Josele
Sánchez
Jueves, 16
de noviembre de 2017
Esta es la
secuencia detallada de cómo la vicepresidenta del Gobierno y todos los
consejeros del Banco de Santander conocían el presunto asesinato de Emilio
Botín.
A raíz de la primera noticia publicada con carácter de exclusividad por La
Tribuna de Cartagena, en la que afirmábamos que había una querella presentada
por el posible asesinato de Emilio Botín en el Juzgado Central de
Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, contacta con nosotros Peter J.
Bishop y se nos abre todo un horizonte de nuevas posibilidades de indagación
periodística ya que, hasta el momento, no se ha realizado la investigación judicial,
las únicas pesquisas imprescindibles para aclarar este caso con tan altas
repercusiones.
Bishop, no es su nombre real. Si se supiera su auténtica identidad, en
estos momentos podría no estar vivo. Se trata de un británico, reputado
miembro del mundo financiero, asesor en transacciones bancarias internacionales
del más alto nivel, una persona sobradamente conocida en el mundo financiero
español, pese a que sus grandes contactos y donde opera es en Reino Unido
(HSBC, Standard Bank…) y los Estados Unidos (desde la Reserva Federal hasta la
propia Casa Blanca, habiendo participado en el equipo de asesores de Hillary
Clinton en las elecciones presidenciales de 2008 y 2016).
La querella de la que informó en rigurosa primicia La Tribuna de Cartagena,
sostiene que la actual presidenta del Banco, Ana Patricia Botín y la viuda del
banquero, Paloma O´Shea fueron las inductoras del asesinato de Emilio
Botín, crimen cometido por Jesús Samper (narcotraficante colombiano y amante de
Ana Patricia Botín) y los empleados de seguridad de la propia entidad
financiera, Carlos Martínez, Carlos Rubio y José Manuel García Entrena.
Pues bien, ahora aparece una minuciosa comunicación del posible asesinato
de Emilio Botín, que Peter Bishop efectúa al Ejecutivo, al Regulador ya los
propios consejeros del Banco de Santander. Una comunicación que también se hace
llegar (como verán en la detallada información que les ofrecemos a
continuación) al Bank of England, a la Financial Crime Enforcement (FINCEN) en
los Estados Unidos y a la división de investigación europea del FBI, denominada
FBI-Europa.
La información que maneja Peter J. Bishop (aunque conseguida por
fuentes completamente distintas) es coincidente con la que obra en poder de
La Tribuna de Cartagena. De ahí su tremenda importancia.
El FBI en
Europa conoce el presunto asesinato del banquero
Vamos con el relato pormenorizado de las gestiones realizadas por Bishop:
Con fecha 5 de abril de 2015 todos los miembros del Consejo de
Administración del Banco de Santander, el exconsejero delegado Javier Martín y
Enrique García Candelas, excontry head, reciben un sobre con la
inscripción “ESTRICTAMENTE PRIVADO Y CONFIDENCIAL”. Esta documentación
procede de Gibraltar y está firmada Peter J. Bishop.
Peter J. Bishop, alertado por las posibles consecuencias negativas de la
difusión masiva de unos hechos de los que es conocedor, unos hechos que
podrían terminar en una alarma generalizada con la consiguiente influencia
negativa en la liquidez del propio Banco de Santander (tal y como ocurrió,
en su día, en el caso Lehman Brothers, Bankia y otras corporaciones financieras
de gran relevancia) y que nos podría llevar a una situación de posible rescate
financiero dado el extraordinario poder del Banco de Santander, decide
poner los hechos en conocimiento de todos los miembros del Consejo de
Administración de la entidad, con su presidenta Ana Patricia Botín incluida.
Junto al referido dossier se les hace llegar una carta en la que se les
pide que destruyan el documento tras su lectura y se les comunica que, a su
vez, han sido informadas (de igual modo y con idéntico documento) las
autoridades competentes españolas, es decir, el Ejecutivo y el Regulador.
Precisamente, un día después, el 6 de abril de 2015, Peter J. Bishop da
traslado de idéntica documentación a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya
Sáenz de Santamaría y al gobernador del Banco de España, Luis Linde. Además, a
ambas autoridades, se les solicita su intervención e investigación de tan
peligrosa información y se deja en sus manos el traslado o no del asunto a las
autoridades europeas e internacionales (BCE, FED… etc)
Transcurridos diez días sin que ninguno de los informados “mueva ficha”,
y ante la tremenda gravedad de cuanto se informaba, con fecha 16 de abril de
2015, paralelamente a la acción emprendida por Peter J. Bishop, otra persona,
que no trabaja conjuntamente con Bishop pero que es también pleno conocedor de
los graves hechos denunciados, una persona completamente identificada por La
Tribuna de Cartagena (cuyo nombre facilitaremos cuando sea necesario pero que,
de momento, omitimos en interés a la confidencialidad de cuanta información nos
disponemos a ofrecerles), realiza un Acta de Manifestaciones ante el notario de
Madrid Francisco Javier Monedero San Martín y la presenta, un día después, el
día 17 de abril ante la Fiscalía, solicitando se practiquen cuantas pruebas
considere convenientes.
Extrañas maniobras de Soraya Sáenz de Santamaría para silenciar el posible
asesinato de Botín
Sin que el Ejecutivo lo ponga en conocimiento de autoridad judicial alguna
y sin iniciar tampoco ninguna investigación, la reacción del gobierno de
España resulta altamente preocupante; la elocuencia de los silencios hace
indicar un deseo de ocultación de los hechos denunciados ¿extrañas
maniobras....?; así las cosas, Soraya Sáenz de Santamaría, que cuenta como
subsecretario de presidencia con Jaime Pérez Renovales, exdirectivo del
Banco de Santander y el hombre más fuerte de su departamento, sin que nada lo
justificase y de manera absolutamente imprevista (los subsecretarios, como los
ministros, no se sustituyen de un día para otro, así porque así…) ordena a
Pérez Renovales su regreso a la entidad financiera en la que, inmediatamente,
Ana Patricia Botín –previsiblemente a instancias de Soraya Sáenz de Santamaría-
asciende a Jaime Pérez Renovales, nada más y nada menos que hasta la posición
de secretario del Consejo, una cargo absolutamente relevante en la toma de
decisiones del Banco de Santander.
Como quiera que la comunicación presentada ante la Fiscalía (con el Acta
Notarial de Manifestaciones) no obtiene ninguna respuesta, el 8 de agosto
de 2015 la denuncia es remitida al Juzgado Central de la Audiencia Nacional.
Una fuente de ABSOLUTA SOLVENCIA (cuyo nombre, por cuestiones obvias de
seguridad, no podemos desvelar), nos detalla cómo desde el gobierno se dan
instrucciones absolutamente secretas para paralizar cualquier investigación que
ayude a esclarecer si Emilio Botín fue o no fue asesinado.
El 11 de agosto de 2015 hace su aparición en escena un misterioso grupo
autodenominado Eagle´s Nest (Nido del Águila) que media para una
nueva comunicación de los hechos al Consejo de Administración del Banco
de Santander (recordemos que ya había sido puntualmente informado, de
manera personal y confidencial a cada uno de sus miembros, cuatro meses antes).
Dado el grosor de la documentación a aportar y para evitar cualquier filtro de interceptación
del mensaje, se les hace llegar, a través de un CD-R, con el texto “Invitación
personalizada de parte de Eagle´s Nest”.
También se hace llegar
idéntica documentación y de la misma manera a la viuda del banquero, Paloma
O´Shea mediante envío domiciliado a la Fundación Albéniz de Madrid. Tenemos
confirmación de que la documentación fue recibida por todos los destinatarios a
excepción de la consejera Sheila C. Bair que ha presentado su dimisión ante el
Consejo de Administración del Banco de Santander, una extraña dimisión de
la que les hablaremos en próximas entregas.
Un día después, el 12 de agosto de 2015, reciben idéntica documentación
(por el mismo conducto y remitente) la vicepresidenta del Gobierno, Soraya
Sáenz de Santamaría y el gobernador del Banco de España, Luis M. Linde.
También es informado, tiempo después, el Bank of England. Desde las más
altas instancias del Bank of England sugieren a Peter J. Bishop que ponga todo
cuanto afirma en conocimiento de las autoridades norteamericanas.
Así las cosas, Bishop contacta con el Financial Crime Enforcement
(FINCEN) en Washington, agencia perteneciente al Departamento del Tesoro
estadounidense, destinada a la inteligencia financiera, la información sobre
transacciones financieras internacionales, lucha contra los delitos financieros
y el blanqueo de capitales desde donde se traslada la información al FBI-Europa
que tiene el citado expediente.
Peter J. Bishop no vuelve a tener ningún conocimiento del asunto hasta que,
según él mismo afirma, se entera por La Tribuna de Cartagena de la querella
presentada por el asesinato de Emilio Botín contra su hija Ana Patricia Botín,
su viuda Paloma O´Shea, Jesús Samper, narcotraficante con quien la actual
presidenta del Banco de Santander mantiene una relación extramatrimonial y los
jefes de seguridad del propio Banco, Carlos Martínez, Carlos Rubio y José
Manuel García Entrena.
Desde Gibraltar, el pasado 7 de noviembre Peter J. Bishop hace la siguiente
declaración pública: “Con el fin de informar a los medios y al público, debo
afirmar que la querella reproducida y comentada por el diario digital La
Tribuna de Cartagena, no representa un hecho aislado, sino que forma parte de
una cadena de denuncias, de la que son perfectamente conocedores los miembros
del Consejo de Administración del Banco y las autoridades competentes, tanto
nacionales como internacionales”.
A quienes nos han tachado de habernos inventado la noticia, (como
Diario.es, acaso el medio más manipulador de la opinión pública y que, por
mucho que presuma de progresista, actúa como defensor de los intereses de la
familia Botín), demostramos con esta información que todo lo publicado por
La Tribuna de Cartagena -en relación con el presunto asesinato de Emilio Botín-
está sobradamente documentado, hasta el punto de tener en nuestro poder ciertos
documentos CONFIDENCIALES, desclasificados ex profeso para su utilización
exclusiva por parte de La Tribuna de Cartagena.
Un dato final importante: Peter Bishop nunca ha dicho que Botín fuera
asesinado; lo mismo que La Tribuna de Cartagena. Bishop tiene conocimiento de
unos hechos gravísimos que entiende deben ser conocidos por las autoridades
para que investiguen su veracidad.
Bishop termina su manifiesto con un argumento del que nos honramos en LTCT
por cuanto nos toca. Dice así: “yo denuncié lo que era, hace dos años, una
información gravísima sin entrar a valorar si era o no cierta. Jamás he dicho
que Botín fuera asesinado, lo mismo que no lo dice La Tribuna de Cartagena en
las noticias que ha publicado y que yo he podido leer. Por eso mi credibilidad
por ese medio, porque hace un periodismo valiente pero no sensacionalista,
informa pero no califica. Sólo los intentos obstructivos de la
administración para que no se realice investigación alguna, la paralización tan
extraña de la vía judicial y el silenciamiento absoluto de la totalidad de
medios de comunicación (con la única y ejemplar excepción de los periodistas
Josele Sánchez y César Vidal) son los que, acaso por vez primera, lleguen a
hacerme plantearme que existen muchas probabilidades de que los hechos
denunciados por La Tribuna de Cartagena pueden ser verosímiles”.
**************************************************************************************
**************************************************************************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario