Por
Rubén Ramos
Los
"teólogos de la liberación" no sólo han frenado y frenan
el avance de los pueblos hacia su auténtica liberación.
Su moral judeo-cristiana apuntalando la “conciliación de clases”
para favorecer a los ricos y su soterrado combate contra los procesos
anti-hegemónicos (anti-imperialistas y anti-capitalistas), han
estado siempre presente en cuanto proceso liberador han podido
infiltrar.
También
están en primera línea cuando de sembrar cizaña se trata. Así lo
demuestra el “teólogo” Frei Betto cuando frente a la arbitraria
detención del ex-presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula, pretende
hacernos creer que se trata de una "investigación" que le
involucra y que compromete al Partido de los Trabajadores (PT) al
que Lula pertenece y dirige.
Lula,
a quien sibilinamente Betto ya convirtió en “reo y delincuente”
no habría actuado como el "Derecho" judeo-cristiano
establece. Con esto, el “teólogo”, a quien en varios lados echan
flores como “progresista” y “comprometido”, quiere hacernos
creer que la detención y las acusaciones contra el ex-presidente,
forman parte de un acto de justicia y no de un acto político.
¡Por
favor, señor Betto! No somos ingenuos y menos estúpidos. Usted sabe
muy bien que de lo que se trata es de echar abajo el BRICS y la ALBA
que representan alternativas de integración anti-hegemónicos y en
pro de la multipolaridad. En una y otra alternativas, el presidente
Lula jugó un rol protagónista como líder consecuente.
Frente
a la crisis que estas alternativas generaron en el bloque hegemónico
euro-estadounidense-israelí, sus élites sionistas civil-militares
han decidido "retomar" la iniciativa y han endurecido sus
políticas, estrategias y acciones para fortalecer el dólar y volver
a su hegemonía (y aquí entra el BRICS y el ataque al yuan, al
rublo, al real y a la moneda india); generar una crisis energética a
partir de la caída de los precios del petróleo (Venezuela, Irán,
Rusia); continuar con la desmembración de Irak y Siria (para lo que
resulta funcional la tregua y la “ayuda humanitaria”), acelerar
la alianza Unión Europea-OTAN; acabar con la Cooperación de
Shangai, con el Banco del BRICS, con el Banco Asiático de Inversión
en Infraestructura, con los gobiernos progresistas de América del
Sur y con sus líderes (Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador,
Venezuela) acusándoles, nada menos de aquello en lo que destacan las
instituciones financieras (FMI, BM, BID, USAID) y sus socios
inversionistas transnacionales: el cohecho y la corrupción.
Son
las inversiones milmillonarias de estas instituciones y las de sus
socios inversionistas transnacionales (estadounidenses, europeas,
sur-coreanas, australianas, canadienses, neozelandesas, japonesas,
israelíes) las que generan cuanta corrupción existe en el mundo
desde la instauración del nuevo orden mundial capitalista post II
Guerra Mundial.
Nada
tiene que ver el PT, como institución político-partidaria, ni Lula
como líder del mismo y como ex-presidente. A no ser, porque de ser
elegido nuevamente presidente del Brasil, Lula representa una
verdadera amenaza para la reconstrucción geo-hegemónica del
sionismo imperial.(ar) Si desea puede leer el artículo de Frei Betto
aquí.
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Por
Rubén Ramos
Los
"teólogos de la liberación" no sólo han frenado y frenan
el avance de los pueblos hacia su auténtica liberación.
Su moral judeo-cristiana apuntalando la “conciliación de clases”
para favorecer a los ricos y su soterrado combate contra los procesos
anti-hegemónicos (anti-imperialistas y anti-capitalistas), han
estado siempre presente en cuanto proceso liberador han podido
infiltrar.
También
están en primera línea cuando de sembrar cizaña se trata. Así lo
demuestra el “teólogo” Frei Betto cuando frente a la arbitraria
detención del ex-presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula, pretende
hacernos creer que se trata de una "investigación" que le
involucra y que compromete al Partido de los Trabajadores (PT) al
que Lula pertenece y dirige.
Lula,
a quien sibilinamente Betto ya convirtió en “reo y delincuente”
no habría actuado como el "Derecho" judeo-cristiano
establece. Con esto, el “teólogo”, a quien en varios lados echan
flores como “progresista” y “comprometido”, quiere hacernos
creer que la detención y las acusaciones contra el ex-presidente,
forman parte de un acto de justicia y no de un acto político.
¡Por
favor, señor Betto! No somos ingenuos y menos estúpidos. Usted sabe
muy bien que de lo que se trata es de echar abajo el BRICS y la ALBA
que representan alternativas de integración anti-hegemónicos y en
pro de la multipolaridad. En una y otra alternativas, el presidente
Lula jugó un rol protagónista como líder consecuente.
Frente
a la crisis que estas alternativas generaron en el bloque hegemónico
euro-estadounidense-israelí, sus élites sionistas civil-militares
han decidido "retomar" la iniciativa y han endurecido sus
políticas, estrategias y acciones para fortalecer el dólar y volver
a su hegemonía (y aquí entra el BRICS y el ataque al yuan, al
rublo, al real y a la moneda india); generar una crisis energética a
partir de la caída de los precios del petróleo (Venezuela, Irán,
Rusia); continuar con la desmembración de Irak y Siria (para lo que
resulta funcional la tregua y la “ayuda humanitaria”), acelerar
la alianza Unión Europea-OTAN; acabar con la Cooperación de
Shangai, con el Banco del BRICS, con el Banco Asiático de Inversión
en Infraestructura, con los gobiernos progresistas de América del
Sur y con sus líderes (Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador,
Venezuela) acusándoles, nada menos de aquello en lo que destacan las
instituciones financieras (FMI, BM, BID, USAID) y sus socios
inversionistas transnacionales: el cohecho y la corrupción.
Son
las inversiones milmillonarias de estas instituciones y las de sus
socios inversionistas transnacionales (estadounidenses, europeas,
sur-coreanas, australianas, canadienses, neozelandesas, japonesas,
israelíes) las que generan cuanta corrupción existe en el mundo
desde la instauración del nuevo orden mundial capitalista post II
Guerra Mundial.
Nada
tiene que ver el PT, como institución político-partidaria, ni Lula
como líder del mismo y como ex-presidente. A no ser, porque de ser
elegido nuevamente presidente del Brasil, Lula representa una
verdadera amenaza para la reconstrucción geo-hegemónica del
sionismo imperial.(ar) Si desea puede leer el artículo de Frei Betto
aquí.
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