Mientras el nuevo coronavirus se expande por todo el
mundo, crece la hipótesis de que el COVID-19 es fruto de una guerra
biológica de EE.UU. contra China e Irán.
Las autoridades chinas, iraníes y rusas, en sus
recientes declaraciones, han señalado que la actual crisis de salud
pública que ha provocado el coronavirus podría venir de armas biológicas
fabricadas por EE.UU.
El Líder de la Revolución Islámica de Irán,
el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ordenó el jueves a las Fuerzas Armadas del
país que llevaran a cabo “ejercicios de defensa
biológica” ante
la hipótesis de que la pandemia del COVID-19 sea, en realidad, una guerra
biológica.
Esta hipótesis no es exclusiva de Irán, se está
planteando a nivel internacional. Los defensores de esta teoría apuntan a la
presencia de tropas estadounidenses en la ciudad china de Wuhan unas
semanas antes del brote: un hecho que Pekín ha confirmado oficialmente.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de China,
Zhao Lijian, en su cuenta de Twitter, dijo que el Ejército de EE.UU podría
haber llevado el coronavirus a Wuhan, la ciudad más afectada por el
brote.
Escribió este tuit después de que el director de
los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus
siglas en inglés) de EE.UU., Robert Redfield, admitiera el miércoles en la
Cámara de Representantes que algunos estadounidenses, que aparentemente
murieron de gripe, dieron positivo de COVID-19 en un diagnóstico póstumo.
Políticos rusos también dan como buena esta teoría.
El líder del Partido Liberal Demócrata ruso (LDPR, por sus siglas en
inglés), Vladimir Zhirinovski, ha subrayado que EE.UU. cuenta con varios
laboratorios secretos cerca de China y Rusia y
que, desde hace 20 años, tratan de crear una arma biológica contra
los rusos, pero no ha tenido éxito y, por eso, lo ha hecho contra los
chinos.
ADN del COVID-19, apunta a EEUU y no China como origen
del letal virus
Los estudios sobre el genoma del letal COVID-19,
aparecido en China, apuntan a que este coronavirus podría haberse sido
originado en otro lugar del mundo como EE.UU.
En los primeros días de la propagación a nivel mundial
del brote del nuevo coronavirus, denominado COVID-19, hubo controversias sobre
algunos aspectos de esta enfermedad, como su naturaleza, características,
síntomas y tratamiento, pero lo que puso en alerta a todos los expertos y los
medios era el lugar de aparición de este virus que comenzó a extenderse a todo
el mundo desde un mercado de mariscos de la ciudad china de Wuhan a finales de
diciembre de 2019.
En ese momento, pocos distinguirían entre la
“identificación” y la “creación” de este misterioso virus. El hecho es que el
COVID-19 fue “detectado” por primera vez en el citado mercado de mariscos de
Wuhan, pero ¿fue necesariamente “creado” en ese mismo lugar?
La propagación de un virus desconocido desde China al
resto del mundo se convirtió desde esas fechas en un asunto de primer orden
para la parrilla del prime time de los noticieros de los medios de
comunicación global, liderados, por supuesto, por las potentes corporaciones
estadounidenses, en cubrir todo lo que concerniera a esta enfermedad y
augurando a su público de la destrucción completa del mundo responsabilizando
de ello al gigante asiático y obviando la naturaleza inofensiva del COVID-19 en
comparación a la influenza común en términos de letalidad.
Cualquier noticia sobre la crisis de coronavirus,
originada en China, no solo empujaría a la economía china a la bancarrota, sino
que también favorecería a los intereses de Estados Unidos en medio de la guerra
comercial entre Washington y Pekín, y es por eso que a muchos se le viene a la
mente que a lo mejor la fuente de la cepa del virus podría provenir de Estados
Unidos.
Hasta ahora, han surgido algunos motivos para pensar
de esta forma, ya que, varios expertos estadounidenses han confesado que
algunos enfermos locales se han contagiado del COVID-19 por razones
“desconocidas” y sin que hubieran viajado a los países epicentro de su
transmisión o que tuvieran contacto con personas infectadas con el coronavirus.
Aunque todavía puede ser demasiado pronto para llegar
a una conclusión definitiva, el portal digital Global Research
Analytics recopiló recientemente una parte de un informe de Larry Romanov,
experto en economía de la Universidad de Fudan, con sede en Shanghai, publicado
al respecto con el título de “El coronavirus de China: una evolución
impactante. ¿Es posible que su cepa se originó en Estados Unidos?”.
Conforme a esta publicación, los primeros
estudios científicos sobre el genoma del nuevo coronavirus muestran que China
no es la fuente de esta enfermedad. Para argumentar su teoría, Romanov
anota que después del brote del COVID-19 los medios de comunicación occidentales
rápidamente tomaron el podio y lanzaron la versión de que aparentemente se
había originado y extendido desde el país asiático.
Sus reclamos, escribe, era que el patógeno se originó
en animales en un mercado húmedo de Wuhan. De hecho, el origen del virus fue
desconocido durante mucho tiempo, pero ahora, según informes de medios chinos y
japoneses, parece probable que el coronavirus se originó en varios lugares
y comenzó a extenderse solo después de que fuera introducida al mercado de
mariscos en la citada urbe china de más de 13 millones de habitantes.
Además, añade, algunas pruebas sugieren que la cepa
del virus no se habría originado en China en ningún caso, tal y
como apuntan algunas agencias de noticias japonesas y otros medios al
señalar que podría haber sido engendrado por primera vez en Estados
Unidos.
Después de recoger muestras de ADN —ácido
desoxirribonucleico que contiene las instrucciones genéticas usadas en el
desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos— de entre población
china, los investigadores primero demostraron de forma concluyente que este
virus no se originó desde el marisco, sino también desde múltiples puntos de
origen incierto habría llegado al referido mercado de los mariscos en Wuhan y,
a partir de allí, es cuando empezaría su periplo infeccioso alrededor del
mundo.
Al respecto, el periódico chino Global Times
informó en su día de que según un nuevo estudio realizado por investigadores
chinos se ha percatado de que la cepa del COVID-19 puede haberse originado a
principios de noviembre, un mes antes de que se detectaran sus primeros casos
de contagios en Wuhan.
El estudio, publicado en Chinashio, una de
las fuentes chinas gratuitas disponibles para los investigadores en el campo de
la ciencia, sugiere que el nuevo coronavirus provenía de una o más fuentes en
el bullicioso mercado de mariscos y luego debido a los múltiples contactos
cercanos entre las personas que realizaban sus compras en ese lugar se inició
la cadena de propagación a otros lugares en un corto plazo de tiempo.
Estos resultados se derivan del análisis de datos
genómicos, fuentes de contaminación y la ruta del brote de varias cepas del
nuevo coronavirus recogidas de toda China, acota la publicación china.
Los investigadores que realizaron el estudio creen que
los portadores originales trasmitieron el virus a los trabajadores y
vendedores del mercado de mariscos, y luego estos contagiaron a los compradores
de sus productos.
Las autoridades médicas chinas llevaron a cabo
investigaciones rápidas y extensas sobre el origen del virus, identificando
todas las especies y variantes mutadas mediante la recolección de
aproximadamente 2 muestras del nuevo genoma coronario de cinco países
diferentes en los cinco continentes.
Durante su análisis, concluyeron que los
nuevos brotes del coronavirus comenzaron a propagarse nada más finalizarse los
Juegos Mundiales Militares de 2019 que se celebró en Wuhan entre los días 18 y
27 de octubre.
Por su parte, los expertos japoneses en una
investigación independiente sostienen que esta enfermedad no se originó en
China, sino que vino de fuera de este país asiático.
Esto significa que el COVID-19 se originó en un país
distinto de China, pero ahora surge la pregunta de dónde está el verdadero
origen del nuevo coronavirus. Si las autoridades chinas verificaran los genomas
del virus de dos países diferentes para encontrar el origen del patógeno,
probablemente tendrían una razón convincente para buscar fuera de las fronteras
chinas.
Con estas revelaciones, se ha ido tomando fuerza la
teoría de que el brote del coronavirus se originara en EE.UU., en este sentido,
el medio japonés Asahi Shimbun informó a principios de febrero que
el brote del coronavirus se había originado dentro del territorio
estadounidense, no en China, y algunas o muchas de las 14 000 muertes por gripe
común en Estados Unidos que se produjo durante el año puede haber sido el
resultado de una infección por el COVID-19.
El rotativo People Daily China citando
a Asahi Shimbun escribe que algunos de estos estadounidenses pueden
haber sido infectados sin saberlo con el coronavirus y es muy posible que el
Gobierno de EE.UU., presidido por Donald Trump, no se haya percatado
completamente hasta qué punto este nuevo patógeno se ha extendido entre su
población.
Ante la insistencia de los medios asiáticos de que
este brote se habría originado en el suelo estadounidense, a los Centros
para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en
inglés) de EE.UU. no les quedó otro remedio que anunciar que se pondrían a
trabajar en los laboratorios gubernamentales situados en Los Ángeles, San
Francisco, Seattle, Chicago y Nueva York para evaluar a las personas con
síntomas similares a la gripe común con el objetivo de detectar si han sido
infectadas con el nuevo coronavirus.
Al respecto, Asahi Shimbun asegura que
nadie sabía hasta la fecha la causa de la muerte en las víctimas de la gripe
estadounidense porque la Administración Trump o se niega a examinar a las
personas para detectar qué virus originó sus fallecimientos u oculta los
resultados de dichas pruebas.
Lo que no aclara el medio nipón es si este virus
coronario infectó a la población estadounidense de forma natural o accidental o
fue intencional. Empero, lo que es claramente evidente es con qué destreza los
medios occidentales han ido rehuyendo de informar de cualquier dato que
apuntara a EE.UU. como el origen del brote de la enfermedad que hasta ahora ha
infectado a más de 145 000 personas de 140 países del mundo, y de las cuales
han muerto más de 5000.
Un virólogo taiwanés aseveró en un programa
televisivo, transmitido el 9 de febrero en Taiwán, que, tras analizar algunos
cuadros y diagramas de flujo sobre los cambios genéticos del nuevo coronavirus,
puede plantear la posibilidad de que este patógeno se habría originado en
Estados Unidos.
Conforme a sus palabras, la cepa del COVID-19 que ha
infectado a un reducido grupo de taiwaneses, en concreto a tan solo 49
personas, de las cuales se ha confirmado la muerte de una de ellas, solo se ha
visto en Australia y EE.UU., y dado que Taiwán no ha sido infectado por
australianos, solo puede haber ingresado dentro de este territorio
desde Estados Unidos.
La lógica subyacente aquí es, expone el especialista
taiwanés: “La ubicación geográfica que tiene la mayor diversidad de especies
del virus debe ser necesariamente la fuente del origen del virus, ya que una
especie de virus no puede derivar de la ‘nada’”.
El experto sugiere que solo en Estados Unidos se ha
detectado la presencia de las cinco especies conocidas de coronavirus, y que es
probable que las cepas de estos patógenos en otros países se hayan originado en
este territorio. Mientras que, agrega, en Wuhan y gran parte de China solo
hay una variante del coronavirus y así como en Taiwán, Corea del Sur,
Tailandia, Vietnam, Singapur, el Reino Unido, Bélgica y Alemania.
Además, aclara que el tipo del coronavirus que se
encuentra en Corea del Sur y Taiwán es diferente del que se encuentra en China.
Este brote puede ser más contagioso, pero mucho menos letal; ya que esto puede
explicar por qué la tasa de mortalidad coronaria en Taiwán es un tercio de la
de China o en el caso de Corea del Sur, con 7137 casos confirmados solo se han
registrado 50 muertes.
La prevalencia de la propagación del COVID-19 en Irán
e Italia no se ha ensayado todavía, pero las autoridades persas aseguran que el
genoma del patógeno que ha contagiado a más 12 700 iraníes, de las cuales
611 han perdido la vida, es similar al que contagió a más de 80 000
ciudadanos chinos, de los que murieron unos 3189.
Mientras en Italia se han contagiado 17 600 personas y
fallecido unas 1266, resulta que los datos proporcionados por el Gobierno de
Irán confirman que la cepa coronaria detectada entre los pacientes es la
especie más letal al tener una tasa de mortalidad de entre 2 % y 5 %.
Ahora bien, a causa del gran volumen de cobertura y el
enfoque mediático de Occidente en China, la mayoría del mundo cree que el brote
del coronavirus se ha originado en este país asiático para extenderse a todas
las demás naciones del mundo. Sin embargo, esta narrativa parece totalmente
equivocada, ya que estos medios eluden con mucha astucia
informar los casos confirmados
de contagio en EE.UU., y menos aún la cifra de las víctimas mortales; y todo
esto responde ante la imperativa de no relucir la incapacidad del Ejecutivo
de Trump de afrontar la catástrofe sanitaria que les espera a los estadounidenses
y, por ende, alejar de los focos mediáticos el hecho de que este patógeno que
va a cobrar numerosas vidas entre la población de esta nación, probablemente,
se habría creado en un laboratorio científico de este mismo país
norteamericano.
COVID-19: ¿Una pandemia de ingeniería?
El coronavirus actual, COVID 19, está alterando las
economías, los viajes y la vida diaria en todo el planeta. Ha borrado hasta el
10% de la liquidez financiera de naciones como Estados Unidos, aunque sea
temporalmente, y lo peor aún está por venir.
Detrás de esta triste historia hay algo más siniestro.
COVID 19 no solo "pudo haber sido" diseñado como un arma biológica
sino que "muy probablemente así fue" diseñado.
Comencemos a reflexionar:
Todos los esfuerzos imaginables se han utilizado para
conspirar, combinar y confundir con el COVID 19.
Esta es la enfermedad humana más infecciosa de la
historia con un período de incubación imposible, semanas de infección aérea sin
síntomas, una enfermedad poco probable. ¿Está diseñado, es bio-guerra?
Esta es una enfermedad relacionada con el SARS
(síndrome respiratorio agudo severo) y MERS (síndrome respiratorio del Medio
Oriente), todos coronavirus. De Merriam-Webster:
Definición de coronavirus: cualquiera de una familia
(Coronaviridae) de virus de ARN monocatenarios que tienen una envoltura
lipídica tachonada con proyecciones en forma de maza, infectan a aves y muchos
mamíferos, incluidos los humanos, e incluyen los agentes causantes de MERS y
SARS
Primer uso conocido de coronavirus: 1968, con el
significado definido anteriormente
NOTA: La palabra CORONA + VIRUS fue introducida por un
grupo de virólogos como un breve artículo "Coronavirus" en la sección
"Noticias y opiniones" de Nature (vol. 220, no. 5168, 16 de noviembre
de 1968, p. 650): "... aviar. El virus de la bronquitis infecciosa
tiene un aspecto microscópico electrónico característico parecido, pero
distinto, al de los mixovirus. Las partículas tienen un perfil más o menos
redondeado ... también hay una "franja" característica de
proyecciones de 200 Å de largo, que son redondeadas o en forma de pétalos, en
lugar de afiladas o puntiagudas, como en los mixovirus. Esta apariencia, que
recuerda la corona solar, es compartida por el virus de la hepatitis del ratón
... En opinión de los ocho virólogos, estos virus son miembros de un grupo
previamente no reconocido que sugieren que deberían llamarse coronavirus, para
recordar la apariencia característica por la cual estos los virus se
identifican en el microscopio electrónico ".
Hasta ahora se sabe poco sobre la tasa de mortalidad
de COVID 19, hasta ahora muy inferior al 34.5% para MERS, pero posiblemente
más, incluso mucho más, que el 9.63% para SARS. Muchos no están de acuerdo con
estas cifras, pero los datos son escasos, peor, los datos no existen.
MERS tardó un año en matar a 106 personas y el SARS,
que también tardó meses en propagarse, mató a 813 antes de ser sofocado. Sin
embargo, dependiendo de cuándo lea esto, COVID 19 puede haber infectado más de
un millón, no 200.
Metodología
Podemos hacer algunas declaraciones generales sobre
COVID 19 y lo haremos ahora:
- Existe la capacidad de crear COVID 19
- Existe la voluntad de crear COVID 19
- La inteligencia y la humanidad no tienen necesidad de crear COVID 19
- La voluntad de experimentar infectando al público en general con un patógeno como COVID 19 existe y tiene un amplio precedente histórico
- Los laboratorios “financiados por negros” que operan al amparo de investigaciones sobre enfermedades animales o instalaciones de defensa de guerra biológica, administrados por los gobiernos de EE. UU., Gran Bretaña, Israel y otros, no solo son capaces de crear COVID 19, sino que se evidencia que están financiados para exactamente este tipo de programa.
En pocas palabras, hay actores que pueden desatar una
pandemia global como componente de una operación a largo plazo de "teoría
del caos".
Esos mismos actores lo harían y lo han hecho, una y
otra vez, sin importar el costo en vidas humanas. Creo que ahora se puede
señalar con seguridad el 11 de septiembre y sus consecuencias como una de esas
operaciones.
También se podrían citar varios esfuerzos de cambio de
régimen e incluso completar los nombres de las naciones involucradas, Estados
Unidos, Gran Bretaña, Francia, Arabia Saudita e Israel.
COVID es probablemente poco más que una prueba de funcionamiento
para algo mucho más mortal. Es muy posible que nuestros amigos solo estén
recopilando datos, "big data", por así decirlo, y sabemos cuánto aman
sus datos.
Retroceso
Otra forma de aprender y discernir es dar marcha atrás
a lo que se nos dice, lo que no se nos dice y los patrones de cómo estamos
"mal informados".
En primer lugar, no se nos dice nada, o
lamentablemente poco sobre la naturaleza de la enfermedad en sí, los síntomas,
por ejemplo, y la progresión de la enfermedad. ¿Por qué es eso?
De los infectados y los que mueren, aparte de las
figuras públicas en Irán y ahora Italia, no se sabe nada.
Lo que se distingue hasta ahora, a pesar de todos los
esfuerzos para evitar que se escape cualquier información utilizable, es que es
poco probable que los niños contraigan la enfermedad o, si lo hacen, corren el
riesgo de morir.
Sabemos que las muertes son entre personas mayores,
pero ¿qué edad tienen? ¿Personas con qué otras vulnerabilidades? Hay
suficientes datos disponibles para informar al público sobre el riesgo, pero
eso se está reteniendo.
Los que retienen dicha información lo hacen de manera
sospechosa.
Igualmente sospechosa o quizás mucho más sospechosa es
la enfermedad en sí misma, ¿cómo se desarrolló, cómo se convirtió en algo
diferente a todo lo anterior, una "tormenta perfecta"?
No solo no se proporciona información útil, sino que
no hay discusión pública sobre algo que debería haber sido de gran interés. Por
lo tanto, nos hemos tropezado con una "línea roja" que parece y
necesita retroceder en cuanto a quién contiene y censura lo que normalmente es
información vital para el público.
Creemos que ese retroceso conduce a un virus diseñado,
una modificación al SARS que tomará hasta 2 años en detenerse, costará $ 50 mil
millones o más y tendrá otro efecto que no se discute pero que afectará al
lector: el COVID 19 es 99% de miedo y 1% de epidemia.
Las conspiraciones
La teoría de la conspiración dominante durante los
primeros días de febrero de 2020 expuso una hipótesis de que COVID 19 fue
creado para atacar racialmente a chinos e iraníes.
Sin embargo, un mes después, con la enfermedad
arrasando a Italia y otras naciones también, esa teoría está muerta.
Varias naciones, ciertamente los Estados Unidos, han
estado recolectando muestras genéticas de poblaciones de naciones que podrían
considerar como objetivos, principalmente Rusia.
¿Están los Estados Unidos ahora o planean atacar a
Rusia con un arma biológica, una pandemia de ingeniería genética? Basado en el
comportamiento de los Estados Unidos en los últimos 20 años y el liderazgo
actual en Washington, la respuesta sería "probablemente" no, pero no
del todo "por supuesto".
Otra teoría implica la tecnología 5G. Se postula que
las emisiones de 5G alteran el ADN. Sin embargo, no hay absolutamente ninguna
ciencia que justifique que la radiación no ionizante que impacta el ADN.
De hecho, es fácil rastrear el origen de estas
conspiraciones hasta la anti-ciencia basada en Trump que también niega el
calentamiento global y la comunidad "anti-vacunas" que cree que el
tétanos, la fiebre tifoidea, la poliomielitis y la difteria son
"enfermedades infantiles normales" como la rabia.
Políticamente, estos grupos generalmente apoyan la
intervención militar en nombre de los intereses israelíes (entre los
estadounidenses), la tortura y los asesinatos selectivos a pesar del "daño
colateral" y los derechos humanos basados en la raza y la religión.
A medida que los orígenes se remontan a afirmaciones
extravagantes hechas por expertos altamente interesados e incluso por la actual
administración estadounidense, en el peor de los casos contra la ciencia, se
hace visible la mano de quienes pueden ser responsables de la pandemia de COVID
19.
Conclusión
Las mentiras, la censura y las teorías de conspiración
cuasi oficiales serían parte integrante de una pandemia de ingeniería. En
cuanto a quién y por qué es temprano todavía para afirmarlo.
Al igual que el 11 de septiembre, el impacto masivo en
los mercados financieros y de productos básicos es evidente y los algoritmos
que deberían haberse creado hace mucho tiempo para discernir las tácticas de
"desastre con fines de lucro" han sido prohibidos incluso de la
discusión.
En 2010, una serie de televisión, Rubicon, que
trajo exactamente este tema, fue misteriosamente cancelada a pesar de su
popularidad y costos de producción extremadamente económicos. Del New York
Times:
“El programa sigue a un conjunto de analistas y
gerentes de una API ficticia, una compañía privada que sintetiza los datos
proporcionados por varias agencias de espionaje estadounidenses. Cualquiera que
escriba sobre televisión para ganarse la vida seguramente se sentirá atraído
por esta historia de personas arruinadas y bien intencionadas que intentan dar
sentido a las narrativas con lagunas inexplicables e inconsistencias
desafiantes.
Pero hay mucho más para "Rubicon" que su
atractivo nerd. Ahora que las teorías de la conspiración han pasado de los
márgenes al centro de la vida política, las preguntas que "Rubicon"
hace sobre la manipulación de la verdad y las formas en que los poderosos
ocultan intencionalmente sus agendas más codiciosas son más convincentes que
nunca ".
Hoy, los analistas de "API / Rubicon" están
consignados a la ficción y el público se ha quedado con el miedo y las mentiras
como consuelo.
Lo que queda fuera es que puede haber responsables y,
lo que es peor, que esto puede ser solo el comienzo.
COVID-19: evidencia adicional de que el virus se
originó en los EE. UU.
Larry Romanoff
Como recordarán los lectores del artículo anterior (El coronavirus de China:
una actualización impactante. ¿El virus se originó en los Estados Unidos?), los epidemiólogos y farmacólogos
japoneses y taiwaneses han determinado que el nuevo coronavirus casi
seguramente se originó en los EE. UU. ya que ese país es el único que tiene los
cinco tipos, de los cuales todos los demás deben haber descendido el de Wuhan
en China que tiene solo uno de esos tipos, que lo hace en analogía como una
especie de "rama" que no puede existir por sí misma, sino que debe
haber crecido de un "árbol".
El médico taiwanés señaló que en agosto de 2019,
EE.UU. tuvo una serie de neumonías pulmonares o similares, que los
estadounidenses atribuyeron a 'vapear' de los cigarrillos electrónicos, pero
que, según el científico, los síntomas y las condiciones no podían explicarse
cigarrillos electrónicos. Dijo que escribió a los funcionarios estadounidenses
diciéndoles que sospechaba que esas muertes probablemente se debieron a un
coronavirus. Afirma que sus advertencias fueron ignoradas.
Inmediatamente antes de eso, los CDC cerraron
totalmente el laboratorio biológico principal de las Fuerzas Armadas de los EE.
UU. en Fort Detrick, Maryland, debido a la ausencia de salvaguardas contra
fugas de patógenos, emitiendo una orden completa de "cese y
desistimiento" a las fuerzas armadas. Fue inmediatamente después de
este evento que surgió la epidemia del "cigarrillo electrónico".
También tuvimos a los ciudadanos japoneses infectados
en septiembre de 2019, en Hawai, personas que nunca habían estado en China,
estas infecciones ocurrieron en suelo estadounidense mucho antes del brote en
Wuhan, pero solo poco después del cierre de Fort Detrick.
Luego, en las redes sociales chinas, apareció otro
artículo, consciente de lo anterior pero que presentaba más detalles. En
parte, declaró que cinco atletas "extranjeros" u otro personal que
visitaba Wuhan para los Juegos Militares Mundiales (18-27 de octubre de 2019)
fueron hospitalizados en Wuhan por una infección indeterminada.
El artículo explica más claramente que la versión del
virus de Wuhan podría haber venido solo de los EE. UU. Porque es lo que ellos
llaman una "rama" que no podría haberse creado primero porque no
tendría "semilla". Tendría que haber sido una nueva variedad
derivada del 'tronco' original, y ese tronco existe solo en los EE.
UU. (1)
Se ha especulado mucho públicamente que el coronavirus
se había transmitido deliberadamente a China pero, según el artículo chino, es
posible una alternativa menos siniestra.
Si algunos miembros del equipo de EE. UU. en los
Juegos Militares Mundiales (18-27 de octubre) se hubieran infectado con el
virus de un brote accidental en Fort Detrick, es posible que, con un largo
período de incubación inicial, sus síntomas pudieran haber sido menores, y esas
personas podrían fácilmente haber "recorrido" la ciudad de Wuhan
durante su estadía, infectando potencialmente a miles de residentes locales en
varios lugares, muchos de los cuales viajarían más tarde al mercado de mariscos
desde donde el virus se propagaría como un incendio forestal (como lo hizo) .
Eso explicaría también la imposibilidad práctica de
localizar el legendario "paciente cero", que en este caso nunca se ha
encontrado ya que habría habido muchos de ellos.
Luego, Daniel Lucey, un experto en enfermedades
infecciosas de la Universidad de Georgetown en Washington, dijo en un artículo
en la revista Science que se confirmó que la primera infección
humana se produjo en noviembre de 2019 (no en Wuhan), lo que sugiere que el
virus se originó en otro lugar y luego se propagó. a los mercados de
mariscos. "Un grupo puso el origen del brote tan pronto como el 18 de
septiembre de 2019". (2) (3)
La descripción de los primeros casos sugiere que el
brote comenzó en otro lugar.
El artículo dice:
“Como casos confirmados de un nuevo virus que surge en
todo el mundo con una velocidad preocupante, hasta ahora todos los ojos se han
centrado en un mercado de mariscos en Wuhan, China, como el origen del
brote. Pero una descripción de los primeros casos clínicos publicados en
The Lancet el viernes desafía esa hipótesis ". (4) (5)
El documento, escrito por un gran grupo de
investigadores chinos de varias instituciones, ofrece detalles sobre los
primeros 41 pacientes hospitalizados que habían confirmado infecciones con lo
que se denominó coronavirus novedoso de 2019 (2019-nCoV).
En el primer caso, el paciente se enfermó el 1 de
diciembre de 2019 y no tenía ningún vínculo informado con el mercado de
mariscos, informan los autores. "No se encontró ningún vínculo
epidemiológico entre el primer paciente y los casos posteriores",
afirman. Sus datos también muestran que, en total, 13 de los 41 casos no
tenían vínculo con el mercado. "Ese es un gran número, 13, sin
conexión", dice Daniel Lucey... (6)
Informes anteriores de las autoridades sanitarias
chinas y de la Organización Mundial de la Salud habían dicho que el primer
paciente tenía síntomas el 8 de diciembre de 2019, y esos informes simplemente
decían que "la mayoría" de los casos tenían vínculos con el mercado de
mariscos, que se cerró el 1 de enero. (7)
“Lucey dice que si los nuevos datos son precisos, las
primeras infecciones en humanos deben haber ocurrido en noviembre de 2019, si
no antes, porque hay un tiempo de incubación entre la infección y la aparición de
los síntomas. Si es así, el virus posiblemente se propagó en silencio
entre las personas en Wuhan, y tal vez en otros lugares, antes de que se
descubriera el grupo de casos del ahora infame Mercado Mayorista de Mariscos de
Huanan a fines de diciembre. El virus entró en ese mercado en vez de salir
de ese mercado",
afirma Lucey.
"China debe haberse dado cuenta de que la
epidemia no se originó en ese mercado de mariscos de Wuhan Huanan",
dijo Lucey a Science Insider. (8)
Kristian Andersen es bióloga evolutiva en el Instituto de Investigación
Scripps que ha analizado secuencias de 2019-nCoV para tratar de aclarar su
origen. Dijo que el escenario era "totalmente plausible" de
personas infectadas que llevaran el virus al mercado de mariscos desde algún
otro lugar. Según el artículo de Science,
“Andersen publicó su análisis de 27 genomas
disponibles de 2019-nCoV el 25 de enero en un sitio web de investigación de
virología. Sugiere que tenían un "antepasado común más
reciente", es decir, una fuente común, tan pronto como el 1 de octubre de
2019 ". (9)
Fue interesante que Lucey también notó que
originalmente se creía que el MERS provenía de un paciente en Arabia Saudita en
junio de 2012, pero estudios posteriores y más exhaustivos lo rastrearon hasta
un brote hospitalario de neumonía inexplicada en Jordania en abril de ese
año. Lucey dijo que de las muestras almacenadas de personas que murieron
en Jordania, las autoridades médicas confirmaron que habían sido infectadas con
el virus MERS. (10)
Esto proporcionaría empuje a la cautela entre el
público para aceptar la "narrativa estándar oficial" que los medios
de comunicación occidentales siempre están ansiosos por proporcionar, como lo
hicieron con el SARS, MERS y ZIKA, todas las cuales "narrativas oficiales"
se probaron más tarde que han estado completamente equivocadas.
En este caso, los medios de comunicación occidentales
inundaron sus páginas durante meses sobre el virus COVID-19 originado en el
mercado de mariscos de Wuhan, causado por personas que comían murciélagos y
animales salvajes. Todo esto ha demostrado ser incorrecto.
El virus no solo no se originó en el mercado de
mariscos, sino que no se originó en Wuhan en absoluto, y ahora se ha demostrado que no se
originó en China sino que fue traído a China desde otro país. Parte de la
prueba de esta afirmación es que las variedades genómicas del virus en Irán e
Italia han sido secuenciadas y comprobado que no son parte de la variedad que
infectó a China y, por definición, deben haberse originado en otro lugar.
Parecería que la única posibilidad de origen son los
Estados Unidos porque solo ese país tiene el "tronco de árbol" de
todas las variedades. Y, por lo tanto, puede ser cierto que la fuente
original del virus COVID-19 fue el laboratorio militar estadounidense de bioguerra
en Fort Detrick. Esto no sería una sorpresa, dado que los CDC cerraron por
completo Fort Detrick, sino también porque, como relaté en un artículo
anterior, entre 2005 y 2012, EE. UU. experimentó 1,059 eventos en los que los
patógenos fueron robados o escaparon de la autoridad de los laboratorios
estadounidense -durante los diez años anteriores, a un promedio de uno cada
tres días.
Notas
(3) ciencia; Jon Cohen; 26 de enero de 2020
**************************************************************************************
***************************************************************************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario