por Thierry Meyssan
Al menos 17 países implicados en una
red de tráfico ilegal de armas
Desde hace 7
años, armas por valor de varios miles de millones de dólares han sido
utilizadas ilegalmente contra Siria, hecho que desmiente la versión
de que la guerra contra la República Árabe Siria era una “revolución
democrática”. Numerosos documentos demuestran que ese gigantesco tráfico de
armas fue organizado por el general estadounidense David Petraeus,
primeramente de manera pública, a través de la CIA y como
director de esa agencia estadounidense. Pero luego lo hizo a título
privado, desde la firma financiera KKR y con ayuda de
altos funcionarios de Estados Unidos. El “conflicto sirio”,
que comenzó siendo una operación imperialista de Estados Unidos y
Gran Bretaña, se convirtió así en una operación capitalista de carácter
privado, mientras que el Estado Profundo cuestionaba en Washington
la autoridad de la Casa Blanca. Nuevos elementos sacan ahora a la luz
el papel secreto de Azerbaiyán en el desarrollo de la guerra contra Siria.
Red Voltaire | Damasco (Siria) | 18 de julio de 2017
¿Cómo
recibían los yihadistas de Alepo armamento de fabricación búlgara?
En el
momento de la liberación de Alepo y la toma del estado mayor saudita que allí
existía, la periodista búlgara Dilyana Gaytandzieva comprobó la presencia
de armamento proveniente de su país en 9 arsenales abandonados por
los yihadistas. La periodista anotó cuidadosamente los datos
inscritos en las cajas que contenían ese armamento búlgaro y, ya
de regreso en Bulgaria, se dio a la tarea de investigar cómo
llegó ese armamento a suelo sirio.
Desde 2009,
y exceptuando el breve periodo de tiempo que va de marzo de 2013 a
noviembre de 2014, Bulgaria se halla bajo el gobierno de Boiko Borisov,
personaje sui generis proveniente de una de las organizaciones
criminales más importantes de Europa: la SIC (Security Insurance Company).
No está de más recordar que Bulgaria es miembro de la OTAN y de la
Unión Europea y que ninguna de esas dos organizaciones ha emitido nunca la
menor crítica contra la llegada al poder en Bulgaria de un mafioso
identificado como tal por las agencias policiales internacionales.
Es por tanto
con peligro para su vida que la periodista búlgara Dilyana Gaytandzieva
siguió la pista y que la redacción del periódico Trud publicó
en Sofía su investigación [1]. Pero si Bulgaria ha sido uno
de los principales proveedores de armamento a los grupos armados que operan
contra el Estado sirio, también es cierto que ha contado
para ello con la ayuda de Azerbaiyán.
El gigantesco tráfico de armas organizado por
la CIA contra Afganistán, Irak, Libia, Siria y la India
Desde el
inicio mismo de las primaveras árabes, la CIA y el Pentágono
organizaron un gigantesco tráfico de armas, en violación de numerosas
resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Todas
las operaciones que mencionaremos aquí son ilegales a la luz del
derecho internacional, incluyendo las que el Pentágono organizó
públicamente.
En materia
de tráfico de armas, incluso cuando se recurre a individuos
o firmas privadas que sirven de pantalla, es imposible exportar
equipamiento sensible sin contar con el consentimiento expreso de los
gobiernos implicados.
Todo el
armamento que mencionaremos en este artículo, exceptuando los sistemas de
inteligencia electrónica, es de tipo soviético. Por definición, aunque
se afirme que ejércitos dotados de armamento del tipo OTAN son los
destinatarios finales de esos envíos de armas, eso es imposible.
Esos ejércitos sólo están sirviendo de pantalla para disimular el tráfico
de armas.
Ya se sabía
que la CIA había recurrido a la SIC y a Boiko Borisov para garantizar
urgentemente la fabricación de Captagón [2] destinado a los yihadistas
presentes en Libia y, posteriormente, también para los que operan
en Siria. Desde que se publicó la investigación de María Petkova en
la Balkan Investigative Reporting Network (BIRN), también se sabía
que entre 2011 y 2014 la CIA y el Special Operations Command del
Pentágono (SOCom) habían comprado a Bulgaria armamento para los yihadistas
por valor de 500 millones de dólares. Posteriormente, Arabia Saudita y los
Emiratos Árabes Unidos también pagaron más lotes de armas, de cuyo transporte
se encargaron las compañías Saudi Arabian Cargo y Etihad Cargo [3].
Según
Kresimir Zabec, del diario Jutarnji list, que se publica
en Zagreb, a finales de 2012, Croacia enviaba a los yihadistas
que operan contra Siria 230 toneladas de armamento, por un valor
ascendente a 6,5 millones de dólares. El envío de ese armamento a Turquía
se realizaba utilizando 3 aviones de carga Iliushin de la
compañía Jordan International Air Cargo y posteriormente aviones del ejército
de Qatar lanzaban las armas en paracaídas en zonas bajo control de los
yihadistas [4]. Según Eric Schmitt, del New York
Times, todo ese dispositivo fue concebido por el general
estadounidense David Petraeus, director de la CIA [5].
En 2012,
cuando el Hezbollah trató de descubrir el tráfico de armas organizado por
la CIA y el SOCom, hubo un atentado contra un grupo de turistas
israelíes en el aeropuerto de Burgas, centro neurálgico de dicho tráfico.
En total contradicción con la investigación de la policía búlgara y con
las conclusiones forenses, el gobierno de Boiko Borisov atribuyó el
atentado al Hezbollah y la Unión Europea clasificó a la resistencia libanesa
como «organización terrorista» (sic). Hubo que esperar a que
Borisov se viera temporalmente fuera del poder para que el ministro
búlgaro de Relaciones Exteriores Kristian Vigenin, subrayara que la acusación
contra el Hezbollah carecía totalmente de bases concretas.
Según una
fuente cercana al PKK turco (Partido de los Trabajadores del Kurdistán),
los servicios secretos de Turquía fletaron trenes especiales para hacer
llegar a la ciudad siria de Raqqa, bajo control de lo que
entonces se conocía como el Emirato Islámico en Irak y
el Levante (EIIL) [6] lotes enteros de armamento
fabricado en Ucrania y pagado por Arabia Saudita y más de
1 000 camionetas de doble cabina modelo Hilux, de la marca japonesa
Toyota, especialmente adaptadas para soportar las duras condiciones del
desierto. Según una fuente belga, quien negoció la compra de esos
vehículos con la firma japonesa Toyota fue la empresa saudita Abdul Latif
Jameel.
Según Andrei
Fomin, de la Oriental Review, Qatar –deseoso de no quedarse atrás–
compró para los yihadistas la versión más reciente del Air Missile
Defense Complex Pechora-2D a la empresa estatal ucraniana
UkrOboronProm. La entrega estuvo a cargo de la empresa chipriota
Blessway Ltd [7].
Según Jeremy
Binnie y Neil Gibson, de la revista especializada en armamento Jane’s,
el US Navy Military Sealift Command (el mando de la marina de guerra
de Estados Unidos a cargo del transporte marítimo) abrió en 2015
dos licitaciones para el transporte de armas desde el puerto rumano
de Constanza hacia el puerto jordano de Aqaba. El contrato
lo obtuvo la Transatlantic Lines [8] y su ejecución comenzó justo
después de que Washington firmara el alto al fuego, el 12 de febrero
de 2016, con lo cual Estados Unidos violaba su compromiso.
Según Pierre
Balanian, de Asia News, ese dispositivo se mantuvo en marzo
de 2017, con la apertura de la línea marítima regular de la compañía
estadounidense Liberty Global Logistics entre los puertos de Livorno (Italia),
Aqaba (Jordania) y Yeda (Arabia Saudita) [9]. El geógrafo italiano Manlio
Dinucci señala que esa línea marítima estaba destinada principalmente al envío
de blindados a los yihadistas que operan en Siria y en Yemen [10].
Según los
periodistas turcos Yoruk Isik y Alper Beler, los últimos de la administración
Obama se concretaron a través de la empresa Orbital ATK, que
organizó, mediante Chemring y Danish H. Folmer & Co., una línea
regular entre los puertos de Burgas (Bulgaria) y Yeda (Arabia Saudita). Y
por primera vez se habla aquí no sólo de armamento fabricado por
Vazovski Machine Building Factory (VMZ) (Bulgaria) sino también por Tatra
Defense Industrial Ltd. (Chequia) [11].
Muchas otras
operaciones de envío de armamento a los yihadistas se han realizado
en secreto, como lo demuestran, por ejemplo, los casos del
carguero Lutfallah II, capturado por la marina libanesa el 27 de
abril de 2012, y del barco togolés Trader, interceptado
por Grecia el 1º de marzo de 2016.
Esas
operaciones representan en total cientos de toneladas de armamento y
municiones, quizás incluso miles de toneladas, pagadas principalmente por
las monarquías absolutistas del Golfo, supuestamente como respaldo a una «revolución
democrática». En realidad, esas petrodictaduras intervinieron
únicamente para que la administración Obama no tuviera que rendir cuentas
al Congreso de Estados Unidos (Operación Timber Sycamore) y
hacer pasar gato por liebre ante los parlamentarios [12]. Todo ese tráfico fue
controlado personalmente por el general David Petraeus, primeramente desde su
puesto de director de la CIA y más tarde desde la firma de
inversiones financieras KKR. Petraeus se valió para ello de la ayuda
de altos funcionarios, a veces bajo la presidencia de Barack Obama y
después, de forma masiva, bajo la actual administración Trump.
El papel, hasta ahora secreto, de Azerbaiyán
Según Sibel
Edmonds, ex funcionaria del FBI y fundadora de la National Security
Whistleblowers Coalition, de 1997 al 2001, el Azerbaiyán del
presidente Gaidar Aliev albergó en Bakú, a pedido de la CIA, al
número 2 de al-Qaeda, Ayman al-Zawahiri. A pesar de que aparecía
oficialmente como buscado por el FBI, al-Zawahiri, que ya
por entonces era el segundo jefe más importante de al-Qaeda, viajaba
regularmente en aviones de la OTAN por Afganistán, Albania, Egipto y
Turquía. También recibía frecuentes visitas del príncipe saudita Bandar
ben Sultan [13].
A sus
relaciones de seguridad con Washington y Riad, Azerbaiyán –país de población
principalmente chiita– agrega el gobierno sunnita de Ankara, que
lo respalda en su conflicto con Armenia sobre la secesión del
Alto Karabaj.
A raíz del
fallecimiento, en Estados Unidos, de Gaidar Aliev, en 2003,
su hijo Ilham se hace cargo del poder. La Cámara de Comercio
Estados Unidos-Azerbaiyán se convierte entonces en patio de
Washington, que rodea al presidente Aliev de personajes como Richard Armitage,
James Baker III, Zbigniew Brzeziński, Dick Cheney, Henry Kissinger, Richard
Perle, Brent Scowcroft y John Sununu.
Según
Dilyana Gaytandzhieva, en 2005, el ministro de Transportes, Ziya Mamadov,
pone a disposición de la CIA la compañía estatal Silk Way
Airlines, pagan Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.
Por su parte, el nada escrupuloso ministro de Relaciones
Exteriores Elmar Mamadyarov, envía a varias de sus embajadas instrucciones para
que presenten pedidos de aprobación para «vuelos diplomáticos» que,
en virtud de la Convención de Viena, no pueden ser sometidos a ningún tipo
de control de seguridad o aduanero. En menos de 3 años, más de
350 vuelos dispondrán de ese tipo de ese privilegio.
En virtud de
los tratados internacionales, y al igual que los vuelos civiles,
los vuelos diplomáticos no pueden transportar equipamiento militar y
los pedidos de reconocimiento como «vuelos diplomáticos» incluyen
relaciones muy completas de la carga que transportan. Sin embargo,
a pedido del Departamento de Estado de Estados Unidos, países como
Afganistán, Alemania, Arabia Saudita, Bulgaria, el Congo, los Emiratos
Árabes Unidos, Hungría, Israel, Pakistán, Polonia, Rumania, Serbia, Eslovaquia,
Chequia, Turquía y el Reino Unido simplemente hicieron caso omiso de esta
violación del derecho internacional, como anteriormente ya habían ignorado
los vuelos secretos de la CIA entre sus cárceles secretas.
En menos de
3 años, Silk Way Airlines transportó así armamento por valor de
al menos 1 000 millones de dólares.
Atando
cabos, la periodista búlgara Dilyana Gaytandzieva puso al descubierto un
extenso sistema que aprovisiona con armamento y municiones a los yihadistas,
no sólo en Irak y en Siria sino también en Afganistán,
Pakistán y el Congo, todo pagado siempre por Arabia Saudita y los Emiratos
Árabes Unidos. Algunas armas entregadas en Arabia Saudita fueron reenviadas a
Sudáfrica.
Las armas
entregado en Afganistán llegaron a manos de los talibanes, quienes
actúan bajo control de Estados Unidos, país que dice luchar
contra ellos. El armamento entregado en Pakistán estaba
probablemente destinado a la realización de atentados islamistas en
la India. No se sabe quiénes son los destinatarios finales de
las armas entregadas en el Congo a la Guardia Republicana del presidente Sassou
N’Guesso y a la Sudáfrica del presidente Jacob Zuma.
Los
principales negociantes eran las firmas estadounidenses Chemring y Orbital ATK,
ya mencionadas, así como las igualmente estadounidenses Culmen
International y Purple Shovel.
Además del
armamento de tipo soviético fabricado en Bulgaria, Azerbaiyán compró, bajo
la responsabilidad de su ministro de la Industria de Defensa, Yavar
Jamalov, varios alijos de armas en Serbia, Chequia y en otros países,
declarando siempre ser el destinatario final de las compras.
En cuanto al equipamiento de inteligencia electrónica, Israel puso a
disposición de la red la firma Elbit Systems para que apareciera como
destinatario final ya que Azerbaiyán no está autorizado a comprar ese
tipo de equipos. Esas excepciones demuestran que el programa de Azerbaiyán,
utilizado por Estados Unidos y Arabia Saudita, se hallaba totalmente
bajo control de Tel Aviv.
El Estado
hebreo, que dice haber observado una estricta neutralidad durante todo el
conflicto sirio, en realidad ha bombardeado en repetidas ocasiones al
Ejército Árabe Sirio. Cada vez que Tel Aviv ha reconocido la
realización de ese tipo de acciones, lo ha hecho afirmando haber destruido
armamento destinado al Hezbollah libanés. La realidad es que todas esas operaciones,
quizás con excepción de una sola, se realizaron en coordinación
con los yihadistas. Y hoy sabemos que Tel Aviv supervisaba además
las entregas de armas a esos mismos yihadistas, o sea que si bien
Israel se limitó a utilizar su fuerza aérea para apoyarlos,
en realidad estaba desempeñando un papel central en la guerra
contra Siria.
Según las
convenciones internacionales, la falsificación de los certificados de entrega
final y el envío de armas a grupos mercenarios para que derroquen gobiernos legítimos
o destruyan Estados reconocidos son crímenes internacionales.
[1] “350 diplomatic flights
carry weapons for terrorists”, por Dilyana Gaytandzieva, Trud, 2 de julio
de 2017.
[2] «De cómo Bulgaria abastece en drogas y armas
a al-Qaeda y el Emirato Islámico», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 4 de
enero de 2016.
[3] “War Gains: Bulgarian Arms Add Fuel to
Middle East Conflicts”, María Petkova, Balkan Investigative
Reporting Network, 21 de diciembre de 2015.
[4] “TAJNA LETOVA JORDANSKIH
AVIONA S PLESA Sirijski pobunjenici dobivaju oružje preko Zagreba!”, Kresimir Zabec, Jutarnji list,
23 veljača 2013. «TRANSFER HRVATSKOG ORUŽJA
POBUNJENICIMA U SIRIJI Sve je dogovoreno prošlog ljeta u Washingtonu!», Kresimir Zabec, Jutarnji list,
26 veljača 2013. “VIDEO: JUTARNJI OTKRIVA U
4 mjeseca za Siriju sa zagrebačkog aerodroma Pleso otišlo 75 aviona sa
3000 tona oružja!”, Kresimir Zabec, Jutarnji list, 7 ožujak 2013. “PUT KROZ ASADOVU SIRIJU
Nevjerojatna priča o državi sravnjenoj sa zemljom i njezinim uništenim ljudima:
’Živote su nam ukrali, snove ubili...’”, Antonija Handabaka, Jutarnji list,
9 ožujak 2013.
[5] “In Shift, Saudis Are Said
to Arm Rebels in Syria” and “Airlift To Rebels In Syria Expands With C.I.A.’S Help”,
C. J. Chivers y Eric Schmitt, The New York Times, 26 de febrero y
25 de marzo de 2013.
[6] También designado en Occidente
bajo la denominación Estado Islámico en Irak y Siria o
las siglas en inglés ISIL o ISIS, y actualmente conocido
sobre todo como Daesh, acrónimo árabe peyorativo. Nota de la Red Voltaire.
[7] “Qatar and Ukraine come to deliver
Pechora-2D to ISIS”, por
Andrei Fomin, Oriental Review (Rusia), Voltaire Network, 22
de noviembre de 2015.
[8] “US arms shipment to
Syrian rebels detailed”, Jeremy Binnie y Neil Gibson, Jane’s, 7 de abril de 2016.
[9] “Jordan strengthens military presence on border with Syria
and Iraq”, Pierre Balanian, AsiaNews, 11 de abril
de 2017.
[10] «Desde Camp Darby, armas estadounidenses
para la guerra contra Siria y Yemen», por Manlio Dinucci, Il Manifesto
(Italia), Red Voltaire, 18 de abril de 2017.
[11] «El Pentágono continúa los envíos de armas a
los yihadistas pactados por la administración Obama», Red Voltaire, 28 de
mayo de 2017.
[12] “U.S. Relies Heavily on
Saudi Money to Support Syrian Rebels”, Mark Mazzetti y Matt Apuzzojan, The
New York Times, 23 de enero de 2016.
***********************************************************************************************
***********************************************************************************************