La
investigación del FBI sobre los emails privados de Hillary Clinton ya
no está relacionada con una negligencia en materia de normas de
seguridad sino con un complot tendente a sustraer a los servidores
del gobierno federal todo rastro de su correspondencia. Esto
parece incluir intercambios de mensajes sobre financiamiento ilegal o la
corrupción de terceros vinculados a las relaciones del matrimonio Clinton con
la Hermandad Musulmana y los yihadistas.
Red Voltaire | Damasco (Siria) | 1 de noviembre de 2016
Hillary Clinton y la jefa de su equipo, Huma Abedin.
La
reactivación de la investigación del FBI sobre los mensajes privados de Hillary
Clinton ya no tiene que ver con un problema de seguridad sino con una
serie de manejos que pudieran llegar incluso a caracterizarse como
crímenes de alta traición.
Técnicamente,
en vez de utilizar los servidores de seguridad del Estado federal,
la secretaria de Estado usó un servidor privado que había
instalado en su domicilio para poder utilizar internet sin dejar
rastros en una máquina del gobierno federal. El técnico privado de la
señora Clinton había limpiado ese servidor antes de la llegada del FBI,
de manera que ya no era posible saber el por qué de la
instalación de ese dispositivo.
El FBI
observó inicialmente que el servidor privado no garantizaba el mismo nivel
de seguridad que el servidor del Departamento de Estado. Por tanto,
la señora Clinton había cometido una falta en materia de seguridad.
Pero el FBI confiscó posteriormente el ordenador del ex miembro del
Congreso estadounidense Anthony Weiner, el ex esposo de Huma Abedin,
la jefa del equipo de trabajo de Hillary Clinton. Y en ese ordenador
aparecieron una serie de correos electrónicos de la ex secretaria
de Estado.
Anthony
Weiner es un político judío, muy vinculado a los Clinton, que ambicionaba
ser alcalde de Nueva York. Pero tuvo que dimitir como consecuencia de un
escándalo esencialmente puritano: Weiner había enviado SMS eróticos a varias
mujeres. Huma Abedin se separó de él oficialmente, pero en realidad
no lo dejó.
Huma Abedin
es estadounidense y se educó en Arabia Saudita. Su padre dirige una
revista académica –en la que la propia Huma fue durante años secretaria de
redacción–, publicación que recoge regularmente las opiniones de la Hermandad
Musulmana. Su madre preside la asociación saudita de mujeres miembros de
la Hermandad Musulmana y trabajaba con la esposa del presidente egipcio Mohamed
Morsi, otro representante de la Hermandad Musulmana. Su hermano Hassan
trabaja para el jeque Yusuf al-Qaradawi, el predicador y consejero
espiritual de Al-Jazeera.
Durante un
viaje oficial a Arabia Saudita, la secretaria de Estado visita el colegio Dar
al-Hekma con Saleha Abedin –la madre de Huma– quien preside la asociación de
Hermanas miembros de la Hermandad Musulmana.
Huma Abedin
es actualmente un personaje central de la campaña electoral de Hillary Clinton,
junto a su director de campaña, John Podesta, quien fue jefe de personal
de la Casa Blanca bajo la presidencia de Bill Clinton. Podesta es además
el agente de influencia encargado de promover los intereses de Arabia Saudita
en el Congreso de Estados Unidos, tarea por la cual percibe mensualmente la
módica suma de 200 000 dólares. El 12 de junio de 2016,
la agencia de prensa oficial de Jordania publicó una entrevista del
príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed Ben Salman, quien defendía la
modernidad de su familia argumentando que la familia real saudita financió
–ilegalmente– en un 20% la campaña electoral de Hillary Clinton…
a pesar de tratarse de una mujer. Al día siguiente, la agencia
anulaba el despacho que contenía esa información y afirmaba que
su sitio web había sido pirateado.
Según un
despacho de Petra, la agencia oficial de Jordania, fechado el 12 de junio
de 2016, la familia real de Arabia Saudita ha financiado ilegalmente un
20% de la campaña electoral de Hillary Clinton.
Huma Abedin
no es la única persona de la administración Obama vinculada a la Hermandad
Musulmana:
- El medio hermano del presidente, Abon’go Malik Obama, presidente de la Fundación Barack H. Obama, es también tesorero de la Obra Misionaria de la Hermandad Musulmana en Sudán. Abon’go Malik Obama se halla directamente a las órdenes del presidente sudanés Omar el-Bechir.
- Un miembro de la Hermandad Musulmana es miembro del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense. Desde 2009 hasta 2012, fue Mehdi K. Alhassani. No se sabe quién lo sustituyó, pero la Casa Blanca negaba que hubiera un miembro de la Hermandad Musulmana en el Consejo de Seguridad Nacional, hasta que se supo que Alhassani era efectivamente miembro de la cofradía.
- Rashad Hussain, embajador de Estados Unidos ante la Conferencia Islámica, también pertenece a la Hermandad Musulmana.
- Otros miembros de la cofradía debidamente identificados ocupan cargos menos importantes en la administración Obama. Pero vale la pena mencionar en particular a Louay M. Safi, actualmente miembro de la Coalición Nacional Siria y ex consejero del Pentágono.
El
presidente Barack Obama recibe a su medio hermano Abon’go Malik Obama en la
Oficina Oval de la Casa Blanca. Abon’go Malik Obama es el tesorero de la Obra
Misionera de la Hermandad Musulmana en Sudán.
En abril de
2009, dos meses antes de pronunciar su famoso discurso en El Cairo,
el presidente Obama recibió secretamente una delegación de la Hermandad
Musulmana en la Oficina Oval. Anteriormente, había invitado a su investidura a
Ingrid Mattson, la presidenta de la Asociación de Hermanos y Hermanas
Musulmanes en Estados Unidos.
Por su
parte, la Fundación Clinton empleó como responsable de su proyecto «Clima» a
Gehad el-Haddad, uno de los dirigentes mundiales de la Hermandad Musulmana,
quien había sido hasta entonces responsable de un programa de televisión
coránica. Su padre fue uno de los cofundadores de la Hermandad Musulmana
en 1951, cuando la CIA y el MI6 decidieron reactivarla. Gehad dejó la
Fundación Clinton en 2012 para convertirse, en El Cairo, en vocero
del entonces candidato a la presidencia de Egipto Mohammed Morsi, y
posteriormente pasó a ser vocero oficial de la Hermandad Musulmana a escala
mundial.
Sabiendo que
todos los líderes yihadistas del mundo provienen de la Hermandad Musulmana o de
la orden sufí de los Naqchbandis –los dos componentes de la Liga Islámica
Mundial– sería interesante tener un poco más de información sobre las
relaciones de la señora Clinton con Arabia Saudita y la cofradía.
Resulta, por
otro lado, que en el equipo del adversario de Hillary Clinton, Donald Trump,
está el general Michael T. Flynn, quien trató de oponerse a que la Casa Blanca
creara el Emirato Islámico (Daesh) y dimitió de su cargo de director de la Defense
Intelligence Agency (DIA, la Agencia de Inteligencia del Departamento de
Defensa) en señal de protesta. Y junto a él, también como miembro del
equipo de Trump, figura Frank Gaffney, un «cold warrior»
histórico, actualmente catalogado como «complotista» por haber
denunciado… la presencia de miembros de la Hermandad Musulmana en el gobierno
federal.
Por
supuesto, desde el punto de vista del FBI, todo respaldo a las
organizaciones yihadistas constituye un crimen, sin importar la línea
política de la CIA. En 1991, el FBI –y el senador John
Kerry– provocaron la quiebra del BCCI –banco pakistaní registrado en las
Islas Caimán y ampliamente utilizado por la CIA en todo tipo de
operaciones secretas con la Hermandad Musulmana, el mismo esquema que esa
agencia estadounidense de inteligencia suele emplear con los cárteles
latinoamericanos de la droga.
**********************************************************************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario