“Cuando llega la censura se impone la
dictadura”
“En una
guerra la primera víctima es la verdad”
Esto es una
guerra señores. Una guerra “a la moderna” pero con matices muy viejos. Las
técnicas de manipulación social en los comienzos del siglo XXI están muy
avanzadas, así como los instrumentos científicos y tecnológicos. La guerra
biológica es uno de estos instrumentos.
Esto no significa
que sus instigadores sean modernos y actualizados. No, para nada.
Son los que
nunca dieron la cara, los cobardes asesinos psicópatas y genocidas que se
esconden en las cimas del poder. Actúan con premeditación, nocturnidad y
alevosía.
La Humanidad, esa palabra que define a la gente trabajadora y buena, no tiene ningún significado para ellos.
La Humanidad, esa palabra que define a la gente trabajadora y buena, no tiene ningún significado para ellos.
Nosotros,
los de a pie, para ellos sólo somos un rebaño del que se apropiaron en tiempos
inmemoriales para explotarlo, esclavizarlo, controlarlo y pisarlo a su antojo.
Antes nos
llevaban a las guerras para reducirnos en número. A ser actores de sus juegos
macabros dirigidos desde sus despachos. Así defendíamos sus intereses
económicos y geoestratégicos. Nos enganchaban disfrazando sus bastardos fines
como guerras de religión o de ideología política que previamente sembraban como
labradores de ideas. Ahora disfrazan a las tropas que van a países en
conflicto, donde no se nos ha perdido nada,
de “ayuda humanitaria”. Eso sí, armados con fusiles de asalto, por si se
ponen chulos los damnificados.
Asesinos que
nos desprecian y nos odian, recordad que siempre nos han denominado “la chusma”
y el “populacho”.
Ellos y sólo
ellos se han preocupado de dirigirnos cómo un rebaño para que no evolucionemos,
no crezcamos en conocimientos, no aumentemos nuestro nivel de consciencia y no
lleguemos a conseguir nuestras metas e ilusiones propias de una sociedad sana y
libre.
Como decía
un tal Campbell, toda sociedad humana es capaz de medrar y progresar por sí
sola siempre que no tenga por encima un imperio o fuerza superior que la limite
o esclavice.
Pues bien,
estos parásitos de la sociedad que viven a nuestra costa, de nuestro trabajo,
de nuestra salud y de nuestras energías son el mayor problema que podemos
tener.
Ellos tienen
toda la información de nosotros, una parte nos la sonsacan con procedimientos
retorcidos y otra se la damos nosotros voluntariamente a través de ese perverso
consentimiento legal con el que
aceptamos las condiciones de servicio de las redes sociales.
Como dice
Vladimir Putin, el mejor y más inteligente estadista que ha tenido nunca Rusia,
han conseguido idiotizar e infantilizar a la sociedad occidental en todos los
ámbitos. Una veces sutilmente y otras descaradamente.
Han ido
contra la familia tradicional. Ahora es
raro que haya hijos que tengan un solo padre y una sola madre. Los hay con
varios “padres y madres” o incluso teniéndolos en plural es como si no los
tuvieran. Familias donde la educación paulatina, tranquila y ordenada con el
ejemplo no existe. Donde la soberbia y tú eres el mejor imperan como
principios.
Han creado
artificialmente una ideología de género cuyo interés último es promocionar la
guerra entre sexos y no la defensa real de la igualdad de derechos entre hombre
y mujer.
Por poner un
ejemplo sencillo y sin meterme en jardines. ¿Cómo es posible que se nos
denomine una sociedad avanzada occidental del siglo XXI y ni siquiera esos
poderes que se demuestran absolutos en la práctica no han hecho una ley en la
que hombres y mujeres que hagan el mismo trabajo reciban el mismo salario? Me
responderán: “si ya está hecha esa ley” y yo contestaré que estará vigente pero
no se cumple a rajatabla. Una ley que no se cumple, ni se hace cumplir es como
si no existe.
Estamos en
una sociedad donde el esfuerzo y la moral bien entendida brillan por su
ausencia. Donde los niños cada vez están peor educados por unos padres que no
están o no les preocupa. Donde los principios éticos se disuelven como el
azúcar en agua con esos contenidos violentos en películas y videojuegos que
idiotizan y enajenan.
Donde la televisión,
incluida la estatal en muchos casos, está llena de contenidos banales, estúpidos,
intrascendentes o degenerados. Donde se permite la publicidad del juego online
y la pornografía sin sentido.
Donde se
ridiculiza al inteligente y se ensalza al imbécil de nacimiento. Donde se paga
ingentes cantidades de dinero a un futbolista y una miseria al investigador o
al profesional en una materia fundamental para el país.
Donde se
venden a grupos privados y a precio de
ganga sectores fundamentales del estado como la salud, las telecomunicaciones,
los hidrocarburos, la industria estratégica, la enseñanza, la banca, los
servicios sociales como las residencias de mayores y un inacabable número de
áreas que tendrían que ser públicas para el bien de los ciudadanos.
Donde los
ciudadanos están al servicio de los gobiernos y de los políticos y no al revés.
En una
palabra. Se ha promocionado desde arriba una sociedad sin resortes ni
posibilidades de respuesta ante ningún reto nuevo. Una sociedad sin valores,
donde la mediocridad y la estulticia se promociona como valor universal desde
los medios.
Cuando la
sociedad está “madura” después de aplicar toda esta maniobra de ingeniería
social premeditada, el libro de operaciones manda crear una pandemia global con
uno de esos muchos virus que tienen prefabricados y nos crean el evento de
pánico final para darnos la estocada. Un evento de fuerte impacto social y a
nivel global.
La sociedad
asustada recibe las órdenes de confinamiento mediante la aplicación “legal” de
los estados excepcionales contemplados en el ordenamiento jurídico de cada país
y todo el mundo espera órdenes que no sugerencias de la autoridad competente.
En estado de
“shock”, porque a todos nos ha pillado en bolas, empiezan las restricciones
legales de la libertad de los individuos en aras del bien común.
Se recurre a
lo emocional y sentimental porque en ese estado de “shock” los manuales de
psicología de primer curso dicen que lo emocional toma posesión de la voluntad
de la persona y se olvida de lo racional. Ya no es capaz de pensar con una
mínima lucidez.
Pongo un ejemplo sencillo:
En la
temporada 2017-2018 según datos de la gripe estacional proporcionados por el Sistema de Vigilancia de la gripe en
España (del Instituto de la salud Carlos
III)
Ver documento en este enlace:
Hubo alrededor de 15.000 muertos
Teniendo en cuenta que HABÍA
VACUNA y según el
cuadro que sigue SE VACUNÓ EL 55% DE LAS
PERSONAS MAYORES DE 64 AÑOS o sea del colectivo de riesgo y que con
ello se EVITÓ EL 39% DE LAS MUERTES DE PACIENTES HOSPITALIZADOS,
ACEPTEMOS PUES QUE SIN VACUNA HUBIERAN MUERTO “ALGUNAS MAS” DE LAS 15.000 PERSONAS.
ALGUNAS PREGUNTAS:
1- ¿Estos 15.000 muertos mínimo, no tenían importancia ninguna para el gobierno
de entonces a la hora de tomar al menos medidas de profilaxis por parte de la
población? Este fenómeno se produce todos los años y colapsa los hospitales casi todos los años.
2- ¿Por qué ahora los 13.798 muertos hasta
7 abril 2020 del coronavirus tienen más importancia
que los de la gripe estacional teniendo en cuenta que la forma de obtener estos
datos no parecen fiables? No se hacen los test necesarios para saberlo con
cierta seguridad.
3- ¿Por qué no nos metían miedo en tv
día a día diciendo cuantos muertos se iban produciendo cuando la gripe
estacional?
4- ¿No se morían entonces personas mayores en las
residencias por la gripe común teniendo en cuenta que estas muertes se
produjeron en su mayor parte en mayores de 64 años?
5- ¿Por qué se están tomando ahora
medidas restrictivas de la libertad como la censura en las redes sociales o decreto de control de seguimiento
gps de móviles, p.ejemplo?
6- ¿Por qué nadie o casi nadie en los
medios se preocupa por averiguar si este brote es natural o artificial?
7- Pon ahora tus preguntas, que seguro
que las tendrás…
Decretos y normas que no hubiéramos aceptado de
buena manera días antes de declarar EL ESTADO DE ALARMA ahora nos los tragamos
como los pavos.
Por supuesto que con la gripe estacional no se
"cargaron" la economía como ahora.
¿Acaso hora quieren tapar el “crash” económico
pronosticado por muchos desde hace más de un año con el coronavirus?
Esto huele muy mal y cuando empieza la censura y las
leyes restrictivas suele asomar la dictadura.
EL AUTOR DEL BLOG.
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