepto para confundir y atomizar al ser humano en particularismo inverosímiles y, por supuesto, reducir esa P, que tanto les molesta, a la mínima expresión. Cosas de la gobernanza mundial.

El Evento Covid -19 se presenta como la ocasión perfecta para que países como España y Argentina sean puestos a disposición de gente de esta catadura.

Algo muy difícil de lograr sin la complacencia de quienes ostentan el “democrático” poder.


Marcelino Lastra Muñiz

 

PUBLICADO EN:  https://www.miciudadreal.es/2020/05/20/nacimiento-y-consecuencias-del-covid-19-parte-4/

 

martes, 16 de marzo de 2021

Nacimiento y consecuencias del COVID-19. Parte 3

Como todo acontecimiento excepcional, esta pandemia está moviendo placas tectónicas de todo tipo. 

Consecuencia de estos movimientos ha sido y es la aparición de una serie de hechos inexplicables, entendiendo como tales aquellos cuya razón es difícil de entender o advertir. Difíciles de advertir, porque suceden sin darnos cuenta; y de entender, porque nuestras ideas preconcebidas podrían ser un obstáculo para tener una idea clara de lo que está ocurriendo.

 Pero también han aparecido hechos extraordinarios, esos que se salen de lo común y corriente.

Para analizar el evento Covid- 19 está bien fijarse en España, pero insuficiente; es imprescindible coger altura y contemplar al resto de los Estados-nación del mundo.

El primero de estos hechos extraordinarios, de unas consecuencias trascendentales, fue la actuación de médicos patólogos italianos que estuvieron en desacuerdo con las recomendaciones/instrucciones de la OMS y decidieron que si no se efectuaban autopsias nunca se sabría qué estaba pasando. Realizaron 500 y se encontraron con que los procedimientos emanados de la OMS eran erróneos. Hasta entonces, los respiradores eran considerados un elemento fundamental del tratamiento; recordemos que en España, su falta hizo que el Gobierno pidiera ayuda a la OTAN.

Las autopsias sacaron a la luz que el virus producía una tormenta inflamatoria en los pulmones debido a las alteraciones de las citoquinas, pudiendo generar trombocitos y, por tanto, el riesgo de obstruir las arterias o venas encargadas de irrigar cada segmento del pulmón. La carencia de sangre producía la muerte de la parte pulmonar afectada. Cuando esta situación continuaba, la oxigenación pulmonar desaparecía, produciendo la muerte del paciente. En los procedimientos de la OMS, la parte pulmonar afectada fue catalogada como zona neumónica, confundiendo a los médicos, quienes dieron por sentado que se trataba de una neumonía. El uso de los respiradores pudo haber causado un número de muertos imposible de cuantificar; en vez de oxigenar pudieron asfixiar a los afectados. Cuando los médicos italianos cambiaron el procedimiento de la OMS por otro basado en antiinflamatorios, anticoagulantes (antiagregantes plaquetarios) y antibióticos para combatir la acción bacteriana en la sangre -origen de los trombocitos-, en 48 horas fueron dadas de alta alrededor de 20.000 personas.

La Dra. argentina Chinda Brandolino ha manifestado que la prohibición de hacer autopsias y cremar a los cadáveres ha servido para ocultar la verdad.

También en Argentina, la abogada Déborah Huczek ha reclamado que la OMS y sus directivos sean juzgados por crímenes contra la humanidad por ser responsables de la propagación del virus.

Todos deberíamos salir a los balcones para aplaudir a estos patólogos italianos que antepusieron su deontología profesional al seguidismo jerárquico portador de instrucciones, cuanto menos, extrañas.

El segundo hecho extraordinario es, a mi entender, el informe del Centro de Información Nacional Bacteriológica de EE.UU.; su título: “La vacunación contra la influenza e interferencia con otros virus respiratorios en el personal de Defensa en la temporada 2.017-2.018”

La Dra. Brandolino difundió la conclusión de dicho informe, donde se establece: “La interferencia viral derivada de la vacuna se asoció significativamente con el coronavirus y el metaneumovirus humano”.

Esta interferencia viral podría haber sido la responsable de lo sucedido en Italia: La misma doctora afirmó que el 100% de las personas afectadas por el coronavirus en Lombardía había sido vacunado obligatoriamente contra la gripe; y denunció el error sobre el llamado enfermo asintomático, sencillamente porque “cuando alguien no tiene síntomas está sano”, y que aquellos que pasaron el Covid – 19 y presentan anticuerpos tienen un virus débil, domado, que si contagiara a otra persona crearía un efecto benefactor, ya que lo haría inmune sin riesgo para la salud debido, precisamente, a la poca virulencia del patógeno. Esta llamada inmunidad de rebaño es lo que ha permitido la supervivencia de la especie humana, no el confinamiento.

El tercer hecho extraordinario se está produciendo en África.

La coalición de partidos de la oposición de Nigeria (CUPP) ha denunciado el intento de soborno de Bill Gates -10 millones de dólares- para que la Cámara de Representantes aprobara de forma urgente, soslayando el trámite parlamentario, el Proyecto de Ley de Control de Enfermedades Infecciosas 2.020, conocido coloquialmente como Proyecto de Ley de Vacunación Obligatoria “que propone la vacunación obligatoria de todos los nigerianos, incluso aunque no se hayan descubierto las vacunas”. Es decir, el Sr. Gates pretende que cada vez que su entramado “filantrópico” “descubra” una nueva vacuna contra lo que sea, los nigerianos deberán ponérsela obligatoriamente.

El presidente de Tanzania, John Magufuli, utilizó a los órganos de seguridad del país para enviar al laboratorio donde se analizaban los test del Covid -19 muestras de cabras, ovejas, pájaros, papaya…., haciéndolas pasar por humanas. El resultado fue que algunas, como las de la papaya, cabra y pájaros, dieron positivo de coronavirus. Magufuli, que es matemático y químico, manifestó:

“Es posible que haya errores técnicos o que los reactivos importados tengan problemas. También es probable que los técnicos estén siendo pagados para inducir al error”

De manera muy diplomática, el presidente tanzano lanzaba la sospecha de sabotaje y corrupción con la finalidad de crear una epidemia en dónde no la había. Tampoco evitó cuestionar a la OMS, elegantemente.

El cuarto hecho fuera de lo común ha sido la llamada del presidente de Madagascar para expulsar a la OMS de África. Acusó a Europa de mala fe con África. De crear instituciones para controlar a los países africanos. Afirmó que África ha encontrado un medicamente contra el coronavirus, pero que Europa lo desprecia porque “cree que tiene el monopolio de la inteligencia”.

Supongo que Andry Rajoelina ha hablado con conocimiento de causa. Siento mucho que dentro de ese nombre genérico de Europa se encuentre España que no tiene vela en este entierro. Efectivamente, la Europa transpirenaica ha dejado mucho, muchísimo, que desear con el continente Africano.

El medicamento en cuestión procede de la artemisa, en concreto de la variedad “artemisa annua”.  Esta planta también se encuentra en las Canarias.

Desconozco el éxito del llamamiento del presidente malgache. La “ilustrada y revolucionaria” Francia; la “liberal” Gran Bretaña; la “laboriosa” Alemania; la “comerciante” Holanda; la inane –sin comillas- Bélgica, tienen sobrada experiencia en encarrilar a quienes osan alzar la voz.

El cuarto hecho extraordinario vuelve a nacer en Italia. Este país, como España, está controlado por el mundialismo. Sin embargo, los actos disidentes obtienen repercusión por su valentía. Que un médico sea valiente por hacer su trabajo - una autopsia - nos indica el grado de coacción totalitaria de las democracias posmodernas. Lo mismo sucede en la política. Que una diputada, Sara Cunial, haya saltado a la fama por hacer el suyo, nos señala tres cuartos de lo mismo. Esta mujer llena de coraje puso voz a lo que es un secreto a voces y, lo mismo que con sus compatriotas médicos, me quito el sombrero ante ella y le hago una reverencia en señal de mi más sincero respeto.

Cunial nos recordó como el filósofo inglés Hobbes decía que “el poder absoluto no nace de una imposición desde arriba sino de la elección de individuos que se sienten más protegidos renunciando y concediendo la propia libertad a otras personas”.

En su discurso, Cunial fue muy clara y habló sin ambages sobre la finalidad escondida tras el Covid – 19:

“El verdadero objetivo es el control total, el dominio absoluto de los seres humanos, convertidos en conejillos de indias y esclavos, violando la soberanía y el libre albedrío. Todo esto a través de engaños, travestidos de compromisos políticos.”

La comparecencia de la diputada italiana terminó dirigiéndose al presidente italiano:

“Querido presidente Conmte, la próxima vez que reciba una llamada del filántropo Bill Gates envíelo directamente a la Corte Penal Internacional por crímenes contra la humanidad, de lo contrario, díganos cómo deberíamos catalogar al amigo abogado (refiriéndose a Conmte) que recibe instrucciones de un criminal”

Son pocas, pero cada vez más, las voces disconformes, disidentes e, incluso, rebeldes. No es fácil.

He hablado con profesionales médicos, enfermeros, conocidos de los medios de comunicación más representativos, políticos de diferentes siglas de nuestro país y con gente de Hispanoamérica de los mismos sectores. Si tuviera que resumir mi experiencia con una palabra, sería confusión. Mi opinión más íntima es que se trata de una confusión fingida; un parapeto cimentado en ideas preconcebidas de años. La idea de la “Armonía Universal” vive con mucha fuerza; cada uno la manifiesta a su manera. Incluso gente con ideologías diversas se aferran a ella. Enfrentarse a la realidad es un choque difícil de asumir. No existe ninguna “Armonía Universal”. La experiencia vital es el resultado de una dialéctica permanente de intereses encontrados; en ella, el “boquerón que se duerme, la corriente se lo lleva”, dice el refrán y no se equivoca. Los medios audiovisuales tienen magia, crean nuestra realidad y proporcionan al televidente la impresión de estar bien informado. Es casi imposible mantener, no digo ya cultivar, el espíritu crítico conviviendo día tras día con el televisor y las películas o programas cuyo contenido es una droga evasiva llamada entretenimiento; ese instrumento utilizado para “desconectar”. Lo malo es que al desconectar de los problemas, desconectamos de darles una solución; con el peligro de convertirnos en el boquerón que la corriente se lleva. Pensemos si no ha llegado el momento de desenchufarnos de tanta pantalla extraplana y salir a pasear para hablar con uno mismo o con amigos, familiares, no para buscar la evasión, sino para debatir sobre la realidad de las cosas y romper el cascarón mental en que estamos confinados.

Marcelino Lastra Muñiz

PD:

Cuando me propuse escribir esta serie de artículos sobre lo que llamé el Evento Covid – 19, creo que acerté en los asuntos a tratar de acuerdo al enfoque que pretendía dar a mi análisis; me equivoqué, sin embargo, en la extensión. Tres artículos, a pesar de su amplia largura, son poca cosa.

Por eso, la serie sobre el Covid – 19, continuará en próximos artículos.

Fuentes:

https://www.infobae.com/america/opinion/2020/04/23/la-oms-es-responsable-de-la-diseminacion-del-coronavirus-y-debe-ser-juzgada/

https://dailypost.ng/2020/05/04/bill-gate-offered-house-of-reps-10m-bribe-for-speedy-passage-of-compulsory-vaccine-bill-cupp-alleges/?fbclid=IwAR01kRMqzhAgVRPKfSwvhTuCHHlsGBIqybQ2zXCYdhCwkpd8ckvad0Hp1oY

https://www.laprensa.hn/mundo/1377893-410/tanzania-coronavirus-presidente-pruebas-test-covid-19-animales-positivos

The President of Madagascar, Andry Rajoelina has called on all African Nations to quit the World Health Organization (WHO)

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Marcelino Lastra Muñiz

PUBLICADO EN:  https://www.miciudadreal.es/2020/05/17/nacimiento-y-consecuencias-del-covid-19-parte-3/

 

 

domingo, 14 de marzo de 2021

Nacimiento y consecuencias del COVID-19. Parte 2

Que los derechos fundamentales sean afectados y la respuesta ciudadana consista en aplaudir la decisión es señal de que la psicosis colectiva ha madurado lo suficiente.

Vox fue el primer grupo parlamentario en pedir al gobierno el establecimiento del Estado de Alarma. También fue el primero en pedir el cierre de fronteras a vuelos procedentes de países donde el coronavirus se había hecho fuerte.

Finalmente, el 14 de Marzo comenzó la suspensión del derecho a la libre circulación de los españoles, excepto para los relacionados con actividades consideradas esenciales. La palabra confinamiento se hizo de uso común y en España se estableció la ilegalidad como forma de gobierno. Desde el comienzo, desde el minuto uno; porque el Estado de Alarma no permite la supresión de ningún derecho fundamental, sólo limitar la libertad de circulación y reunión en horas y zonas concretas. El confinamiento fue una medida ilegal. Es importante resaltar este hecho porque es de una enorme gravedad. La primera consecuencia de esta ilegalidad consentida es que la policía y la Guardia Civil reprimieran a personas por el único hecho de dar un paseo, ir a un supermercado algo más alejado, montar en bici o, simplemente, estar sentado a la puerta de su casa sin que hubiera persona alguna en varios metros a la redonda ¿Dónde estaba el peligro de contagio?  

Durante este tiempo, a los españoles se les ha suspendido la libertad de residencia, circulación, reunión y manifestación, en virtud de una aplicación del Estado de Alarma excedida en sus atribuciones.

Había formas de haber enfrentado la crisis sanitaria sin necesidad de violentar el ordenamiento jurídico.

Que el poder se acostumbre a ser irrespetuoso con la Constitución sabiendo que cualquier recurso al TC tardará años en resolverse debería ser una pésima noticia para todo ciudadano de un Estado de derecho, independientemente de su preferencia ideológica. En ese período la nación política, supuestamente soberana, estará al albur de la voluntad caprichosa de cualquier ejecutivo, lo que denota un pésimo diseño en la efectiva protección de los derechos fundamentales.

Gracias a una psicosis colectiva muy bien diseñada, condicionando el comportamiento general, se ha sentado un precedente peligroso e innecesario.

Goebels supervisaba la construcción de los campos de concentración nazis. Al recibir los planos de uno de ellos se encontró con una pregunta:

-¿Cuántos soldados cree Ud. que serían necesarios para custodiar el recinto? - Goebels estimó que su capacidad rondaría los 10.000 prisioneros.

-50 –fue su respuesta.

-¿No le parece que habrá mucha desproporción entre soldados y prisioneros? –argumentó el encargado del campo; Goebels zanjó el debate de la siguiente forma:

- De cada 1.000 prisioneros sólo uno intentará oponerse a la disciplina interna. El resto cumplirá y colaborará para mantener el orden; su instinto de supervivencia les hará actuar así. La misión de los soldados es detectar a los rebeldes potenciales y destruirlos. Por eso, aunque con 10 sería suficiente, dispondrán de 40 más.

Tal y como corroboró Solomon Asch en su famoso experimento, la complacencia social es un fenómeno gregario de emulación donde la mayoría arrastra a la minoría a actuar de una forma determinada.

Otra característica del accionar del grupo es la obediencia ciega a la autoridad.

El abogado Luis de Miguel Ortega, especialista en derecho sanitario y persona incómoda por denunciar la corrupción sanitaria o las técnicas utilizadas en la corrupción médico-farmacéutica, nos recuerda, cómo Stanley Milgram, tras otro reconocido experimento, llegó a la siguiente conclusión:

“El 80% de la población carece de recursos psicológicos y morales para resistirse a una orden o instrucción de la autoridad, sin importar el tipo de orden o instrucción”

A partir de esta conclusión, de Miguel Ortega afirma:

“Ese 80% de personas obedecerá ciegamente a la autoridad aunque implique el arresto domiciliario, la eutanasia, la violencia gratuita o el asesinato. Sólo el 20% de la gente posee la capacidad de ser crítica con el poder y desobedecer en distintos grados las instrucciones tiránicas”

¿Es el confinamiento social una medida sanitaria o, más bien policial y de control social? –se pregunta de Miguel.

La realidad es que la libertad de prensa está de hecho gravemente afectada, al igual que la de expresión. Véase como hecho paradigmático que Youtube afirmó públicamente y sin pudor que toda opinión sobre el Covid -19 que contraviniera la versión de la OMS sería censurada.

Se ha aislado física y psicológicamente a las personas y los ciudadanos han pedido más castigo y control a los disidentes por el mero hecho de pasear en solitario, confundiendo la delación de hechos intrascendentes en el campo sanitario con un acto de solidaridad.

Lo de menos era que el infractor estuviera en el desierto; se delataba al osado por incumplir durante unos minutos una orden gubernamental. De esta forma se respaldaba la actuación de la autoridad competente ante cualquier tipo de futura medida  represiva. En tiempos normales, a esta gente se la tildaría de chivata o colaboracionista –si viviera Hannah Arendt nos recordaría cómo los regímenes totalitarios comienzan con el colaboracionismo de gente corriente que cree actuar bien- hoy, en el preludio de la Nueva Normalidad, se les homenajea solapadamente en los telediarios mientras se ejecuta al incumplidor en el cadalso de la plaza pública posmoderna: la televisión; cuyos informativos actúan inspirados en el manual goebeliano.

Los sanitarios han manifestado como han podido la precaria situación en la que ejercen su trabajo, pero han sido incapaces de enfrentarse a unas órdenes que han supuesto la muerte de muchos compañeros, la infección de muchos más y un indudable riesgo personal al no estar debidamente protegidos.

Se han quejado también de no recibir medicinas para atender adecuadamente a pacientes de edad avanzada, entregándoles, a cambio, sólo sedantes; pero no dijeron basta. Y fueron ellos, no los gobernantes, quienes actuaron tal y cómo se les pedía a sabiendas de las consecuencias.

No parece que esto sea cumplir con el deber.

En su libro Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, Michel Foucault dejó constancia de las ordenanzas de una ciudad francesa del siglo XVIII en caso de peste:

“que la calle quede bajo la autoridad de un síndico que la vigila”; que “se ordena a cada uno que se encierre en su casa con la prohibición de salir”; que “cada familia habrá acumulado sus provisiones”; que “cuando es absolutamente preciso salir de las casas, se hace por turno y evitando todo encuentro”; “no circulan por las calles más que los intendentes, los síndicos, los soldados de la guardia….”; “la inspección funciona sin cesar. La mirada está por doquier en movimiento”

Para el filósofo francés, la peste es el sueño político de la “sociedad disciplinaria”: El encierro, la reglamentación, la vigilancia, el castigo…

La aparición de una peste permitirá el establecimiento de un “poder disciplinario”. Foucault también desarrollaría el concepto de biopoder, o la represión padecida en el ámbito corporal, en espacios cerrados, mediante disciplinas y planes reglados; se busca acomodar a cada individuo al molde o prototipo considerado ideal. Este concepto de poder nacería con la Revolución Industrial. Más tarde aparecerá la idea de psicopoder: la forma de poder mediante la cual el sistema político-tecnológico se apodera del pensamiento o racionalidad del ser humano.

Es imposible no verse reflejados en los experimentos de Solomon Asch, Stanley Milgram, en el modelo de Goebels o en el pensamiento filosófico e histórico de Hannah Arendt y Michel Foucault.

Las ordenanzas urbanas en caso de peste del siglo XVIII han sido el manual de operaciones de Simón y su grupo de “expertos”. No han inventado absolutamente nada. Pero a la vez que estos “científicos” se quedaban anquilosados siglos atrás, el poder político se ha parapetado en la argumentación técnica para justificar decisiones predecimonónicas, independientemente de su ilegalidad o irracionalidad; típica actuación del psicopoder contemporáneo que para neutralizar el pensamiento racional de las personas se escudan en las decisiones de los expertos/técnicos o en la ilusión tecnológica, como las absurdas predicciones basadas en modelos matemáticos expuestas durante todo este tiempo y que nadie se atrevió a cuestionar.

Se habla de las crisis sanitaria y económica. Falta una tercera: la del riesgo de una tentación autoritaria bajo un manto de formalismo democrático. Mejor no confiarse y tener nuestro espíritu crítico y los cinco sentidos en estado de alerta.


Sin tapujos
Marcelino Lastra Muñiz

 

PUBLICADO EN:  https://www.miciudadreal.es/2020/05/14/nacimiento-y-consecuencias-del-covid-19-parte-2/

sábado, 13 de marzo de 2021

Nacimiento y consecuencias del COVID-19. Parte 1

Este artículo y los siguientes que voy a publicar son de  MARCELINO LASTRA MUÑIZ, y fueron publicados allá por el mes de mayo de 2020 en la web MI CIUDAD REAL. Debo decir que llegó en 3 meses a las mismas conclusiones que yó después de un año y mucho mejor expresado de lo que podría hacerlo yó. Es por ello que suscribo totalmente lo que dice y le agradezco desde este humilde blog su valentía y buen hacer como periodista. 


El COVID-19 no es un simple virus; es el detonante de un acontecimiento mundial de dimensiones desconocidas. Todos sabemos o intuimos que tras él y gracias a él podrían producirse cambios de una trascendencia desconocida en nuestras vidas, impensables dos meses atrás.

Dedicaré cuatro artículos a este hecho. Para abrir el campo de observación del análisis es necesario cruzar los límites de lo políticamente correcto.

Hasta hoy, el evento COVID -19 se ha comportado como un gran río alimentado por 4 afluentes:

1.- El afluente de la investigación quimérica.

2.- El de la psicosis colectiva

3.- El relativo a la supresión o limitación de derechos fundamentales.

4.- El de los hechos inexplicables

A su vez el río COVID -19 se encamina a ser el afluente de otros dos ríos de extensión y caudal desconocidos hasta el momento:

5.- El hundimiento económico

6.- La nueva normalidad

Este primer artículo lo dedicaré a los dos primeros puntos.

1.- En una investigación quimérica se busca alcanzar logros imposibles; entre ellos, modificar genéticamente un elemento natural para hacerlo más eficaz. El mundo científico llama a este proceso “ganancia de función”. La relativa a un virus sería convertirlo en más peligroso, más resistente, más agresivo. Este tipo de modificaciones es el utilizado para desarrollar armas biológicas.

Los científicos estadounidenses Rashida A. Bottar y la Dra. Mikovits, entre otros, descubrieron que el COVID -19 se creó mezclando una secuencia del coronavirus –la SHC, componente de un antígeno superficial- con el SARS, y la mezcla fue enriquecida con VIH y ortólogos (genes que surgieron de una secuencia ancestral de un ADN común y después divergieron en un evento de especiación)- En pocas palabras, el COVID-19 no tendría su origen en una zoonosis, sino en una alteración humana.

Debido al enorme riesgo de esta clase de investigaciones, científicos especializados en este campo aconsejaron paralizarlas. En 2014 la Administración de EE.UU. aprobó la moratoria. A partir de ese momento, una persona con  nombre propio, Anthony Fauci, Director del Instituto Nacional de la Salud para Enfermedades Infecciosas, adquiriría especial protagonismo.

En 2015, Fauci aprobó, bajó la categoría de fondos reservados, un presupuesto de 3,7 millones de dólares para continuar esta investigación quimérica, prohibida legalmente en EE.UU., en la ciudad de Wuhan, China, con la colaboración de las universidades de Carolina del Norte y Harvard.

En 2017, en la Universidad de Georgetown, el propio Fauci hizo una sorprendente premonición: la actual presidencia de EE.UU. –refiriéndose a Donald Trump- tendrá que afrontar una pandemia.

¿Cómo podía saber en 2017 algo que sucedería en 2018, 2019 o 2020?, se interroga el Dr. Rashid, quien, a través de esta pregunta, se adivina una denuncia a todos los visionarios que dejan boquiabierta a su audiencia, como el propio Bill Gates; todos ellos tocados, al parecer, por la vara de Dios todopoderoso.

Para Rashid, independientemente de cómo apareciera este virus en el mundo, el sistema de EE.UU. estuvo relacionado.

Es decir, Rashid no se decanta por si el virus escaparía motu proprio por alguna rendija del laboratorio de Wuhan o fuera liberado en esa ciudad o también en otros lugares. No se decanta porque, hacerlo, sería especular sobre algo ajeno al ámbito científico al que pertenece.

Ahora bien ¿Qué querría decir Rashid al mencionar la palabra sistema?

La prensa estadounidense utiliza la expresión Estado Profundo -Deep State- para referirse a esa estructura no oficial con gran influencia en los asuntos de relevancia pública que no responde a nadie. Este estado paralelo forma parte del sistema, al igual que el oficial. A mi entender, Rashid utilizó la palabra de manera neutral.

Ahora bien, si Fauci hubiera actuado en nombre del Estado oficial, la moratoria declarada habría sido puro teatro para establecer una cooperación en tecnologías sensibles y peligrosas con un adversario geopolítico y si lo hubiera hecho en nombre del estado paralelo, subcontratando a un laboratorio de Wuhan el desarrollo de un arma biológica, habría que preguntarse a quién representaba el subcontratista chino, si al Estado oficial o al profundo, en caso de que algo así fuera posible en la República Popular China.

La geopolítica es un rompecabezas con demasiadas piezas difíciles de encajar.

En cualquier caso, hay mucha información que considera al COVID-19 resultado de una cooperación entre los sistemas –de los aparatos oficiales o no- de EE.UU y China en una “investigación quimérica” de contenido biológico.

2.- Las psicosis colectivas pueden ir precedidas de un constructo  edificado al margen de la realidad misma. Se trata de una realidad alterada, ejecutada por terceros ajenos al grupo humano afectado. El éxito de esta construcción consiste en lograr que cada persona de un determinado colectivo haga suya esa alteración de la realidad, entrando en el terreno de la alucinación. A partir de ese momento cada persona interpretará los hechos a través de la realidad alterada creada para confundirla.

Las psicosis colectivas son irracionales; de no ser así, no hubiera sucedido que  “En esta pandemia todos los fundamentos científicos se hayan tirado al inodoro” Que “se estén ignorando los aspectos básicos del funcionamiento del sistema humano: La fisiología se ha tirado a la basura; todo el conocimiento sobre virología y enfermedades infecciosas (…); los postulados de Koch”.

Instalada la irracionalidad, la psicosis del miedo lleva a buscar fórmulas salvíficas de manera acrítica; para ello es necesario elevar al pódium de los milagros a determinados remedios o instrumentos tecnológicos. El papel de los medios de comunicación vuelve a ser imprescindible.

El rey de estas fórmulas-milagro es el deseado y ansiado test de reacción en cadena de la polimerasa, conocido como RT-PCR. El inventor del mismo en 1989, el bioquímico y Premio Nobel de Química Kary Mullis, ya advirtió de que no debería usarse para fines diagnósticos; únicamente cuando algo tuviera una secuencia genética previamente identificada. Entonces, ¿por qué se utilizan para lo que no sirven? –Se pregunta el Dr. Rashid.

“Hay falsos positivos provenientes de (…)” estos “(…) tests inadecuados”

La propia OMS lanzó advertencias con escasa justificación científica: En un comunicado de 24 de Abril, afirmó lo siguiente:

“Actualmente no existe evidencia de que las personas que se han recuperado del Covid-19 y tienen anticuerpos estén protegidas de una segunda infección”

De esta forma, esta agencia de la gobernanza global, lanzó al mundo la sospecha de un rebrote del COVID-19.

Seis días después, jueves 30 de Abril, el médico del Hospital Nacional de Seúl Oh Myoung-don, manifestó en una conferencia de prensa:

“El proceso mediante el cual el Covid-19 produce un nuevo virus se lleva a cabo sólo en las células huésped y no se infiltra en el núcleo. Esto significa que no causa infección crónica ni recurrencia

El doctor surcoreano explicó que las pruebas de PCR que se utilizan para detectar el Covid-19 tienen “límites técnicos”, es decir, no son del todo fiables y pueden conducir a falsos positivos al considerar como recaída algo que no es. Esto se debe a que las pruebas no son capaces de detectar si un virus está vivo o muerto.

La anterior afirmación estuvo sustentada en los resultados de los cultivos del virus efectuados por el Comité de Control y Prevención de Enfermedades de Corea del Sur, que no encontró virus vivos en los pacientes recuperados.

Mientras el peligro de rebrote manifestado por la OMS se divulgó casi al instante y continúa hasta hoy, la información de los científicos de Corea del Sur no ha corrido la misma suerte ¿Por qué?

A los “límites técnicos” de los PCR, hay que añadir otro más de enorme importancia:

“Hay numerosos estudios que demuestran que si tienes la vacuna de la gripe, especialmente la trivalente, se dará un falso positivo en los tests” Y acaba preguntándose: ¿A saber lo Qué se le ha inyectado a la gente estos años? La respuesta la daría la bióloga Judy Mikovits al afirmar que la última vacuna de la gripe contenía el virus SARS.

Está misma bióloga llegó a afirmar que las personas vacunadas son más propensas a contraer el virus; quizá por eso, el Dr. Rashid lanzó otra de sus cargas de profundidad en forma de pregunta:

¿Cuántos de los fallecidos fueron vacunados contra  la gripe estacional?

Si el Premio Nobel e inventor de los PCR estableció que no se utilizaran para realizar diagnósticos; si el Comité de Control y Prevención de Enfermedades de Corea del Sur ha demostrado los falsos positivos en pacientes recuperados; si el Dr. Rashid informa de la existencia de diversos estudios que denuncian más falsos positivos, esta vez con las personas vacunadas contra la gripe, en especial con la vacuna trivalente; ¿a qué viene este furor por los tests masivos?

Yo mismo he sido testigo de los “límites técnicos” de los tests, a través de la información de una fuente de absoluta confianza: Un médico de una clínica de Madrid se sometió a la prueba del PCR, con resultado de haber pasado el coronavirus; la existencia de los anticuerpos así lo anunciaban. Dos semanas más tarde volvió a hacerse la prueba; el resultado fue que nunca había tenido el COVID-19. No había anticuerpos.

El Dr. Rashid acusa de que se está “inflando la cifra de muertos por COVID-19 al especificar en los certificados de defunción que ésta es la primera causa”

También denuncia que los médicos de EE.UU. “han recibido una carta para mandar a casa a la gente si presentara síntomas y en caso de muerte poner que fue por el COVID-19”

Algo que llama la atención es la similitud de lo que sucede en EE.UU. con lo vivido en España  

En relación a sus colegas, el Dr.Rashid agrega:

“Y lo que realmente me molesta es que hay miles, decenas de miles de doctores y científicos ahí afuera que saben que esto es un fraude y no dicen nada, bien porque temen el ostracismo social y ser señalados y difamados socialmente o tienen miedo a perder su licencia (…) Por Dios, esto está cambiando el planeta y todo científico o doctor que sepa que esto es una tapadera tiene que abrir la boca y hablar”.

¿Estará el sistema convirtiendo a los médicos en meros ejecutores de unos procedimientos diseñados en instancias superiores, restringiendo su condición facultativa y apaciguando su espíritu crítico?

Personalmente, este articulista sentiría pavor si fuera así.

Marcelino Lastra Muñiz

Fuentes:

https://www.washingtonexaminer.com/news/south-korean-scientists-conclude-people-cannot-be-infected-with-coronavirus-more-than-once?_amp=true&__twitter_impression=true&fbclid=IwAR2OVzVrh67Xv_UJcnkXJsyfZZBulVnQ6JO0YXwMswsQsrXaVUFEm2A6SC4

http://www.koreaherald.com/view.php?ud=20200429000724

ARTICULO PUBLICADO EN:

https://www.miciudadreal.es/2020/05/06/nacimiento-y-consecuencias-del-covid-19-parte-1/