por Gerhard Wisnewski
Sigue en
ascenso la tensión en Palestina después del secuestro y muerte de tres jóvenes
israelíes, seguido del asesinato de un joven palestino. Sin embargo, la
hipótesis del asesinato de los tres jóvenes israelíes ya había sido
mencionada, en el marco de una reunión, por el jefe del Mossad… una semana antes
del secuestro. Y el caso que nos ocupa, como por casualidad,
favorece precisamente los intereses del servicio de inteligencia y operaciones
especiales de Israel.
Red Voltaire | 11 de julio de 2014
No es un
reproche para el Mossad sino la demostración de que sabe hacer su trabajo. Y
sabe hacerlo tan a la perfección que vaticinó –con una semana de adelanto– el
secuestro de los tres jóvenes israelíes que se produjo el 12 de junio de 2014.
En efecto, en medio de la querella sobre la posible adopción de una
nueva ley de seguridad, el jefe del Mossad, Tamir Pardo, lanzó la siguiente
interrogante:
«¿Qué
pasaría si, dentro de una semana, fuesen secuestrados 3 jóvenes de 14 años
en una de las colonias?»
Exactamente
una semana después, tres jóvenes israelíes fueron secuestrados. ¿Casualidad? ¿O
fue el propio Mossad quien montó el secuestro?
Hay que
reconocer que resulta extraño. «Cada vez que el gobierno israelí se
mete en un callejón sin salida, sus enemigos acuden al rescate para sacarlo de
dificultades», se sorprende Kevin Barrett, del sitio web
estadounidense Veterans Today.
«Es una marca
de fábrica: en cuanto Estados Unidos presiona a Israel para que
abandone las colonias o detenga la construcción de nuevas colonias… estalla
alguna bomba.»
La comunidad
internacional arrincona a Israel y… ¡bum! estalla otra bomba. La comunidad
judía de Argentina se vuelve antisionista… y vuelan en pedazos la embajada
de Israel y el centro de la comunidad judía en Buenos Aires.
«Y ahora, en
el momento en que el mundo entero aplaude la reconciliación entre el Hamas
y al-Fatah, Israel se vuelve loco: tres jóvenes israelíes son secuestrados
e Israel emprende una razzia brutal en Cisjordania.»
Desaparecidos como si se los hubiese tragado la tierra
Lo anterior
parece indicar que Israel montó ese falso secuestro pero, por supuesto,
¡pensar eso sería caer en la «teoría del complot»!
Aunque, hay
que reconocer que todo este asunto del secuestro sucedió de una manera algo
curiosa. Varios medios de la prensa alineada han observado que ni siquiera
se sabía de qué tipo de «jóvenes» se estaba hablando: ¿«Alumnos de
una escuela del Talmud»? ¿«Estudiantes de religión» ¿«Niños
de las colonias»? ¿Todo eso al mismo tiempo? Además, no hubo petición
de rescate, nadie reclamó la autoría del secuestro. Los jóvenes
simplemente desaparecieron sin dejar rastro.
Sólo tuvimos
la afirmación de que habían sido secuestrados. Pero ¿realmente fue así? ¿Y
por qué se mantuvieron en silencio los secuestradores? Y si se mantenían
en silencio, ¿cuál era entonces el objetivo del secuestro? ¿Era «nada
más que eso», para matar gente y ya? Según el sitio [alemán] Spiegel Online,
no existía nada que indicara la identidad de los secuestradores,
no existía ninguna «prueba concreta» que acusara al Hamas.
Posteriormente, Hamas negó toda responsabilidad en el secuestro.
Hasta nuestros medios de prensa alineados estimaban que era evidente que «los
acontecimientos» se producían en el momento políticamente más
conveniente para el primer ministro israelí Netanyahu, según TAZ. «El secuestro
de los tres jóvenes se produjo en el momento más propicio para Israel»,
señalaba el Zürcher Tagesanzeiger citando a un experto:
«el
secuestro de los tres jóvenes se produjo en el momento más propicio para
Israel, según el experto en Medio Oriente Pascal de Crousaz. Y no aporta
nada al Hamas.»
Hasta el Deutschlandfunk
hostigó al embajador israelí con la siguiente pregunta:
«No hay
pruebas y es evidente que no existe ninguna pista clara, ¿y a pesar de eso
ya se sabe que fue Hamas?»
Una profecía extrañamente exacta
El secuestro
y asesinato de los 3 jóvenes venía como anillo al dedo a la línea dura del
gobierno israelí, para permitirle acusar al nuevo gobierno palestino de
coalición. Pero, precisamente en el mismo momento, estaba teniendo lugar una
durísima polémica sobre un proyecto de ley que prohibiría el intercambio de
terroristas condenados por asesinato. Y los supuestos servicios de seguridad
estaban en contra de esa ley. Según el diario israelí Ha’aretz, el
5 de junio de 2014, durante una importante reunión del buró de seguridad, el
jefe del Mossad, Tamir Pardo
«trató de
convencer a los ministros de no votar esa ley ya que traería como consecuencia
una reducción del campo de acción del gobierno en futuros secuestros».
Pardo puso
como ejemplo el secuestro de las 200 escolares cometido en Nigeria por el grupo
Boko Haram. Pero, según escribe el diario israelí, en aquella reunión el jefe
del Mossad también «imaginó un escenario extrañamente parecido al secuestro de
los tres adolescentes israelíes».
El jefe de los
servicios secretos preguntó entonces al ministro de Economía Neftali
Bennett:
«¿Qué hará
usted si dentro de una semana tres muchachos de 14 años son secuestrados
en una colonia? ¿Piensa usted decir que tenemos una ley que impide que
liberemos a ningún terrorista?»
Profecía
sorprendentemente exacta. «Tamir Pardo acaba de ganarse un lugar en el
panteón de los falsos adivinos», ironiza el Veterans Today.
El derecho a mentir
Hagamos un
cálculo. La famosa reunión del buró de seguridad [israelí] tuvo lugar el 5 de
junio y el jefe del Mossad, Tamir Pardo, «vaticinó» el mencionado
secuestro para una semana después. El 8 de junio, el gabinete había dado su
visto bueno a la ley, en contra de la voluntad de los servicios secretos,
y el secuestro de los 3 jóvenes se anunció el día 12. O sea, exactamente
una semana después de la amenaza de Pardo.
Los «complotistas»,
que nuevamente tienen tela por donde cortar, no han sido los únicos que
han visto en eso razones para sospechar. El diario Israel Today
escribía el 18 de junio:
«Responsables
de las Naciones Unidas y de las autoridades palestinas observan que Israel
podría haber montado la historia de los 3 jóvenes secuestrados por el Hamas.
[…]
No hay pruebas claras de que los 3 colonos israelíes hayan sido secuestrados. Cuanto más tiempo pasa van apareciendo más análisis que consideran que este nuevo caso es otra operación bajo bandera falsa [1] realizada por los israelíes. Eso recuerda la divisa del Mossad: “Haz la guerra engañando al enemigo” [2]
Cuando analizamos los indicios disponibles podemos comprobar que el “secuestro” proporciona a Israel una oportunidad para golpear brutalmente a los jefes y los civiles palestinos.»
No hay pruebas claras de que los 3 colonos israelíes hayan sido secuestrados. Cuanto más tiempo pasa van apareciendo más análisis que consideran que este nuevo caso es otra operación bajo bandera falsa [1] realizada por los israelíes. Eso recuerda la divisa del Mossad: “Haz la guerra engañando al enemigo” [2]
Cuando analizamos los indicios disponibles podemos comprobar que el “secuestro” proporciona a Israel una oportunidad para golpear brutalmente a los jefes y los civiles palestinos.»
En pocas
palabras: no muchos se tragan esta historia de secuestro, ni siquiera
entre nuestros medios de la prensa alineada. Y a medida que las dudas iban
en aumento, con más urgencia buscaban pruebas los israelíes.
Fue
entonces, el 30 de junio de 2014, que los adolescentes aparecieron muertos.
Entonces, ¿quién los mató? ¿No podemos pensar que haya sido el Mossad?
No obligatoriamente, en la medida en que los críticos dudan incluso de la
existencia misma del secuestro. Es posible que los servicios secretos
israelíes se hayan limitado a montar un suceso mediático, o sea
solamente una farsa sin víctimas. Varios testigos han considerado que la
ceremonia fúnebre más parecía una simple puesta en escena dada la falta de
lágrimas y que los ataúdes parecían estar vacíos.
Por otro
lado, el ejército israelí afirmó que el vehículo utilizado por los
secuestradores fue hallado y que había manchas de sangre y casquillos de balas
encima de los asientos. Pero no debemos olvidar que todos los militares
del mundo no sólo tienen derecho a matar sino también a mentir.
Al día
siguiente del descubrimiento de los cadáveres, el 1º de julio, las
autoridades presentaron una nueva prueba: la grabación de una supuesta
llamada telefónica en la que uno los jóvenes que solicitaba auxilio, llamada
hasta entonces «trágicamente descartada», según The Jewish Daily
Forward. «Me han secuestrado», dice supuestamente uno de los
jóvenes hablando a través de su teléfono móvil. Después se oyen gritos,
golpes y algo que parecen ser disparos. Finalmente cesa el ruido y sólo se oye
una canción en el radio del auto. Todo parece muy verídico, pero está por
demostrar. La llamada no ocasionó ninguna reacción porque los
telefonistas de la policía, según el Jewish Daily creyeron que se
trataba de una llamada falsa. Como señala un comentario en el sitio web del Jewish
Daily:
«Cuando hay
una llamada sospechosa, lo primero que debe hacerse es consultar el protocolo
y, después, castigar severamente a toda persona mayor de 12 años que se dé
el lujo de hacer llamadas falsas a los servicios de seguridad.»
[1] Una “operación bajo
bandera falsa” (en inglés false flag es una operación encubierta
montada de manera tal que pueda atribuirse su autoría al bando enemigo del
verdadero organizador. Nota de la Red Voltaire.
[2] No resulta ocioso
señalar en este contexto que Mossad es la abreviatura correspondiente a HaMosad
leModi’in v’leTafkidim Meyuhadim, que significa en hebreo “Instituto de
Inteligencia y Operaciones Especiales. Nota de la Red Voltaire.
Red Voltaire (Voltaire, edición Internacional)
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