Publicado: 18 abr 2014
En la actual sociedad de la tolerancia, que no tiene ideales
fijos y, como resultado, tampoco una clara división entre el bien y el mal,
existe una técnica que permite cambiar la actitud popular hacia conceptos
considerados totalmente inaceptables.
Esta técnica, llamada 'la ventana Overton' y que consiste en
una secuencia concreta de acciones con el fin de conseguir el resultado
deseado, "puede ser más eficaz que la carga nuclear como arma para
destruir comunidades humanas", opina el columnista Evgueni Gorzhaltsán.
En su artículo en el portal Adme, pone el ejemplo radical de
cómo convertir en aceptable la idea de legalizar el canibalismo paso a paso,
desde la fase en que se considera una acción repugnante e impensable,
completamente ajena a la moral pública, hasta convertirse en una realidad
aceptada por la conciencia de masas y la ley. Eso no se consigue mediante un
lavado de cerebro directo, sino en técnicas más sofisticadas que son efectivas
gracias a su aplicación coherente y sistemática sin que la sociedad se dé
cuenta del proceso, cree Gorzhaltsán.
Primera etapa: de lo impensable a lo radical
Obviamente, actualmente la cuestión de la legalización del
canibalismo se encuentra en el nivel más bajo de aceptación en la 'ventana de
posibilidades' de Overton, ya que la sociedad lo considera como un fenómeno
absurdo e impensable, un tabú.
Para cambiar esa percepción, se puede, amparándose en la libertad
de expresión, trasladar la cuestión a la esfera científica, pues para los
científicos normalmente no hay temas tabú. Por lo tanto, es posible celebrar,
por ejemplo, un simposio etnológico sobre rituales exóticos de las tribus de la
Polinesia y discutir la historia del tema de estudio y obtener declaraciones
autorizadas sobre el canibalismo, garantizando así la transición de la actitud
negativa e intransigente de la sociedad a una actitud más positiva.
Simultáneamente, hay que crear algún grupo radical de
caníbales, aunque exista solo en Internet, que seguramente será advertido y
citado por numerosos medios de comunicación. Como resultado de la primera etapa
de Overton, el tabú desaparece y el tema inaceptable empieza a discutirse.
Segunda etapa: de lo radical a lo aceptable
En esta etapa, hay que seguir citando a los científicos,
argumentando que uno no puede blindarse a tener conocimientos sobre el
canibalismo, ya que si alguna persona se niega a hablar de ello será
considerado un hipócrita intolerante.
Al condenar la intolerancia, también es necesario crear un
eufemismo para el propio fenómeno para disociar la esencia de la cuestión de su
denominación, separar la palabra de su significado. Así, el canibalismo se
convierte en 'antropofagia', y posteriormente en 'antropofilia'.
Paralelamente, se puede crear un precedente de referencia,
histórico, mitológico, contemporáneo o simplemente inventado, pero lo más
importante es que sea legitimado, para que pueda ser utilizado como prueba de
que la antropofilia en principio puede ser legalizada.
Tercera etapa: de lo aceptable a lo sensato
Para esa etapa, es importante promover ideas como las
siguientes: "el deseo de comer personas está genéticamente
justificado", "a veces una persona tiene que recurrir a eso, si se
dan circunstancias apremiantes" o "un hombre libre tiene el derecho
de decidir qué come".
Los adversarios reales a esos conceptos, es decir, la gente
de a pie que no quiere ser indiferente al problema, intencionadamente se
convierten para la opinión pública en enemigos radicales cuyo papel es
representar la imagen de psicópatas enloquecidos, oponentes agresivos de la
antropofilia que llaman a quemar vivos a los caníbales, junto con otros
representantes de las minorías.
Expertos y periodistas en esta etapa demuestran que durante
la historia de la humanidad siempre hubo ocasiones en que las personas se
comían unas a otras, y que eso era normal.
Cuarta etapa: de lo sensato a lo popular
Los medios de comunicación, con la ayuda de personas
conocidas y políticos, ya hablan abiertamente de la antropofilia. Este fenómeno
empieza a aparecer en películas, letras de canciones populares y videos. En
esta etapa, comienza a funcionar también la técnica que supone la promoción de
las referencias a las personajes históricos destacados que practicaban la
antropofilia.
Para justificar a los partidarios de la legalización del
fenómeno se puede recurrir a la humanización de los criminales mediante la
creación de una imagen positiva de ellos diciendo, por ejemplo, que ellos son
las víctimas, ya que la vida las obligó a practicar la antropofilia.
Quinta etapa: de lo popular a lo político
Esta categoría supone ya empezar a preparar la legislación
para legalizar el fenómeno. Los grupos de presión se consolidan en el poder y
publican encuestas que supuestamente confirman un alto porcentaje de
partidarios de la legalización del canibalismo en la sociedad. En la conciencia
pública se establece un nuevo dogma: "La prohibición de comer personas
está prohibida."
Esta es una técnica típica del liberalismo que funciona
debido a la tolerancia como pretexto para la proscripción de los tabúes.
Durante la última etapa del 'movimiento de las ventanas' de Overton de lo
popular a lo político, la sociedad ya ha sufrido una ruptura, pues las normas
de la existencia humana se han alterado o han sido destruidas con la adopción
de las nuevas leyes.
Gorzhaltsán concluye que el concepto de las 'ventanas de
posibilidades', inicialmente descrito por Joseph Overton, puede extrapolarse a
cualquier fenómeno y es especialmente fácil de aplicar en una sociedad
tolerante en la que la llamada libertad de expresión se ha convertido en la
deshumanización y donde ante nuestros ojos se eliminan uno tras otro todos los límites
que protegen a la sociedad del abismo de la autodestrucción.
*****************************************************************************
*****************************************************************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario