Publicada:
lunes, 16 de marzo de 2020 14:01
Actualizada:
lunes, 16 de marzo de 2020 17:47
EE.UU. recurre
a cualquier mecanismo, incluidas las armas biológicas, para hundir a sus
rivales como China y salir así indemne de los conflictos que está inmerso.
“No se puede confiar en que ni un hombre, ni una multitud, ni una nación,
actúen humanamente o piensen con sensatez bajo la influencia de un gran miedo”.
Bertrand Russell
Este es uno
de los documentos más completos en América sobre el fenómeno mencionado al
cohesionar categorías políticas, médicas, sociales, económicas, humanas,
militares, con información reservada, ya que la inmensa mayoría de medios se
han centrado de modo importante en la salud (datos, amenazas y prevención),
aunque sin indagar en su probable origen artificial, en quién se beneficia
efectivamente, los daños en la salud mental o económica, la
histeria colectiva y el futuro presente de esta pandemia.
Así, es
preciso describir sucintamente dichos aspectos que permiten comprender de modo
más integral este fenómeno.
1. La guerra
biológica
Actualmente
uno de los campos donde se intenta obtener la supremacía hegemónica en el orbe
escapa a todas las doctrinas éticas y corresponde a la guerra biológica.
En este
sentido, la potencia mundial que invierte la más alta suma de su presupuesto
anual para financiar programas
científicos que investigan sobre agentes patógenos que puedan ser usados como
armas biológicas es Estados
Unidos, experimentando constantemente en naciones entre las que destaca Cuba al
ser objeto de múltiples epidemias artificialmente provocadas.
Cabe
destacar, en este caso concreto, que en Wuhan funciona uno de los más
sofisticados laboratorios biológicos del máximo nivel de bioseguridad 4, Wuhan
BSL-4, perteneciente al Instituto de Virología de Wuhan, que experimenta con
agentes biológicos que representan un alto riesgo individual de contagio.
Este
laboratorio trabaja con los patógenos más peligrosos del mundo, incluyendo
varios coronavirus, como SARS-CoV (Síndrome Respiratorio Agudo y Grave),
MERS-CoV (Síndrome Respiratorio del Medio Oriente) y muchos otros tipos de
virus bajo la supervisión no solo del Gobierno chino sino de la misma OMS,
participando virólogos de EE.UU., Canadá y el Reino Unido.
La
transferencia de la patente del 2019-nCoV 2015 del Departamento de Justicia de
EE.UU. al laboratorio de Wuhan BSL-4, ratificando que el coronavirus
2019-nCoV fue conocido por primera vez en 1965, autorizó no solamente a los
científicos chinos para investigar este patógeno que podía mutar durante
los experimentos. En 2018, en el sur de China, los virólogos descubrieron 89
nuevos coronavirus procedentes de murciélago, según la revista norteamericana Journal
of Virology (13 de junio 2018), que tenían el mismo receptor que el
CoV-MERS, investigación financiada tanto por el Ministerio de Ciencia y
Tecnología de China como la USAID (CIA) y el Instituto Nacional de Salud de
EE.UU., que siempre compartió información de los avances en la investigación
sobre enfermedades infecciosas y armas biológicas con el Pentágono, agravado
por cooperación en el desarrollo de insectos asesinos para transportar
virus modificados genéticamente e insertarlos en tres tipos de insectos:
pulgas, chicharras y aleuródidos (1).
Lo anterior
abre la posibilidad de filtración deliberada del 2019-nCoV o por descuido de
los virólogos chinos u
occidentales.
2. El efecto
económico
Debe obligar
un análisis urgente la coincidencia entre la campaña mediática alertando de una
enfermedad mortal en China y la disminución extraordinaria en la demanda de
productos orientales.
Como se sabe
la rivalidad entre USA y China por el mercado mundial, la inmensa deuda del
primero con el segundo, la gran acogida de los productos chinos en América
Latina pese a una propaganda extraordinaria contra éstos, han reubicado a las
potencias lo cual ha perjudicado el comercio de la nación norteamericana.
Ahora que el
dólar se ha disparado de modo extremo y artificial, no es descabellado pensar
en este virus como espada filosa, tendencia que se ratifica cuando el
secretario de Comercio de EE.UU., de modo desafiante, afirmó en Fox News
que la enfermedad podría ayudar a la agenda América
Primero al afectar
a China económicamente retornando el empleo a su país.
Cabe destacar la “generosidad” de la Unión Europea quien movilizará 25 000
millones de euros para afrontar la crisis del Covid-19, aunque para salvar a
los Bancos (2008) emitió 2 billones de euros.
3. La
intención política y militar
Actualmente
los innumerables conflictos que enfrenta EE.UU. en Corea del Norte, Siria,
Irak, Afganistán, Rusia, China, Venezuela, Irán, Yemen, Libia, Ucrania,
Palestina, entre otros, lo obligan a crear nuevas formas de salir de dichos
pantanos como nuevos mecanismos bélicos en el espacio, armas de destrucción
masiva, espionaje, chantajes y guerra biológica.
Por dicha
razón de peso, no extrañaría sembrar un virus de tal envergadura a través de
sus asociados en pleno centro de la actividad comercial y bélica de su oponente
(2).
4. El efecto
Mediático
Respecto al
origen del coronavirus, la inmensa difusión sobre la creencia que fue
contagiado en un mercado de productos exóticos del mar o animales fue rechazada por
la Organización Mundial de Salud (OMS) y ahora muchos científicos de
prestigio internacional han lanzado la idea que el virus fue el resultado
de la bioingeniería. Francis Boyle, de la Universidad de Illinois, ha
determinado que “2019 Wuhan Coronavirus es un arma ofensiva de guerra biológica
(y) la Organización Mundial de Salud sabe perfectamente qué es lo que
está pasando en Wuhan”,
ratificado porque los medios de comunicación globalizados ignoraron esta
información y la de una empresa de biotecnología de EE.UU., Moderna Inc.
(Norwood, Massachusetts), enviando el primer lote de su vacuna
de coronavirus, denominada mRNA-1273 al Instituto Nacional de Alergias y
Enfermedades Infecciosas (NIAID) para que los investigadores efectúen las
primeras pruebas en humanos.
Global Research ha sostenido que este virus mantiene características únicas y muy
similares a las epidemias del SARS y el MERS, y “tiene material genético
nunca antes identificado y que no está vinculado a ningún virus animal o humano
conocido”.
En síntesis, la insistente campaña organizada a través de una mediática
sostenida por parte de las agencias de inteligencia que manipulan las tres
grandes empresas que controlan el mercado mundial de la información (AP,
Reuters, France Press), ha logrado asimismo un triple efecto:
creer que China es el causante de la enfermedad para que, además de culparlo,
su economía colapse; hacer creer que toda la Humanidad está en peligro de
desaparecer y ocultar el análisis científico social del fenómeno.
5. La ciencia médica
El coronavirus pertenece a una extensa familia de virus que
afectan al ser humano y a varias especies de animales. Hasta ahora había seis
conocidos que podían enfermar a una persona de las cuales cuatro causan el
resfriado común, entre ellos, el del síndrome respiratorio agudo grave
(SARS), impactando China en 2002 y el síndrome respiratorio del Medio
Oriente (MERS), aparecido en 2012 en Arabia Saudí. Las investigaciones
realizadas en su momento apuntaron que el origen de ambos síndromes respiratorios
está en los murciélagos y éste ha sido un importante elemento que se baraja
también para el nuevo coronavirus denominado COVID-19.
Al respecto, el trabajo del científico nariñense (*) Fabio Arévalo entrega
una sinopsis clara y sustentada frente al fenómeno en mención y la prevención
necesaria ante este flagelo (3).
6. La bondad y maldad humana
Desde la Humanología como disciplina científica se ha establecido
parámetros muy precisos respecto al comportamiento destructivo o proactivo.
Las élites mundiales plutocráticas actúan de forma diferente sobre las
personas comunes ya que su mentalidad de ganancia oscurece los principios
morales y, por tanto, no trepidan en matar, engañar, silenciar, destruir,
enfermar, a quienes se oponen a sus designios.
Lo anterior convalida la tesis de que es posible urdir cualquier mecanismo
para hundir al competidor sin importar el número de víctimas o familias
destruidas, tal como ocurrió con la guerra de Irak con más de un millón y medio
de muertos, sin razón alguna más que la ambición. Por tanto, el espíritu
maligno existe y es fuente de situaciones como la guerra biológica.
Conclusiones
De la unidad coherente de los acápites empleados, todos con información
comprobada, surgen dos hipótesis básicas sobre el origen del Coronavirus y por
tanto su resolución: una, desde la ciencia médica como una enfermedad que nace
de murciélagos o mutaciones, la cual no tendría cura en este
momento, excepto prevención y tratamientos. La segunda, su nacimiento es a
partir de la red que se teje en los más oscuros laboratorios de guerra
biológica, provocando experimentación y muertes por doquier especialmente en
países contradictores del modelo consumista capitalista, aunque el control
total de estas armas es imposible afectando a ellos mismos.
Lo súbito (y puede darse como predicción), sería que la pandemia pronto se
aplacara y quedase como una alerta que produjo resultados desligados de la
salud básicamente.
Tal vez sea la nueva oportunidad para que las clases dirigentes de las
potencias y otros países involucrados en la guerra biológica comprendan el daño
que pueden causar a la Humanidad y que su aplicación puede extinguir la vida
definitivamente. Hoy, prevenir fundado en la generosidad y bondad, es la
obligación humana presente a esta tarea de investigación urgente.
Notas y
Referencias
- https://mundo.sputniknews.com/firmas/202002131090460452-cientificos-el-coronavirus-seria-un-arma-de-guerra-biologica/
- (Global Research, 25 de enero, 2020); https://www.hispantv.com/noticias/ee-uu-/450017/iranofobia-sinofobia-corona-virus-difamar
(*) Nariñense:
Natural de Nariño (Departamento de Colombia). Nota del autor del blog
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