Las democracias y los Estados de
Derecho están sufriendo el ataque de las élites porque el estado de shock que
se está generando a nivel mundial están ponderando la eficacia de las
dictaduras o las autarquías
14/03/2020
«Somos hijos
de la misma tierra y estamos en guerra». Esta es la estrofa de una canción en
la que, en referencia a otra crisis humanitaria, se daba en el clavo: los seres
humanos estamos en peligro porque el 1% que concentra el 82% toda la riqueza
del mundo aspira a conquistarlo todo, a ser los amos de todo, a someter a la
humanidad como Sauron con el anillo de poder: «Un Anillo para
gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a
todos y atarlos en las tinieblas».
La crisis
del coronavirus es la nueva fórmula que están utilizando estas élites, estos
sectores que controlan el verdadero poder, para imponer sus intereses. No
piensen que esto ha sido un brote vírico casual, una mutación espontánea. No.
Esto es un ataque directo al ser humano a través, nuevamente, de la imposición
del miedo.
El filósofo
Thomas Hobbes fue uno de los primeros en plantear una relación directa entre el
terror como elemento político y de construcción del Estado. La crisis del
coronavirus es una muestra evidente de cómo se está utilizando el miedo como
elemento de sumisión de las personas a las clases dominantes. No hay más que ver
el miedo y la psicosis que se está generando y las consecuencias
microeconómicas que ya está teniendo. Hay que recordar cómo los expertos y
estudiosos de los métodos de tortura han llegado a la conclusión de que sólo en
estado de crisis psicológica provocada por el miedo, el individuo entra en una
situación de vulnerabilidad extrema que lo hace perfectamente manipulable.
Si volvemos
la vista atrás nos encontramos múltiples ejemplos de sometimiento por el miedo
con fines políticos, sociales o económicos. Las élites tienen tanto poder que
esa manipulación es tan sutil que es muy complicado darse cuenta. Uno de los
puntos fundamentales de ese manejo del miedo como elemento de sometimiento es
el aprovechamiento de los momentos de contingencia provocados por una crisis o
un peligro, tal y como está ocurriendo ahora con el coronavirus, para imponer
medidas de subordinación que en circunstancias normales serían rechazadas por
la ciudadanía.
Las
dictaduras privadas del capital han aprendido de las dictaduras políticas. Las
primeras no tienen ideología ni color, salvo, evidentemente, el verde del
dólar. En situaciones de miedo las élites pueden imponer a los gobiernos las
medidas que más les favorecen, independientemente de si las consecuencias
serían catastróficas para la población. Como ésta se encuentra en estado de
shock, se aceptan. La crisis de 2008, que ahora tanto se evoca, sirvió para que
las clases dominantes pudieran imponer políticas austericidas y neoliberales
que aumentaron la desigualdad y la precariedad al mismo ritmo que el número de
millonarios.
Estas clases
dominantes, además, controlan a través del big data el flujo de información y
los canales de comunicación que llegan a las personas que están aterradas. Se
está atacando a la propia democracia, poner en duda su eficacia frente a una
crisis global de este tipo. ¿Cómo lo están haciendo? El coronavirus surgió en
China y se está generalizando un peligroso mensaje por la gestión que el país
asiático de la crisis sanitaria: las autarquías son más eficientes que las
democracias y se ponen ejemplos como la construcción de hospitales en 10 días o
la imposición del aislamiento sin que la población se rebele o proteste. Todo
eso lo contraponen con la gestión que se hace en los países democráticos de la
Unión Europea. Sin embargo, lo que no se dice en esos mensajes es que China ha
necesitado de casi 50 días para la reducción del número de contagios y que
en países como Italia o España apenas se llevan 15 días de gestión y que se
está en la fase de mayor número de contagios. No se trata de una mala gestión,
se trata de que una pandemia tiene fases, y en China están ya en la fase
descendente, mientras que en la UE se está en la ascendente.
¿Por qué se
utiliza una pandemia como elemento de miedo para socavar a los regímenes
democráticos frente a las autarquías o las dictaduras? Porque las élites viven
mejor con gobiernos que no están controlados por el pueblo y que, directamente,
los someten.
La
desinformación también es un elemento que se está utilizando a través de
estrategias de big data. Además del creciente número de bulos que corren por
las redes sociales o por las aplicaciones de mensajería, nos encontramos con
supuestos análisis económicos del éxito de China en el manejo de los mercados.
Foros y blogs se han llenado de la supuesta Operación Jaque Mate por la que «la
astucia» del presidente chino y su control de la economía han servido para
mantener a flote los recursos económicos soberanos del país asiático. Todo ello
comenzó a circular, casualmente, cuando las bolsas occidentales estaban
cayendo. Un nuevo elemento de comparación para favorecer a las autarquías
frente a las democracias.
El
coronavirus es la I Guerra Mundial del siglo XXI, no lo duden, es el intento de
sometimiento por parte de las élites, de las dictaduras privadas, que quieren
someter a la humanidad para seguir obteniendo beneficios. El miedo es su mejor
aliado y nadie, nadie, puede caer en la tentación de bajar los brazos. Al
coronavirus se le va a vencer siempre que todos seamos responsables y sigamos
las recomendaciones e indicaciones de las autoridades elegidas por el pueblo.
Las ciudadanías libres del mundo, unidas, son mucho más fuertes que las clases
dominantes y, con responsabilidad y fortaleza, terminarán venciendo esta guerra
que se ha iniciado en los grandes centros de poder.
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FUENTE: https://diario16.com/covid19-el-proyecto-manhattan-de-las-elites-contra-la-raza-humana-libre/
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NOTA DEL AUTOR DEL BLOG:
Debo felicitar a Manuel Dominguez Moreno, autor de este artículo por tener la valentía y honestidad de escribir en un periódico nacional como DIARIO 16, la verdad desnuda y simple de un acontecimiento tan grave en la historia de la Humanidad como el que nos ocupa.
¡¡¡¡GRACIAS POR SER ASÍ !!!!