Red Voltaire | 7 de enero de 2017
Los
yihadistas que desde el 24 de diciembre de 2016 contaminaron las aguas del río
Barada –fuente del preciado líquido para los más de 7 millones de
habitantes de Damasco, la capital siria, y su periferia– y volaron los
canales de suministro dieron a conocer un texto denominado «Declaración de
Barada» donde anuncian las condiciones que pretenden imponer.
En Damasco,
5,6 millones de civiles llevan 2 semanas sin agua corriente.
Recurriendo a camiones cisterna, las autoridades han logrado distribuir a
la población ciertos volúmenes de agua no potable, una o 2 veces en
15 días y a razón de 50 litros por familia. Aparte de los
bidones que han podido llenar así de agua utilizable sólo para su higiene
personal y algunas tareas domesticas, la población de Damasco está
viéndose obligada además a comprar agua mineral para beber.
Según la «Declaración
de Barada», los yihadistas sólo permitirán que los equipos
especializados limpien y reparen las fuentes de agua del Barada si el Ejército
Árabe Sirio pone fin a sus acciones combativas, en otras palabras…
si la República Árabe Siria se rinde.
En carta
dirigida al Consejo de Seguridad de la ONU, la República Árabe Siria
denuncia que esta nueva operación ha sido planificada por las potencias
extranjeras que apoyan y arman a los yihadistas.
Entre los 7
grupos yihadistas que firman la «Declaración de Barada» figuran los
«Cascos Blancos» (o White Helmets), que se anuncian
como un grupo de “defensa civil”. Esta «ONG humanitaria» (sic) fue
creada y es dirigida por James Le Mesurier, oficial del MI6 distinguido
en 2016 por la reina Isabel II con el rango de Oficial del Imperio
Británico. Estos Cascos Blancos o White Helmets se dedican
sobre todo a publicar en internet videos con imágenes sangrientas que
supuestamente muestran los «crímenes del régimen» y de los que se ha
demostrado que están realizados con actores y con fines de propaganda.
En todo caso
el hecho que esta «ONG humanitaria» haya firmado la “declaración” de los
yihadistas demuestra definitivamente su implicación en el conflicto como parte
beligerante.
La
participación de sus miembros en los combates ya había sido debidamente
documentada y el ministerio ruso de Defensa había señalado que este grupo «humanitario»
es en realidad «cercano a al-Qaeda».
Estos White
Helmets cuentan con financiamiento de Alemania, Dinamarca,
Estados Unidos, Francia, Japón, los Países Bajos y el Reino Unido.
El 19 de
octubre de 2016, el presidente de Francia Francois Hollande y su ministro de
Exteriores Jean-Marc Ayrault, así como la presidente de la Comisión de
Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional, Elisabeth Guigou, recibieron en
la sede de la presidencia de la República una delegación de miembros de los White
Helmets, acompañados del presidente del comité “civil” de Alepo (sic),
Hagi Hasan Brita, presentado a la prensa y al público francés como «alcalde
de Alepo».
Francia
incluso llegó a proponer a estos White Helmets como candidatos al
Premio Nobel de la Paz.
A la luz del
derecho internacional, privar de agua a los civiles es un crimen
de guerra.
De izquierda
a derecha, la señora Elisabeth Guigou, presidente de la Comisión de Relaciones
Exteriores de la Asamblea Nacional; el presidente francés Francois
Hollande; el autoproclamado “alcalde de Alepo” Hagi Hasan Brita;
un miembro de los “White Helmets”; y el ministro francés
de Exteriores Jean-Marc Ayrault.
***********************************************************************************************
***********************************************************************************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario