Vivimos, sin duda, en un mundo muy complejo. Analizar la
victoria de Donald Trump en las elecciones de EE.UU. no es fácil. Comprender el por qué lo es
mucho más.
Si tenemos en cuenta los resultados de las elecciones en
España o en cualquier país europeo de los últimos tiempos veremos similitudes
muy grandes, sólo que en este caso se trata de la superpontencia mundial por
antonomasia.
El problema crucial estriba en desentrañar el por qué los
electores votan a semejantes payasos o a semejantes partidos políticos.
Escuchas en la calle siempre las mismas conversaciones a la gente.
¡Menudo impresentable
ha sacado mayoría! ¡El partido más afectado por la corrupción! ¡Más de lo
mismo!
¡Mas recortes en Sanidad, Educación y Asuntos Sociales!¡Cada
vez peores salarios y pensiones! ¡Siempre perdemos los de siempre!
Frases que nos son familiares en España. No hay día que
vayas a la tienda del barrio o a la peluquería y no oigas los mismos lamentos y
las mismas quejas.
Cómo es posible que en democracia hagamos siempre las mismas
tonterías al votar. Parece más bien, por los resultados, que todos somos de la
cuerda de esos políticos infames o que somos tontos.
Respecto a lo de ser tan tontos no me convence mucho porque
cuando escuchas a la gente hay un sentir unánime contra esos impresentables.
¿Entonces? ¿Qué es lo que nos pasa?
Nos pasan varias cosas a mi modo de ver.
En primer lugar estamos desinformados por los medios. Medios
que están en manos de esa élite de poder económico-financiero. Los medios de
información independientes no existen en la prensa escrita, ni en la radio, ni
en la televisión.
Bien es cierto que la prensa escrita no vende ni para
cromos. Prácticamente no la leen los ciudadanos. Las ventas de periódicos han
caído en el mundo occidental de forma estrepitosa en las últimas décadas. Si
repasamos las finanzas de los periódicos otrora boyantes nos damos cuenta que
son ruinosas. Estas ruinas son mantenidas artificialmente por los poderes como
referente de noticias para ser citados por otros medios como la radio y
televisión. Los pocos periódicos que se venden son suscripciones que mantienen
los hoteles, hospitales, compañías aéreas, consultas médicas, peluquerías, bibliotecas
públicas, etc. para ofrecerlos como cortesía a sus respectivos usuarios.
¿Cómo perviven entre tanta ruina? Porque interesan
a la élite.
Nos quedan otros dos medios masivos nada desdeñables: la
radio y la televisión. Estos son los que tienen presencia masiva en los
hogares. Sobre todo la televisión.
Estos dos son los que manipulan todo lo que pueden a la
opinión pública. Los que más daño hacen a la verdad informativa. Todos los días
repiten de forma persistente y machacona algún mantra. Los repiten de mil
maneras distintas para que lleguen a calar en todo el espectro de población:
telediarios, sálvames, zapeandos, “coloquios” de los mismos cabestros
periodísticos que no han vendido un periódico por la mañana y nos machacan con
sus malas formas, sus carencias intelectuales y estupideces por la noche.
Todos al sol de la pandereta que les marcan los poderosos.
El pobre ciudadano que si tiene trabajo, ya tiene mucha
suerte y es un privilegiado, llega después de una jornada más larga de lo
normal por la reforma laboral del gobierno último cobrando una media de 700€ al
mes y preocupado más por descansar y pagar para que no le echen del piso, se
sienta en el sillón de “pensar” a ver la tele. Su mente ya no tiene capacidad
para discernir si el insulso programa de turno le va a hacer más daño a su
mente que si se toma una dosis de LSD.
Y eso todos los días, como si se tratara de una experiencia
religiosa.
Lo peor de todo es que cuando le dices a alguien en esas
circunstancias que lea algo con sustancia o investigue información alternativa,
aún a sabiendas que sería buena la recomendación, te contesta que a esas horas
no tiene la cabeza para esfuerzos mentales y prefiere el programa “intranscendente”
para no pensar.
Una vez que caes en la trampa es como aquel que cae en la
droga. Cuesta salir del agujero. Es muy cómodo tragar contenidos que no exigen
esfuerzo.
Por otro lado y siguiendo con las causas. ¿Por qué no
actuamos y nos rebelamos?
La causa principal es una mezcla de miedo que nos infunden
constantemente y el conformismo. Miedo a perder las cuatro miserias de que
dispone la mayoría de la gente y la famosa frase “que me quede como estoy”.
Todo esto mezclado con el hartazgo que nos causan los
políticos y la falta de valores que reina en nuestra sociedad provoca un
ambiente casi irrespirable de desafección política, desafección de la familia
como elemento fundamental integrador de cualquier sociedad que se precie ,dando
como resultado una sociedad desintegrada, falta de iniciativa para coger las
riendas de su propio destino y desmotivada.
¿A dónde nos lleva esto? A darle nuestro voto a los
fantoches que prometen luchar en apariencia contra ese sistema establecido al
que odiamos en el fondo. A esos que dicen a la gente lo que quiere oir para
zafarse de la élite opresora.
Aquí está la trampa diseñada con mucha astucia por esa odiosa
élite.
Esos elementos que enarbolan la bandera neonazi echando la
culpa a los inmigrantes e incitando al autoritarismo, al control y al
radicalismo, esos individuos dispuestos a acabar con los satánicos masones
illuminati sionistas que ostentan el poder financiero mundial resulta que han
sido creados artificialmente por estos.
Es como sacar a la palestra esa marioneta para distraer al
personal de lo que sucede realmente. Hacerla culpable de todos los males
creados por la propia élite. Que sean ellos los que con su carácter anti judío-sionista
hagan aparecer a los propios sionistas como los pobres judíos mártires
perseguidos y maltratados.
La gente ya está aleccionada de la atrocidad del Tercer
Reich que mató en los campos de concentración a miles de judíos dejando la
marca a fuego en nuestras mentes de “pobres judíos”. ¡Que malo era Hitler!. Que lo era.
Lo que no sabe mucha gente porque los medios dominantes así
se preocuparon de ocultarlo—los ganadores de las guerras dan su versión parcial
de la historia--- es que los judíos sionistas, la élite financiera de todos los
tiempos creó el nazismo para culparle de todos los males que habían producido ellos mismos. No dudaron en asesinar a sus
propios hermanos de sangre, al pueblo judío, los de a pié, para aparecer como mártires siempre
perseguidos y maltratados.
Hay numerosas pruebas y documentos que certifican la
concesión de créditos de la banca judía americana a Hitler para ayudarle
económicamente al sostenimiento de la guerra. Concretamente de la banca Morgan.
Como siempre debemos separar al pueblo llano judío sufridor
de todos los males de esa élite sionista satánica que domina el mundo. Son numerosos
los atentados contra entidades judías en las últimas décadas promovidos y
financiados por esa élite judía sionista. Me vienen a la memoria algunos como los
atentados contra la embajada israelí en Buenos Aires (Argentina) en 1992 y en esta
misma ciudad contra la AMIA asociación judía en 1994 (Ver la truculenta implicación
de un importante cargo israelí en https://es.wikipedia.org/wiki/Atentado_a_la_AMIA ).
Sus propios ciudadanos judios fueron sus víctimas. Un golpe maestro para dar credibilidad.
Ejemplos recientes son el atentado en París contra el diario
satírico Charlie Hebdo (judío) y el atentado contra un supermercado
judío en Francia achacados al Movimiento Islámico. Todos sabemos que este
movimiento está financiado por la banca sionista, Arabia Saudí y apoyado por
Israel. Ver los numerosos artículos de este blog que dan las pruebas.
La lista es muy larga y se puede comprobar…
Donald Trump es uno de estos personajes creados “a doc” para
servir de chivo expiatorio de las atrocidades creadas por la élite sionista en
EE. UU.
Es el amigo de Putin el mayor enemigo de la élite americana,
es un racista, es un machista mujeriego y todos los vicios propios de una
caricatura que se han encargado de remarcar machaconamente los medios de
comunicación occidental al unísono. Y son verdad estas atribuciones. Pero… ¡Qué
unanimidad tan sospechosa! Todos esos medios están en manos de la élite que defiende
a Hillary Clinton.
¿Por qué esos medios no cuentan las atrocidades cometidas por
Hillary Clinton cuando era la Jefa del Departamento de Estado con Obama? ¿Por
qué no cuentan que el caso de los e-mails interceptados a Hillary lo que se
trataba no era de la inseguridad que
podía producir el uso de un servidor privado para sus correos confidenciales
sino de ocultar ante los propios estamentos oficiales los pagos que hizo para
financiar al Movimiento Islámico?¿Por qué no cuentan que el asesinato de
Gadaffi lo vivió en directo por Tv vía
satélite con su equipo y lo celebró con champán en vez de juzgarle ante un
tribunal si se le achacaban tantos delitos?¿Por qué está metida en la
organización de las “primaveras árabes” para sacar del poder a los que no eran
de su cuerda en países como Egipto, Túnez, etc? ¿Y por qué está metida en la
revolución prefabricada en Ucrania?¿Y por qué ha colocado allí a un presidente
nazi y genocida? Claro, es difícil pensar
que la prensa y medios acólitos vayan a decir nada contra quien llena sus
asquerosos estómagos.
Son tantos los crímenes de guerra cometidos por esa élite y
la crisis económica tan brutal que han creado en todo el mundo occidental que
ya tocaba sacar al chivo expiatorio para cargarle con el mochuelo.
En el anteúltimo artículo publicado en este blog ya se
comentaba que en EE.UU. la FED el banco emisor del dólar estaba conteniendo la brutal recesión
económica a punto de explotar ya hace
tiempo y que cito textualmente:
<<La
deuda pública de EEUU, una "bomba de relojería" para la economía
mundial. Asimismo, agregó que, tras recibir la solicitud por parte de Barack
Obama de "sostener la economía hasta las
elecciones presidenciales", la presidenta de Fed Janet Yellen
asumió el control sobre la situación financiera en el país. Yellen congeló la
tasa de interés hasta el día de las elecciones, logrando postergar la recesión
de manera artificial.>>
Es por eso que no nos podemos fiar de las apariencias. Las
cosas no son lo que parecen y mucho menos lo que pretenden hacernos creer.
Es evidente que la crisis económica que se nos viene encima
es impresionante. Trump aparecerá como culpable y los de siempre se saldrán de
rositas hasta la próxima.
El Leviatán de la economía ya está desatado. ¡Que no nos
pase nada!
Eso sí, oiremos hasta la saciedad: ¡Qué malo es Trump! Lo
peor de todo es que todo el mundo se quedará como el asno siguiendo la
zanahoria y no habremos aprendido nada para la siguiente.
El autor del blog.
10 de Noviembre de 2016.
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