Jueves 02 de
Julio de 2015 23:00
Según informaciones publicadas por el Confidencial
Digital, se produjeron ventas masivas de deuda, que compró el Banco Central
Europeo. Su intervención evitó una "tormenta financiera" que habría
disparado la prima de riesgo española
Lo ha reconocido en privado un ministro económico de
Mariano Rajoy. La inestabilidad en Grecia puso este lunes a España al borde de
una “tormenta financiera”. Sólo la actuación del BCE logró compensar las ventas
masivas de deuda española que se produjeron como consecuencia del estallido de
la crisis griega.
El Gobierno sostiene públicamente estos días que los
españoles pueden estar tranquilos porque España está “blindada” ante un
proceso de contagio de Grecia. Así se han venido expresando ante los medios el
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Economía, Luis de
Guindos, desde la reunión con carácter de urgencia de la Comisión
Delegada de Asuntos Económicos convocada este lunes en La Moncloa.
En todas sus comparecencias, los ministros insisten en
que el principal plan de contingencia de España son las reformas y las
políticas serias que se han aplicado durante los últimos años.
España, al borde de una “tormenta financiera”
Pues bien, esto no es del todo cierto. Según han
relatado a El Confidencial Digital fuentes cercanas a uno de los
ministros económicos del gabinete de Rajoy, la preocupación del Gobierno es
“máxima”, a pesar de los obligados mensajes de tranquilidad que los
miembros del Ejecutivo. “Ahora no se puede hacer otra cosa que calmar a la
población”, admite en privado el ministro.
Pero advierte del escenario vivido en España durante
la jornada del lunes: un auténtico horror.
Reconoce que pudo haber sido un
“verdadero infierno”, debido a la cascada de órdenes de venta de deuda
española que se sucedieron. Sólo la intervención del BCE evitó una “tormenta
financiera” y minimizó considerablemente el castigo sobre el país.
Las compras de bonos del BCE resultaron claves
Este ministro reconoce que la presencia del BCE como
comprador permitió que las ventas de los inversores se compensaran con la
adquisición de bonos por parte del banco central. Esta actuación garantizó
que se cruzasen órdenes de compra con la oleada de ventas.
De esta manera, el organismo que preside Mario Draghi
consiguió contener el primer gran efecto contagio. Evitó
una espiral de desconfianza en España que habría disparado la prima de
riesgo y la rentabilidad del bono.
Los indicadores no reflejaron la volatilidad
Según las fuentes consultadas, esta actuación explica
precisamente que estos dos indicadores no experimentaran un repunte mucho
mayor.
La apertura de la sesión apuntaba este lunes a que
sería la peor en años. La prima de riesgo española se disparaba hasta los
190 puntos, un avance de 65 puntos, que reflejaba que los movimientos del
mercado en los primeros minutos de cotización estaban siendo muy bruscos.
Pero el escenario de pánico sólo duró unos minutos
y se fue aliviando a lo largo de la jornada, atendiendo a los indicadores que
se registraron al cierre de la sesión.
El mercado de bonos se mantuvo también estable durante
la jornada del martes: compra de deuda alemana como refugio y venta de
los bonos a 10 años en países periféricos como España, Italia y Portugal.
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