Atentados de Madrid: la pista atlantista
por Mathieu Miquel
Después de los atentados de Madrid
(en el año 2004), y al igual que en los atentados de Londres, la justicia
desechó la pista de Al Qaeda y afirmó que los crímenes habían sido perpetrados
por terroristas islamistas autónomos. La mitad de la prensa española cuestionó
ese veredicto y exploró diversas pistas internas. Después de pasar en revista
los hechos, la investigación judicial y el juicio en un artículo anterior,
Mathieu Miquel estudia en éste la hipótesis de una operación de las redes
stay-behind de la OTAN.
Red Voltaire
| 16 de diciembre de 2009
El Consejo del Atlántido Norte, reunido
en la sede de la OTAN en Bruselas, observa un minuto de silencio en
memoria de las víctimas de los atentados de Madrid.
©OTAN
©OTAN
Este artículo es la continuación de «11
de marzo de 2004 en Madrid: ¿fue realmente un atentado islamista?»
Todo indica que la versión oficial
de los atentados cometidos en Madrid el 11 de marzo de 2004, versión según la
cual se trató de una acción islamista no vinculada a Al Qaeda, es en realidad
un engaño [1]. Se plantea entonces la cuestión de quienes
fueron los verdaderos culpables.
Una investigación seria debería
actuar de forma sistemática: establecer una lista exhaustiva de las pistas y
seguir después cada una de ellas buscando indicios y móviles. El objetivo de
este artículo es analizar una de esas hipótesis: la
de una operación montada bajo bandera falsa por servicios secretos atlantistas.
Pero antes, presentemos brevemente todas las pistas que habría que explorar si
se reabriese la investigación.
El gran público conoce generalmente
dos hipótesis sobre los autores de los atentados de Madrid: Al Qaeda,
incriminada por el discurso dominante, y la
ETA, culpable designado por José María Aznar, al parecer para
justificar su propia política sobre la cuestión vasca. Los periodistas españoles
exploraron por lo menos otras 4 pistas sobre servicios secretos que pudieran
haber montado la operación bajo bandera falsa.
He aquí las 6 hipótesis sobre los
posibles autores de los atentados de Madrid:
1-Los islamistas: Es la tesis que defienden los medios dominantes, con excepción de algunos en la propia España, como el periódico El Mundo. El principal libro disponible en francés sobre el tema (La Manipulation: Madrid, 11 mars) defiende ese punto de vista [2]. Es importante saber que el autor de ese libro, Jean Chalvidant, es miembro del comité editorial de la revista neoconservadora Le Meilleur des mondes [3], creada en coordinación con la Foundation for the Defense of Democracies [4] expresamente para servir de vocero a los neoconservadores en Francia y para contrarrestar la influencia de la Red Voltaire y sus colaboradores [5].
A pesar de todas las incoherencias ya señaladas en el artículo anterior, la justicia ratificó la tesis del atentado islamista. Hay que subrayar que entre las conclusiones de la justicia y la idea generalmente admitida por la opinión pública existe una contradicción en cuanto a dos puntos importantes:
1-Los islamistas: Es la tesis que defienden los medios dominantes, con excepción de algunos en la propia España, como el periódico El Mundo. El principal libro disponible en francés sobre el tema (La Manipulation: Madrid, 11 mars) defiende ese punto de vista [2]. Es importante saber que el autor de ese libro, Jean Chalvidant, es miembro del comité editorial de la revista neoconservadora Le Meilleur des mondes [3], creada en coordinación con la Foundation for the Defense of Democracies [4] expresamente para servir de vocero a los neoconservadores en Francia y para contrarrestar la influencia de la Red Voltaire y sus colaboradores [5].
A pesar de todas las incoherencias ya señaladas en el artículo anterior, la justicia ratificó la tesis del atentado islamista. Hay que subrayar que entre las conclusiones de la justicia y la idea generalmente admitida por la opinión pública existe una contradicción en cuanto a dos puntos importantes:
A-En primer
lugar, el comando no estaba vinculado a Al Qaeda [6].
B-En segundo lugar, los atentados de Madrid no se cometieron como represalia por la participación de España en la invasión de Irak ya que los preparativos [de los atentados] tuvieron lugar con anterioridad.
B-En segundo lugar, los atentados de Madrid no se cometieron como represalia por la participación de España en la invasión de Irak ya que los preparativos [de los atentados] tuvieron lugar con anterioridad.
2-ETA: Al cabo de 30 años de terrorismo y de
varios cientos de víctimas, la organización independentista vasca se
consideraba ya moribunda como consecuencia de años de redadas policiales.
Apareció, sin embargo, como el culpable habitual y fue condenada en los
titulares de los diarios y de los noticiarios de televisión antes de que los
elementos que apuntaban hacia un atentado islamista cobraran la importancia que
hizo que se desechara esta pista. El ascenso al poder de José Luís Zapatero,
más favorable a la autonomía de las provincias españolas, pudiera ser el
objetivo del atentado.
3- Los servicios secretos marroquíes: La mayoría
de los inculpados son de nacionalidad marroquí. Las relaciones entre España y
Marruecos han registrado episodios de alta tensión. El más reciente, en 2002,
fue la disputa por la posesión de la isla Perejil en la que se implicaron
tropas de ambos países. La caída de Aznar y el ascenso de Zapatero, considerado
más conciliador y oportunamente enemistado con Estados Unidos, pudieran haber
favorecido a Marruecos.
4-Un sector de los servicios secretos españoles
favorable a los socialistas: La primera consecuencia espectacular de los
atentados de Madrid fue el ascenso de Zapatero al poder, cuando los sondeos lo
daban ampliamente como perdedor de las elecciones. Las sospechosas
circunstancias en torno a la manera como se desarrollaron las investigaciones
hacen pensar a algunos periodistas que el más alto personaje del Estado se
encuentra detrás de ese crimen (aunque no llegó a esa función hasta 5 semanas
después de los atentados).
Es a favor de esta tesis altamente subversiva que se inclina, aunque no abiertamente, Luís del Pino, una de las referencias de la investigación periodística sobre los atentados de Madrid, junto con el periodista del diario El Mundo Fernando Mugica [7].
Es a favor de esta tesis altamente subversiva que se inclina, aunque no abiertamente, Luís del Pino, una de las referencias de la investigación periodística sobre los atentados de Madrid, junto con el periodista del diario El Mundo Fernando Mugica [7].
5- Servicios secretos contrarios a la «coalición
de los voluntarios» que intervino en Irak: La segunda consecuencia espectacular
de los atentados fue la retirada de las tropas españolas que se encontraban en
Irak, conforme a una promesa que Zapatero había hecho en el marco de una
elección que realmente no esperaba ganar.
Esa retirada aparece como una derrota para la «coalición de los voluntarios», aunque posteriormente se verá que es más simbólica que otra cosa. Algunos investigadores sospechan por lo tanto de las potencias contrarias a esa coalición regida por la hegemonía estadounidense: la «vieja Europa» franco-alemana, Rusia o China [8].
Esa retirada aparece como una derrota para la «coalición de los voluntarios», aunque posteriormente se verá que es más simbólica que otra cosa. Algunos investigadores sospechan por lo tanto de las potencias contrarias a esa coalición regida por la hegemonía estadounidense: la «vieja Europa» franco-alemana, Rusia o China [8].
6- Servicios secretos partidarios de la «guerra
contra el terrorismo»: Estos pudieron haber obtenido apoyo de un sector del
aparato del Estado español, por lo menos en el momento de orientar la
investigación en otra dirección. Es sobre esta tesis, defendida también por el
periodista Bruno Cardeñosa [9], que vamos a enfocar la continuación de este
artículo, comenzando por la presentación de los indicios que vinculan los
atentados de Madrid a Estados Unidos, país cuyo gobierno era el principal
promotor de la doctrina de «guerra
contra el terrorismo».
Los hechos: implicación de un servicio secreto militar
La mochila de Vallecas y las huellas
dactilares halladas en la camioneta Kangoo: pruebas acusatorias cuya
falsificación por elementos del aparato del Estado sugiere la existencia de
vínculos del otro lado del Atlántico.
Un primer vínculo entre los
atentados de Madrid y los de Estados Unidos aparece a fines de marzo de 2004
con una misteriosa foto de la mochila de Vallecas.
Se trata de la única imagen hasta
ahora conocida del elemento central de la investigación, el mismo que ha sido
objeto de tanta controversia. En la noche del 11 al 12 marzo de 2004 un agente
de la policía científica se presentó en el lugar donde los especialistas en
desmantelamiento de explosivos estaban desactivando la bomba de Vallecas.
El objetivo del agente era realizar
un reportaje fotográfico a medida que se iba desmantelando el artefacto. Como
la bomba no estaba desactivaba aún, el agente se mantuvo alejado, confió su
cámara a uno de los especialistas antibombas y vio varios flashes. Al terminar
la desactivación del artefacto, el agente quiso acercarse pero, para sorpresa
suya, los especialistas antibombas le cerraron el paso. Posteriormente un alto
funcionario de la policía le pidió que les entregara la película, de la que
nunca más tuvo noticias [10].
Por lo tanto, en marzo de 2004 no se
había publicado ninguna foto de la bomba de Vallecas. La nebulosa sobre aquel
artefacto se hizo más densa a causa de las contradictorias explicaciones que
difundieron los medios de prensa sobre las causas que habían impedido el
estallido de aquella bomba. Se dijo que los terroristas habían olvidado activar
la tarjeta SIM, después se afirmó que por error habían programado la explosión
para las 7h30 de la noche en vez de las 7h30 de la mañana y también que la
cantidad de electricidad proveniente del teléfono había sido insuficiente para
desencadenar la explosión. Todas esas versiones fueron desmentidas
posteriormente.
La explicación más absurda fue la
que se dio para el arresto de Jamal Zougam, el único de los sospechosos que
supuestamente pusieron las bombas que pudo ser encarcelado. Según esa
explicación, el chasis del teléfono [encontrado en la mochila de Vallecas]
estaba partido y el pedacito de plástico que le faltaba fue encontrado en la
casa de Zougam.
En cuanto a la composición de la bomba, la mayoría de los medios hablaba entonces de un teléfono Motorola modelo Triumph, en vez del modelo Trium de Mitsubishi [11] que finalmente se menciona en la versión oficial.
En cuanto a la composición de la bomba, la mayoría de los medios hablaba entonces de un teléfono Motorola modelo Triumph, en vez del modelo Trium de Mitsubishi [11] que finalmente se menciona en la versión oficial.
El 30 de marzo la cadena
estadounidense de televisión ABC News difundió la única foto de la bomba que se
conoce hasta ahora, foto que retomaron todos los medios españoles sin hacer la
menor pregunta. Aquella foto venía a llenar el vacío causado por la
desaparición de la película fotográfica de la policía científica [española] y
aportaba una nueva imagen de credibilidad a aquella prueba que parecía cada vez
más turbia.
Pero la foto da lugar a nuevas
interrogantes que todavía siguen sin respuesta. ¿Quién tomó esa foto? ¿En qué
circunstancias? ¿Por qué apareció en Estados Unidos, lejos de los medios españoles
que tan estrechamente venían siguiendo el caso? Intrigado, Luís del Pino
interrogó a los corresponsales de la ABC en España, a quienes se atribuía la
foto.
Pero éstos negaron haber sido los autores de aquella foto y precisaron que no sabían cómo la había conseguido la dirección estadounidense de la cadena [12].
Pero éstos negaron haber sido los autores de aquella foto y precisaron que no sabían cómo la había conseguido la dirección estadounidense de la cadena [12].
El 6 de mayo de 2004 las miradas se
vuelven nuevamente hacia Estados Unidos cuando la revista Newsweek
revela que un abogado estadounidense, Brandon Mayfield, ha sido arrestado días
antes en el Estado de Oregon. Sus huellas digitales habían aparecido en la
envoltura de los detonadores encontrados en la camioneta Kangoo que
supuestamente habían utilizado los terroristas. Durante todo el mes de mayo, y
ante las dudas expresadas por el New York Times, la revista Newsweek
mencionará diversas fuentes policiales que garantizan la validez de la prueba.
El 17 de mayo, «Un alto responsable
del contraterrorismo estadounidense ha dicho a Newsweek que la
identificación de las huellas digitales es irrefutable» [13]. El FBI había identificado la huella poco
después del atentado, poniendo entonces a Mayfield bajo vigilancia. Fue el
temor de una filtración hacia la prensa lo que llevó a la realización de un
discreto arresto. Sin embargo, una sorpresa se produce el 20 de mayo cuando la
policía española anuncia que ha identificado la huella como perteneciente a
Ouhnane Daoud, un argelino residente en España.
Las autoridades estadounidenses
toman nota y Mayfield es liberado ese mismo día con, cosa nada frecuente,
excusas públicas del FBI y, posteriormente, una indemnización. El tal Daoud
nunca ha sido encontrado, lo cual impide evaluar la validez de su
identificación.
Resulta imposible dejar de observar
lo oportuna que resultó la identificación de Daoud, un personaje que, después
de haber sido pasado por alto durante los 2 meses posteriores a los atentados,
es identificado precisamente en las semanas subsiguientes al arresto de
Mayfield.
También resulta sospechoso el perfil
de Mayfield. Abogado discreto y no muy activo, convertido al Islam, Mayfield
había defendido en un caso de derecho familiar a un estadounidense que
posteriormente resultó acusado de terrorismo. Pero lo más llamativo es su
vínculo con el ejército estadounidense: Mayfield es oficial de la reserva
después de haber pasado 8 años en filas, uno de ellos en una unidad de
inteligencia [14].
Los dos indicios mencionados tienen
que ver con las dos pruebas principales del caso: la mochila de Vallecas y la
camioneta Kangoo. Antes de proseguir nuestra investigación, abramos un
paréntesis para aportar algunos elementos de reflexión sobre algo que pudiera
parecer una contradicción. Ya vimos lo insuficiente que resultan las supuestas
pruebas de la investigación: la mochila de Vallecas, la camioneta Kangoo y
también los testimonios, los datos telefónicos, etc.
El observador no puede menos que
sorprenderse ante el hecho que los protagonistas –sean quiénes sean– puedan
haber actuado con tanto amateurismo en cuanto a la fabricación de pistas
falsas. Varios investigadores, entre ellos Luís del Pino [15], han propuesto como respuesta a esa paradoja
la siguiente explicación: la mochila de Vallecas y las demás pruebas fueron
fabricadas de forma precipitada porque «alguien» había previsto que la
investigación se basaría en las dos bombas sin estallar encontradas en los
trenes aquella mañana.
«Alguien» montó deliberadamente
aquellas dos bombas de manera defectuosa y «alguien» incluyó en ellas indicios
cuidadosamente escogidos que debían permitir que la policía construyera una
investigación aparentemente sólida. Pero los dos artefactos estallaron
inesperadamente mientras los expertos realizaban la desactivación, destruyendo
así los indicios que «alguien» había incluido en ellos.
Para resolver este imprevisto,
«alguien» se vio entonces obligado a improvisar las pruebas que ya conocemos,
lo cual explicaría sus imperfecciones. La mochila de Vallecas aparece entonces
en una comisaría y en un lote de efectos personales ya verificados
anteriormente y que también debería haberse encontrado en la morgue, con los
demás lotes de efectos personales. Al mismo tiempo, varios elementos que acusan
a los islamistas aparecen en la camioneta Kangoo después de haber sido llevada
ésta hasta la comisaría y después de varios registros anteriores durante los
cuales no se había encontrado nada.
Las declaraciones que hicieron
durante el juicio los expertos que neutralizaron una de ellas confirman esta
hipótesis de las 2 «bombas falsas». Los expertos en desactivación de explosivos
no encontraron el artefacto en el tren sino en el andén. Y, aunque un policía
municipal declaró como testigo que había encontrado aquella mochila en un vagón
y la había llevado hasta aquel lugar, es altamente improbable que alguien la
dejase sin vigilancia y que los expertos la hayan «redescubierto» allí.
Lo más importante es que el aspecto mismo de la mochila que contenía la bomba les hizo dudar que pudiese venir del tren, ya que todos los objetos sacados de los vagones mostraban huellas de golpes, de humo, etc. [16]
Lo más importante es que el aspecto mismo de la mochila que contenía la bomba les hizo dudar que pudiese venir del tren, ya que todos los objetos sacados de los vagones mostraban huellas de golpes, de humo, etc. [16]
Estos elementos sugieren que aquella
mochila había sido puesta en el andén después de las explosiones, no que se
encontraba en el tren como las otras bombas. Esta hipótesis parece ser una
explicación plausible a la aparente contradicción entre lo poco convincentes
que resultan los elementos de la investigación y la posible implicación de un
servicio secreto.
Activación y
naturaleza de los explosivos: ¿amateurismo o material militar?
Prosigamos nuestro análisis
agregando dos elementos que confirman que los atentados de Madrid no fueron
obra de una banda de delincuentes sino de organización de tipo militar. En
primer lugar, todo indica que las 10 bombas fueron activadas por control remoto
a través de sistemas de radiocomunicación, en vez de ser programadas de
antemano mediante la función despertador de los teléfonos móviles, como se
afirma en la versión oficial.
En efecto, 3 trenes estallaron
mientras se encontraban parados en las estaciones de Atocha, El Pozo y Santa
Eugenia; el cuarto tren estalló fuera de Atocha, mientras esperaba la salida
del primer tren. A menos que veamos en ello una extraordinaria coincidencia, lo
anterior permite deducir que los terroristas querían que las bombas estallaran
dentro de las estaciones. Pero es extremadamente difícil obtener ese resultado
mediante la simple programación previa de la hora de la explosión.
En primera, porque los teléfonos
celulares supuestamente utilizados no permiten un manejo preciso del reloj y de
la función de despertador: se pueden programar los minutos pero no los
segundos. Y también porque los trenes de los suburbios no son rigurosamente
puntuales. En este caso, varios de aquellos trenes circulaban con retraso aquel
día.
El del Pozo, por ejemplo, tenía «un par de minutos de retraso» según la declaración de su conductor [17].
El del Pozo, por ejemplo, tenía «un par de minutos de retraso» según la declaración de su conductor [17].
Por lo tanto, las explosiones no
estaban programadas de antemano sino que fueron desencadenadas «en directo».
Los medios de radiocomunicación que ello exige sugieren que se trató de una
operación sofisticada, fuera del alcance de una banda de delincuentes de poca
monta como la que se describe en la versión oficial.
Dicho esto, ¿por qué se quería que los trenes explotaran dentro de las estaciones? Posiblemente para que quedaran más fácil y discretamente accesibles, lo cual corroboraría la hipótesis de las dos «bombas falsas» introducidas después de las explosiones.
Dicho esto, ¿por qué se quería que los trenes explotaran dentro de las estaciones? Posiblemente para que quedaran más fácil y discretamente accesibles, lo cual corroboraría la hipótesis de las dos «bombas falsas» introducidas después de las explosiones.
En segundo lugar, todo indica que
las bombas se componían de explosivos de uso militar, explosivos «que cortan»,
no de dinamita como la que se usa en el trabajo de minería, «que muerde», como
ya se demostró en el artículo. En la explicación que proporcionó al juez de
instrucción, el jefe de los expertos en desactivación de bombas de Madrid
menciona incluso el explosivo de uso militar C4 [18].
Recordemos de paso que la policía había interceptado precisamente ese tipo de explosivo en manos de los agentes estadounidenses que trataban de introducirlo discretamente en la cumbre del G8 de junio de 2007 [19].
Recordemos de paso que la policía había interceptado precisamente ese tipo de explosivo en manos de los agentes estadounidenses que trataban de introducirlo discretamente en la cumbre del G8 de junio de 2007 [19].
El origen de la operación es por lo
tanto de carácter militar, como confirma Salvador Ortega, pionero de la policía
científica en España, entrevistado por Bruno Cardeñosa varios días después de
los atentados.
Al ser interrogado sobre los aspectos no aclarados por la investigación en desarrollo, este especialista respondió que faltaban «algunos autores materiales y la cabeza pensante. Porque detrás de esos hechos está la participación de elementos muy sofisticados que sin dudas se encontraban bajo la dirección de alguien de los servicios de inteligencia y militar.
Porque fue además una operación muy costosa» [20].
Al ser interrogado sobre los aspectos no aclarados por la investigación en desarrollo, este especialista respondió que faltaban «algunos autores materiales y la cabeza pensante. Porque detrás de esos hechos está la participación de elementos muy sofisticados que sin dudas se encontraban bajo la dirección de alguien de los servicios de inteligencia y militar.
Porque fue además una operación muy costosa» [20].
CMX 2004:
¿simulacro o encubrimiento de la OTAN?
Después de haber demostrado que
elementos no identificados del aparato del Estado falsificaron pruebas para
orientar la investigación sobre una pista falsa y encubrir una operación de
tipo militar, resulta lógico analizar la posibilidad de que los atentados de Madrid
hayan sido cometidos por un servicio secreto militar.
Según el ex oficial de inteligencia
del ejército estadounidense Eric H. May [21], «la manera más simple de hacer un atentado
bajo bandera falsa consiste en organizar
un ejercicio militar que simule exactamente el atentado que se quiere cometer» [22].
Al igual que los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y los del 7 de julio de 2005 en Londres, los atentados de Madrid coincidieron con un simulacro de ataque terrorista [23]. Desde el día 4 de marzo hasta el día 10 del mismo mes de 2004, la OTAN estuvo realizando su ejercicio anual de gestión de crisis, llamado CMX 2004 [24], y el 11 de marzo las bombas de verdad estallaban en Madrid.
Al igual que los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y los del 7 de julio de 2005 en Londres, los atentados de Madrid coincidieron con un simulacro de ataque terrorista [23]. Desde el día 4 de marzo hasta el día 10 del mismo mes de 2004, la OTAN estuvo realizando su ejercicio anual de gestión de crisis, llamado CMX 2004 [24], y el 11 de marzo las bombas de verdad estallaban en Madrid.
El escenario trazado aquel año por
la alianza atlántica era precisamente un gran ataque terrorista de Al Qaeda en
países occidentales. En España, participaron en el ejercicio la presidencia del
gobierno, el ministerio de Defensa y el CNI (servicios secretos). Pero no se
sabe si el ejercicio incluyó la realización de maniobras en la capital española
ya que los datos sobre dichas maniobras son confidenciales.
En una de las pocas menciones de
aquel simulacro aparecidas en la prensa, el diario español El Mundo
escribía lo siguiente: «La similitud del ejemplo diseñado por la OTAN con lo
sucedido en Madrid es escalofriante y ha impresionado a los diplomáticos,
militares y servicios de Inteligencia que participaron en el simulacro apenas
horas antes» [25]. Como los detalles del CMX son información
clasificada, se ignora hasta donde llega esa similitud.
Partida
precipitada de un equipo de la CIA
Otra coincidencia perturbadora es la
escala realizada en España por uno de los aviones clandestinos de la CIA.
Los vuelos secretos de la CIA se hicieron célebres durante el escándalo de los
secuestros y de las prisiones secretas en Europa utilizados en el marco del
programa estadounidenses de «restituciones extraordinarias» [26].
El Boeing 737 inmatriculado como
N313P aterriza el 9 de marzo de 2004 en el aeropuerto de Palma, en la isla
española de Mallorca, y parte el 12 de marzo, el día siguiente de los atentados
de Madrid [27]. Este fue el más grande de todos los aviones
utilizado en los vuelos secretos y se trata del principal
avión citado en el informe del Consejo de Europa de 2006. Palma se
describe en ese informe como una «plataforma de la CIA en el programa de
restituciones» [28]
Periodistas del periódico local El
Diario de Mallorca, premiados por su investigación sobre los vuelos
secretos de la CIA, fueron invitados a los estudios de la Cadena SER, la
estación de radio de mayor audiencia en España. A modo de conclusión de la
entrevista, estos periodistas declararon «El 11 de marzo de 2004 el Boeing 737
de la CIA estaba en Palma. Al día siguiente partió precipitadamente porque
modificó su hora de despegue. Había anunciado que salía para Suecia pero salió
para Bagdad» [29].
¿Qué provocó aquel despegue
precipitado sólo horas después del descubrimiento de la famosa mochila de Vallecas?
Además de aquella precipitación, lo que llama la atención es la presencia misma
del avión en territorio español en el preciso momento de los atentados de
Madrid.
Según la comisión del Parlamento Europeo sobre los vuelos de la CIA, 125 vuelos secretos de la agencia de espionaje estadounidense aterrizaron en diferentes aeropuertos españoles entre el año 2001 y 2005 [30] (o sea, en unos 1500 días). Las escalas son generalmente de 1 o 2 días [31], la simultaneidad entre ambos hechos implica una coincidencia que merece atención.
Según la comisión del Parlamento Europeo sobre los vuelos de la CIA, 125 vuelos secretos de la agencia de espionaje estadounidense aterrizaron en diferentes aeropuertos españoles entre el año 2001 y 2005 [30] (o sea, en unos 1500 días). Las escalas son generalmente de 1 o 2 días [31], la simultaneidad entre ambos hechos implica una coincidencia que merece atención.
La OTAN,
sospechosa con graves antecedentes
En un país que desde el
restablecimiento de la democracia ha sufrido varios intentos de golpes de
Estado militares, no es posible que las fuerzas que añoran el franquismo hayan
podido realizar una operación como los atentados de Madrid sin ser
desenmascaradas de inmediato.
Pero sí es posible que un servicio secreto militar extranjero haya podido planear esa operación y, de ser necesario, haya logrado reclutar personal dentro de esa tendencia española, que se mantiene sensible al mito de la Reconquista.
Pero sí es posible que un servicio secreto militar extranjero haya podido planear esa operación y, de ser necesario, haya logrado reclutar personal dentro de esa tendencia española, que se mantiene sensible al mito de la Reconquista.
En este punto, se hace indispensable
retomar las referencias históricas. Al igual que en el resto de Europa
occidental, una estructura secreta dirigida por la OTAN se implanta en la
España de la posguerra [32] a pesar de que, precisamente debido a su
régimen político, ese país no se incorporó a la alianza atlántica hasta 1982.
En su libro de referencia «Les
Armées secrètes de l’OTAN»(Los
ejércitos secretos de la OTAN) [33], el historiador suizo Daniele Ganser describe esas redes, calificadas
como stay-behind (o sea, redes que podían ser activadas tras las líneas
enemigas en caso de ocupación enemiga) y conocidas con el nombre genérico de la
unidad italiana Gladio (nombre de la espada corta de los antiguos romanos).
Ganser dejó establecido esencialmente cómo esas redes cometieron atentados terroristas bajo bandera falsa en el marco de la «estrategia de la tensión».
Ganser dejó establecido esencialmente cómo esas redes cometieron atentados terroristas bajo bandera falsa en el marco de la «estrategia de la tensión».
El objetivo era justificar un
fortalecimiento del aparato de seguridad y suscitar el miedo a los «rojos» para
impedir así que los comunistas lograran alcanzar el poder por la vía
democrática.
España desempeñaba «un papel crucial en el reclutamiento de los agentes del Gladio» y les servía además de refugio. Dio abrigo, por ejemplo, a Stefano Delle Chiaie, «el más conocido de los terroristas miembros de los ejércitos secretos que combatieron el comunismo en Europa y en el mundo durante la guerra fría», un individuo que tiene en su haber «al menos un millar de operaciones sangrientas, entre ellas alrededor 50 asesinatos».
España desempeñaba «un papel crucial en el reclutamiento de los agentes del Gladio» y les servía además de refugio. Dio abrigo, por ejemplo, a Stefano Delle Chiaie, «el más conocido de los terroristas miembros de los ejércitos secretos que combatieron el comunismo en Europa y en el mundo durante la guerra fría», un individuo que tiene en su haber «al menos un millar de operaciones sangrientas, entre ellas alrededor 50 asesinatos».
La red actuaba «contra los
militantes comunistas y anarquistas, sobre todo en el medio minero de Asturias
y los nacionalistas catalanes y vascos» (aparece aquí el medio de las minas
asturianas al que pertenece Emilio Trashorras, principal testigo de cargo
contra El Chino y su banda así como colaborador de la policía).
El hombre de confianza de Franco, el almirante Carrero Blanco, gran arquitecto de los servicios secretos españoles, era «su oficial de enlace con la CIA», y su aparato de inteligencia «uno de los mejores aliados de la CIA en Europa» [34].
El hombre de confianza de Franco, el almirante Carrero Blanco, gran arquitecto de los servicios secretos españoles, era «su oficial de enlace con la CIA», y su aparato de inteligencia «uno de los mejores aliados de la CIA en Europa» [34].
Aunque fueron concebidos para
organizar la resistencia contra una invasión soviética, nada permite pensar que
las redes stay-behind hayan sido desmanteladas después del derrumbe del bloque
del Este.
El comando estadounidense en Europa (EuCom) y la OTAN mantienen además en España la base naval y de inteligencia de Rota y la base aérea de Morón. Y, finalmente, el comando sur de la OTAN estaba instalando en Madrid el cuartel general de sus tropas terrestres precisamente en el momento de los atentados [35].
El comando estadounidense en Europa (EuCom) y la OTAN mantienen además en España la base naval y de inteligencia de Rota y la base aérea de Morón. Y, finalmente, el comando sur de la OTAN estaba instalando en Madrid el cuartel general de sus tropas terrestres precisamente en el momento de los atentados [35].
Hay que señalar que los servicios
secretos de la US Navy y de la US Air Force, respectivamente el NCIS y el OSI,
gozaron durante el periodo que nos interesa de una sorprendente libertad de
acción en territorio español.
En abril de 2002, José María Aznar y George W. Bush modificaron la convención bilateral de defensa entre España y Estados Unidos.
En abril de 2002, José María Aznar y George W. Bush modificaron la convención bilateral de defensa entre España y Estados Unidos.
Esa modificación legalizó por vez
primera la presencia en España de los servicios secretos estadounidenses
anteriormente mencionados, dotándolos además
prerrogativas policiales.
La redacción deliberadamente confusa de ese texto les otorgó un amplio margen de maniobra: «las autoridades competentes de los dos países tendrán que establecer las normas que regulen las acciones del NCIS y del OSI en España».
La redacción deliberadamente confusa de ese texto les otorgó un amplio margen de maniobra: «las autoridades competentes de los dos países tendrán que establecer las normas que regulen las acciones del NCIS y del OSI en España».
En febrero del año 2006 «el caso
Pimienta» evidenció la ausencia de normas reguladoras. El NCIS había
secuestrado en territorio español a Federico Pimienta, desertor de los Marines
estadounidenses, acción que realizó sin el menor control por parte de las
autoridades policiales o judiciales españolas. Sólo como consecuencia de la
polémica que engendró esa violación flagrante de la soberanía española se
procedió a la redacción de normas como «la acreditación previa de miembros del
NCIS y del OSI por las autoridades españolas» y «la comunicación previa de toda
operación a las autoridades españolas» [36].
La búsqueda
del móvil
Si la OTAN estuviera implicada en
atentados como los de Madrid, la decisión estratégica de recurrir a la acción
secreta hubiese tenido que contar con el aval del Comité de Coordinación de los
Aliados y presentar un objetivo preciso. La concepción táctica de cada
operación, incluyendo la de Madrid, hubiera estado exclusivamente en manos de
Estados Unidos y del Reino Unido, sin poner al tanto a los Aliados.
El general James L. Jones era el comandante supremo de la OTAN en 2004. A fecha de hoy, 16 de diciembre de 2009 (es consejero de Seguridad Nacional del presidente de los Estados Unidos.
©OTAN
En otras palabras, si los
responsables de los servicios secretos aliados hubiesen dado su consentimiento
para un montaje de la «guerra contra el terrorismo», el general James Jones
(SACEUR) [37], el embajador Nicholas Burns (Estados
Unidos) [38] y el embajador Peter Ricketts (Gran
Bretaña) [39] pudieron haber decidido el ataque contra
Madrid a espaldas del gobierno español, posiblemente requiriendo el concurso de
elementos de aparato estatal español en la realización de la operación.
La decisión de recurrir al
terrorismo tendría que haber estado vinculada a la estrategia general de la
OTAN, no a intereses políticos, aunque es posible que intereses políticos
inmediatos hayan podido falsear la evaluación de la pertinencia de una
operación en particular.
Visto de ese ángulo, sería erróneo interpretar una implicación de los servicios secretos atlánticos en función de las elecciones legislativas españolas o de la elección presidencial estadounidense. Ello equivaldría a enfocarse en una cuestión secundaria dejando pasar por alto el elemento fundamental de la cuestión.
Visto de ese ángulo, sería erróneo interpretar una implicación de los servicios secretos atlánticos en función de las elecciones legislativas españolas o de la elección presidencial estadounidense. Ello equivaldría a enfocarse en una cuestión secundaria dejando pasar por alto el elemento fundamental de la cuestión.
La OTAN se abstiene de intervenir en
la vida política de los Estados miembros cuando todos los competidores
políticos son favorables a los intereses de la alianza atlántica (como en el
caso del Partido Popular y el Partido Socialista españoles y el del Partido
Republicano y el Partido Demócrata estadounidenses). La visión de la OTAN es
mucho más amplia.
Además, es erróneo considerar que para la alianza atlántica era negativo que el Partido Popular perdiera el poder en España (Aznar no había querido presentar nuevamente su candidatura) y que las tropas españolas se retirasen de Irak.
Además, es erróneo considerar que para la alianza atlántica era negativo que el Partido Popular perdiera el poder en España (Aznar no había querido presentar nuevamente su candidatura) y que las tropas españolas se retirasen de Irak.
El gobierno socialista [español] es
un socio privilegiado para los laboristas que ejercen el poder en el Reino
Unido. Una semana después de su elección, Zapatero declaraba que su «prioridad
absoluta era la lucha contra el terrorismo». Por otro lado, el contingente
español en Irak sólo tenía el noveno lugar en materia de efectivos (1 300
hombres, o sea menos del 1% de las tropas de la coalición en ese país). Además,
su retirada se vio compensada por una
implicación más importante de España en Afganistán.
Numerosos autores españoles se han
interrogado sobre las razones que llevaron a los terroristas, quienes quiera
que fueren, a actuar durante las elecciones legislativas. [Esos autores] han
resaltado la manera en que las reacciones de los diversos protagonistas
estuvieron determinadas en función de los intereses de cada cual. Pero eso no
nos proporciona información alguna sobre las intenciones de los terroristas.
Si la operación se hubiese realizado por orden de la OTAN, el contexto electoral permitiría reforzar la teoría del «choque de civilizaciones»: o sea, musulmanes no vinculados a Al Qaeda tratan de destruir la democracia y las instituciones occidentales. Esa fue precisamente la versión de los atentados de Madrid que adoptó la justicia española. La misma que adoptó la justicia británica sobre los atentados de7-J en Londres [40].
Si la operación se hubiese realizado por orden de la OTAN, el contexto electoral permitiría reforzar la teoría del «choque de civilizaciones»: o sea, musulmanes no vinculados a Al Qaeda tratan de destruir la democracia y las instituciones occidentales. Esa fue precisamente la versión de los atentados de Madrid que adoptó la justicia española. La misma que adoptó la justicia británica sobre los atentados de7-J en Londres [40].
Si la decisión de poner en escena un
terrorismo islámico fue adoptada por el Comité de Coordinación de los Aliados,
esa decisión pudo aplicarse los días 15 y 20 de noviembre de 2003 en Estambul,
el 11 de marzo de 2004 en Madrid y el 7 de julio en Londres [41]. Para tener validez, nuestra hipótesis
debería explicar esos crímenes en conjunto.
¿Podían los objetivos que la OTAN se planteaba en aquel momento haber motivado ese tipo de intervención?
¿Podían los objetivos que la OTAN se planteaba en aquel momento haber motivado ese tipo de intervención?
En 2004, la
OTAN se encuentra en plena reorganización. Por un lado, parece en
expansión: se prepara para la entrada de nuevos miembros; está implicada en la estabilización
de Kosovo; garantiza la seguridad de la navegación en el
Mediterráneo y en las aguas del cuerno de África; está desplegada en Afganistán
y comienza a hacerlo en Irak; está conformando una Fuerza de Intervención Rápida
capaz de defender sus intereses en cualquier lugar del planeta.
Pero por otro lado, la OTAN atraviesa una grave crisis: después de haber aportado en 2001, por primera vez en toda su historia, la asistencia de sus miembros a uno de ellos que había sido víctima, según los países miembros, de una agresión extranjera, ese mismo tema está siendo centro de graves divergencias en 2003.
Pero por otro lado, la OTAN atraviesa una grave crisis: después de haber aportado en 2001, por primera vez en toda su historia, la asistencia de sus miembros a uno de ellos que había sido víctima, según los países miembros, de una agresión extranjera, ese mismo tema está siendo centro de graves divergencias en 2003.
Francia y Bélgica han negado que
Irak pueda representar una amenaza terrorista para Estados Unidos, mientras que
Turquía ha prohibido a Estados Unidos la utilización de su espacio aéreo y de
las bases de la OTAN en territorio turco en el ataque contra Irak.
En pleno crecimiento, la OTAN se ve
amenazada por un posible desmembramiento. Desunidos, sus miembros se implican
en Irak «a la carta».
El único medio de reunificarlos consiste en iniciar nuevas acciones comunes en el marco de la «guerra contra el terrorismo».
El único medio de reunificarlos consiste en iniciar nuevas acciones comunes en el marco de la «guerra contra el terrorismo».
Recrudecimiento
del contraterrorismo entre los Aliados
En primer lugar, la OTAN refuerza su
control sobre la población extendiendo a Europa las disposiciones de la Patriot
Act. En la introducción de su libro La Fin de l’Etat de droit [En español, El
fin del Estado de derecho. Nota del Traductor.], el sociólogo Jean-Claude Paye
describe de la siguiente manera la reacción de la Unión Europea ante los
atentados del 11 de marzo en Madrid:
«En ocasión de los atentados del 11
de marzo de 2004 en España han aparecido en nuestras pantallas de televisión
una serie de especialistas del terrorismo que hacen una amalgama entre Al Qaeda,
la ETA y diferentes tipos de refugiados políticos, haciendo así del
“terrorismo” un término genérico que va a reemplazar al conjunto de situaciones
concretas.
Para el diario francés Le Monde,
los atentados de Madrid demuestran que Al Qaeda amenaza Europa. El diario
reedita en primera plana su consigna del 11 de septiembre de 2001: «Todos somos
madrileños (edición del 13 de marzo de 2005).
Una de las medidas unánimemente
reclamada para conjurar ese peligro multiforme fue la instauración inmediata de
la orden de arresto europea. La orden de arresto europea permite la entrega
casi automática, por un Estado miembro [de la UE], de una persona requerida por
una autoridad judicial de otro Estado miembro. En relación con los
procedimientos de extradición, la orden de arresto europea elimina todos los
controles políticos y judiciales que tienen que ver con el fondo y con la
legalidad del pedido presentado, así como las posibilidades legales de oponerse
a dicho pedido.
O sea, el pedido de arresto se satisface de forma incondicional y es legitimado por los demás países, sin entrar a analizar la legalidad del mismo ni su conformidad con los principios de un Estado de derecho.
O sea, el pedido de arresto se satisface de forma incondicional y es legitimado por los demás países, sin entrar a analizar la legalidad del mismo ni su conformidad con los principios de un Estado de derecho.
La orden de arresto europea debía
entrar en vigor el 1º de enero de 2004. Aprobada a nivel de la Unión Europea y
ya incorporada a la mayoría de las legislaciones nacionales, esta medida estaba
tardando sin embargo en entrar en funcionamiento. Una de las primeras
consecuencias de los atentados cometidos en Madrid el 11 de marzo fue el fin de
la resistencia que aún se mantenía a la utilización de la orden de arresto
europea así como el recrudecimiento de medidas incontrolables, adoptadas en el
marco de la cooperación judicial y policial entre los países europeos.
Es de temer entonces una aceleración
del proceso de suspensión de las garantías constitucionales, ya en marcha
después del 11 de septiembre. Las primeras medidas en ese sentido tienen que
ver con el fortalecimiento de la cooperación policial y judicial. Una
“capacidad de inteligencia” tendrá como función el análisis de los datos de
inteligencia proporcionados por los servicios secretos y los cuerpos policiales
de los Estados miembros.
Se trata también de adoptar
legislaciones que permitan que los investigadores de varios países puedan
trabajar en equipos comunes y de ratificar una convención de ayuda mutua
judicial en materia penal. También se prevé favorecer los intercambios de
datos: huellas dactilares y características biométricas.
El Consejo de Jefes de Estado y de
gobierno también quiere llegar, antes de 2005, a la instauración de pasaportes
y de documentos de identidad que contengan datos tales como la fotografía del
iris del ojo y las huellas digitales. Las compañías aéreas también estarían obligadas
a comunicar a las autoridades aduaneras y policiales europeas un conjunto de
informaciones sobre sus pasajeros. Esta medida ya estaba en funcionamiento,
para proveer información a las autoridades americanas, en los vuelos
transatlánticos.
Todas estas medidas, como los
pasaportes o documentos de identidad que incluyen un chip electrónico con datos
biométricos, están en discusión desde hace tiempo. Los atentados son
simplemente una oportunidad para eliminar la resistencia ante esas medidas
liberticidas. Pero si las aplicamos a los atentados de Madrid, la eficacia de
esas medidas resulta altamente discutible ya que las personas arrestadas
estaban viviendo en España desde mucho antes y no viajaban a través de
fronteras.
Por lo tanto, no podían ser detectadas
a través de esos medios. Sin embargo, esas medidas son perfectamente adecuadas
para un manejo policial de las poblaciones. La organización Statewatch ha
demostrado que entre las 57 medidas previstas por el Consejo de Jefes de Estado
y de gobierno reunido los días 25 y 26 de marzo de 2004, hay 27 proposiciones
que no tienen nada o muy poco que ver con el terrorismo.
El objetivo de esas disposiciones no es garantizar la vigilancia de determinados grupos sino la vigilancia sobre la población a través del control de las comunicaciones» [42].
El objetivo de esas disposiciones no es garantizar la vigilancia de determinados grupos sino la vigilancia sobre la población a través del control de las comunicaciones» [42].
Jean-Claude Paye demuestra que este
control sobre la población se realiza para informar no sólo a las instituciones
de los Estados miembros de la Unión Europea sino también a las autoridades
estadounidenses. «El desarrollo de la cooperación transatlántica en el marco de
la lucha contra el terrorismo revela el carácter orgánico del derecho penal en
la formación de la estructura imperial.
La Unión Europea se somete a la hegemonía estadounidense en materia de organización del control de las poblaciones. En cuanto a Estados Unidos, sus exigencias tienen que ver más bien con la capacidad de sus instituciones policiales o judiciales para evadir las estructuras formales de los poderes ejecutivos y judiciales europeos.» [43]
La Unión Europea se somete a la hegemonía estadounidense en materia de organización del control de las poblaciones. En cuanto a Estados Unidos, sus exigencias tienen que ver más bien con la capacidad de sus instituciones policiales o judiciales para evadir las estructuras formales de los poderes ejecutivos y judiciales europeos.» [43]
La «guerra
contra el terrorismo» se extiende a África
El general Jones, comandante supremo
de la OTAN y además gran jefe de las fuerzas estadounidenses en Europa (EuCom),
se da a la tarea de crear un comando ad hoc para las fuerzas estadounidenses en
África (AfriCom). Para justificar ese despliegue, que inquieta a los africanos,
Jones no pierde ocasión de denunciar el peligro terrorista en ese continente.
Esa misma argumentación servirá para meter a la OTAN en África. Es importante
observar que la extraña decisión del Tribunal Supremo de atribuir los atentados
de Madrid a terroristas islámicos no vinculados a Al Qaeda favorece esa
perspectiva ya que esos islamistas son originarios del norte de África.
Durante su gira africana de julio de
2003, el presidente Bush advierte: «No dejaremos que los terroristas amenacen a
los pueblos africanos, ni que utilicen África como base para amenazar el
mundo» [44]. Los responsables estadounidenses multiplican
las declaraciones en las que afirman que Al Qaeda se ha implantado en el
desierto del Sahel, lo cual ponen en duda numerosos observadores. A principios
de marzo de 2004 es el comandante en jefe adjunto de las fuerzas
estadounidenses en Europa (EuCom, que también supervisa África en ese momento)
quien advierte que miembros de Al Qaeda están tratando de establecerse «en la
parte norte de África, en el Sahel y el Magreb. Están buscando un santuario
como en Afganistán, cuando los talibanes estaban en el poder.
Necesitan un lugar estable para equiparse, organizarse y reclutar nuevos miembros» [45].
Necesitan un lugar estable para equiparse, organizarse y reclutar nuevos miembros» [45].
Los días 23 y 24 de marzo de 2004
una reunión sin precedente de los jefes de los estados mayores de 8 países del
norte de África y del Reino Unido tiene lugar en la sede del EuCom, en
Stuttgart, por iniciativa de Estados Unidos. En aquel momento todas las miradas
se dirigían hacia el norte de África, particularmente hacia Marruecos, donde el
GICM (Grupo Islámico Combatiente Marroquí) es considerado sospechoso de encontrarse
detrás de los atentados de Madrid.
Se decide la puesta en práctica del
TSCTP (trans-saharian counterterrorism partnership), ambicioso plan de
entrenamiento de los ejércitos africanos para la lucha antiterrorista por parte
de Estados Unidos [46]. Estos planes de entrenamiento permiten a
Estados Unidos establecerse en suelo africano dirigiendo discretamente los
ejércitos locales. La selección de esta estrategia de despliegue responde a la
necesidad de disminuir las pérdidas militares causadas por las invasiones de
Afganistán e Irak.
Los atentados de Madrid se
produjeron en el momento preciso para que Washington y Londres impusieran el
TSCTP a esos 8 países africanos. Los atentados habían creado un clima de
incertidumbre debido esencialmente a un rumor que anunciaba el próximo
desembarco del ejército estadounidense en el norte de África, como en las
invasiones de Afganistán y de Irak.
Varios periódicos españoles, argelinos y marroquíes alimentaban aquel rumor, que resultaría falso [47].
Varios periódicos españoles, argelinos y marroquíes alimentaban aquel rumor, que resultaría falso [47].
Por ejemplo, el importante diario
español La Razón escribía el 21 de marzo de 2004: «Unidades de las
fuerzas especiales estadounidenses y tropas militarizadas de la CIA se esperan
en los próximos días en la región del Sahel (norte del Sahara). Participarán en
la mayor operación antiterrorista realizada por Estados Unidos desde la guerra
de Irak. Se prevé que los combates duren varias semanas. Los ejércitos de los
países de la zona, que ya han aceptado abrir su espacio aéreo a la US Air
Force, participarán en los combates bajo las órdenes de los estadounidenses (…)
El comienzo de la operación militar,
decidido como consecuencia de los atentados de Madrid el 11 de marzo pudiera
coincidir con (…) el 26 de marzo próximo» [48]. Este rumor de desembarco tiene toda la
apariencia de una maniobra de intoxicación tendiente a forzar la mano a los
dirigentes africanos sobre la cuestión del TSCTP.
La llegada de consejeros militares estadounidenses y británicos podía en efecto parecer a los dirigentes africanos un mal menor, comparada con un desembarco del ejército estadounidense en sus países.
La llegada de consejeros militares estadounidenses y británicos podía en efecto parecer a los dirigentes africanos un mal menor, comparada con un desembarco del ejército estadounidense en sus países.
En todo caso, la OTAN como tal no
quiso implicarse en el TSCTP. Fue solamente a partir de 2005 que los Estados
miembros aceptaron enviar tropas a África, en apoyo a las operaciones de la
Unión Africana en Sudán y Somalia. Los atentados de Madrid, presentados como un
castigo contra Aznar por su implicación en la guerra de Irak (lo cual fue
desmentido mucho más tarde por la justicia), permitieron integrar
indirectamente la guerra contra Irak a la «guerra contra el terrorismo» en
lógica continuación a las mentiras que el secretario de Estado Colin Powell
profiriera en su discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU [49].
En cuanto a la ola de atentados islámicos en Europa, esta se interrumpió con la operación frustrada en Barcelona, en enero de 2008 [50].
En cuanto a la ola de atentados islámicos en Europa, esta se interrumpió con la operación frustrada en Barcelona, en enero de 2008 [50].
Conclusión
Al término de este análisis podemos
afirmar que la decisión del Tribunal Supremo [español] no responde a la
realidad sino a exigencias políticas. Elementos del aparato estatal español
intervinieron para falsificar elementos probatorios y orientar la investigación
hacia una pista prefabricada, la pista islamista. Los atentados fueron
perpetrados por una organización militar que disponía de cómplices dentro del
aparato del Estado.
La OTAN, cuyo pasado terrorista está
fehacientemente demostrado, disponía del conocimiento, de los medios logísticos
y tenía además un móvil para realizar esa operación. Si se abriera una nueva
investigación judicial, el sospechoso principal debería ser la OTAN.
Nota del autor del blog:
A modo de
curiosidad y teniendo en cuenta la afición a lo esotérico y a la simbología de
los actos de la Cábala oscura que gobierna el mundo, se observa una extraña
coincidencia entre las fechas en que tuvieron lugar los atentados de las torres
Gemelas de Nueva York (11-S), el atentado de Madrid (11-M) y el de Londres
(7-J) y el símbolo que representan las monedas de curso legal en esos momentos
en cada uno de los países.
Observe
el lector dicha relación:
¿Una casualidad?
Referencias
numéricas del texto del artículo:
[1]
«11 de marzo de 2004 en
Madrid: ¿fue realmente un atentado islamista?», por Mathieu Miquel, Réseau
Voltaire, 19 de octubre de 2009.
[2]
La
Manipulation: Madrid, 11 mars, por Jean Chalvidant, ediciones Cheminements,
2004. El autor ha presentado sus argumentos en su blog.
[3]
Sitio de la revista Le
Meilleur des mondes.
[4]
«Los trucos de la
Foundation for the Defense of Democraties», Red Voltaire, 18 de agosto de
2005.
[5]
Cf. primer número de la revista.
[6]
Veredicto
de apelación del juicio sobre los atentados, páginas 581-582.
[7]
Fernando Mugica, autor de unos 40 artículos intitulados «los huecos negros del
11 de marzo» publicados en el diario español El Mundo, es el precursor
de la crítica de la versión oficial en la prensa. Aunque nunca se ha inclinado
por una pista en particular, Mugica escribió el 11 de marzo de 2005 en su
artículo intitulado «Las
piedras de Pulgarcito»: «El trabajo de campo efectuado para un amigo,
escritor de éxito, en torno a una posible novela me llevaron a investigar a
finales del otoño de 2003 todos los datos que rodeaban a los atentados del 11-S
en Estados Unidos (…) No voy a desvelar mis conclusiones sobre el 11-S, pero sí
puedo afirmar que sin ese trabajo nunca hubieran surgido los agujeros [negros
del 11 de marzo].»
[8]
Ernesto Mila defiende esta tesis en su libro 11-M
los perros del infierno (Pyre, 2004) donde ofrece además un testimonio
desde dentro de los medios de extrema derecha sobre la estrategia de la tensión
que se puso en práctica durante la guerra fría.
[9]
Bruno Cardeñosa ha escrito también sobre las falsedades del 11 de septiembre,
ver «Periodistas
españoles afirman que ningún avión se estrelló en el Pentágono», por Sandro
Cruz, Red Voltaire, 13 de septiembre de 2004.
[10]
Testimonio
de este agente de la policía científica durante el juicio, testigo
protegido 17054, 3 de mayo de 2007.
[11]
Así lo hizo el diario El País, en sus ediciones de los días 13, 14, 19 y
24 de marzo de 2004.
[12]
«Historia
de la mochila numero 13», por Luís del Pino, El Mundo, 19 de marzo
de 2006.
[14] Ibid. y «Arrest in Bombing Inquiry Was
Rushed, Officials Say», por Sarah Kershaw y David
Johnston, New York Times, 8 de mayo de 2004.
[15]
Los enigmas del 11M,
por Luís Del Pino, (Ediciones Libroslibres, 2006), capítulo 11 «Atando cabos».
[16]
Testimonio
de uno de los mineros durante el juicio, testigo protegido 54868, 19 de
marzo de 2007.
[17]
Acta
de inculpación del juicio sobre los atentados, página 4.
[18]
Acta
de inculpación del juicio sobre los atentados, página 53.
[19]
«La police allemande
déjoue une tentative d’attentat états-unienne contre le G8», (La policía
alemana neutraliza un atentado estadounidense contra la reunión G-8) Réseau
Voltaire, 11 de junio de 2007.
[20]
«11-M
Claves de una conspiracion», por Bruno Cardeñosa (Espejo de tinta, 2004),
página 123.
[21]
Su retrato: «Capitaine
Eric H. May», por Alan Miller, Réseau Voltaire, 9 de junio de 2009.
[22] «False Flag Prospects, 2008 - Top
Three US Target Cities», por Eric H. May,
Globalresearch.ca, 23 de febrero de 2008.
[23]
«Londres: ¡la misma
situación se desarrollaba simultáneamente en forma de ejercicio!» y «Ejercicios de simulación
que facilitan atentados», Red Voltaire, 13 de julio y 13 de septiembre de
2005.
[24]
Comunicado de prensa de
la OTAN, 1º de marzo de 2004.
[25]
«La OTAN
simuló un atentado en Europa con 200 muertos», por Carlos Segovia, El
Mundo, 14 de marzo de 2004.
[26]
«La CIA "directement
responsable" des "restitutions extraordinaires" de prisonniers
en Europe, selon les députés européens», Réseau Voltaire, 14 de junio de
2006.
[27]
«La
investigación halla en los vuelos de la CIA decenas de ocupantes con estatus
diplomático», por Andreu Manresa, El País, 15 de noviembre de 2005.
[28]
Allégations de
détentions secrètes et de transferts illégaux de détenus concernant des États
membres du Conseil de l’Europe, informe del senador Dick Marty al Consejo
de Europa, Réseau Voltaire, 12 de junio de 2006. Ver la parte intitulada «La "toile
d’araignée" mondiale».
[29]
«El
Diario de Mallorca gana el premio Ortega y Gasset de periodismo», Cadena
Ser, 12 de abril de 2006, la grabación de esta entrevista puede escucharse a
través de Internet.
[30]
«Un
informe de la Eurocámara eleva a 125 los vuelos de la CIA que hicieron escala
en España», El Mundo, 15 de junio de 2006.
[31]
«La
investigación halla en los vuelos de la CIA decenas de ocupantes con estatus
diplomático», por Andreu Manresa, El País, 15 de noviembre de 2005.
[32]
«Las redes
estadounidenses de desestabilización y de injerencia», por Thierry Meyssan,
Red Voltaire, 20 de julio de 2001.
[33]
«Les
Armées secrètes de l’OTAN», por Daniele Ganser
(Demi-lune, 2007). Este libro está siendo publicado en forma seriada a través
de la Red Voltaire.
[34]
«Les
Armées secrètes de l’OTAN», por Daniele Ganser
(Demi-lune, 2007), capítulo 7.
[35]
Sitio oficial del
CC-Land-Madrid.
[36]
«Defensa
rechaza que los servicios secretos de EE UU actúen por su cuenta en suelo
español», 16 de abril de 2006, y «España
autorizará a los espías de EE UU a actuar bajo supervisión en territorio
nacional», 18 de febrero de 2007, por Miguel González, El País. Es
de notar que, durante el periodo 2004-08, Estados Unidos firmó numerosas
convenciones con sus aliados para que los servicios secretos estadounidenses
puedan actuar a sus anchas en dichos Estados. Ver, por ejemplo, en el caso de
Francia: «Francia
autoriza a los servicios de Estados Unidos a actuar en su territorio», por
Thierry Meyssan, Red Voltaire, 19 de mayo de 2005.
[37]
El general Jones, quien rechazó dos veces el puesto de secretario de Estado en
la administración Bush, ha sido nombrado consejero de seguridad nacional de la
administración Obama.
[38]
El embajador Burns, actualmente en un semiretiro, es hoy en día centro de una
polémica. Según una serie de documentos publicados por el movimiento Hamas,
Burns fue uno de los principales organizadores del envenenamiento del
presidente palestino Yaser Arafat.
[39]
Peter Ricketts, ex presidente del Comité Conjunto de Inteligencia, ha sido
nombrado secretario general del Foreign Office.
[40]
«Attentats de Londres:
le rapport officiel écarte la piste "Al Qaïda"», Réseau Voltaire,
10 de abril de 2006.
[41]
«Londres vuelve a la
"estrategia de la tensión"», por Thierry Meyssan; «Atentados de Londres:
Rachid Aswat es un agente británico», Réseau Voltaire, 15 de julio de y 8
de septiembre de 2005.
[42]
«La
Fin de l’État de droit», por Jean-Claude Paye
(La Dispute, 2004), desde la página 13 hasta la 15.
[43]
Ibid, page 12.
[44]
«Activisme
militaire de Washington en Afrique», por Pierre Abramovici, Le Monde
Diplomatique, julio de 2004.
[45]
«Enquête sur
l’étrange "Ben Laden du Sahara"», por Salima Mellah y
Jean-Baptiste Rivoire, Le Monde Diplomatique, febrero de 2005.
[47]
Ver especialmente los artículos «Des soldats US dans le Sahel», por Lounés
Guemache en el diario argelino Liberté, 17 de marzo de 2004; «EEUU lanza en el
Sahara una gran operación antiterrorista tras los atentados del 11-M», por
Pedro Canales, La Razón, 21 de marzo de 2004; «Les USA se préparent à mener une
grande opération contre le terrorisme au sud du Sahara» en el diario marroquí Al
Ahdath al Maghribiya, 22 de marzo de 2004.
[48]
«EE UU lanza en el Sahara una gran operación antiterrorista tras los atentados
del 11-M», por Pedro Canales, La Razón, 21 de marzo de 2004.
[49]
«Discours de M. Powell au
Conseil de sécurité de l’ONU» (Discurso de Colin Powell en la ONU), Réseau
Voltaire, 11 de febrero de 2003.
[50]
«De cómo los servicios
secretos españoles de Zapatero impidieron una nueva ola de atentados de Al
Qaeda-CIA en Europa», por Thierry Meyssan, Réseau Voltaire, 8 de febrero de
2008.
***************************************************************
FUENTE
PRINCIPAL: http://www.voltairenet.org/article163327.html
***************************************************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario