Miguel Ángel González Claros
Pedro Sánchez fue nombrado Secretario
General del PSOEel pasado mes de Julio, con la intención de relanzar
al Partido Socialista tras los malos resultados en las elecciones
europeas. Con la intención de ilusionar a votantes desencantados, se
intentó atraerlos bajo la premisa de poner como líder a un joven
militante desconocido.
Pero si hacemos un repaso de su
biografía vemos que su ascenso fulgurante no ha sido provocado por
casualidad, sino más bien porque su partido ha recompensado a un
tecnócrata que ha tenido responsabilidades políticas en Bosnia,
donde se aplicó la medicina económica neoliberal aplicada por la
OTAN que ayudó a destruir a Yugoslavia, provocando una fractura
económica y política en el país [1].
Si observamos su biografía, comprobamos que con 26 años trabajó en el Parlamento Europeo con la
socialista Bárbara Duhrkrop y más tarde trabajó como jefe de
gabinete del Alto Representante de las Naciones Unidas en Bosnia,
Carlos Westendorp, el cual trabajo a las órdenes de Franco, siendo
cónsul en adjunto en Sao Paulo en 1966, posteriormente ocupó cargos
en el Ministerio de Industria y Asuntos Exteriores hasta 1975. Tras
la muerte del dictador ocupó diversos cargos para el gobierno
socialista, siendo nombrado en 1995, Ministro de Asuntos Exteriores,
posteriormente fue Alto Representante en Bosnia, embajador en EEUU y
en la actualidad trabaja como asesor de Felipe González y en un
Grupo de Reflexión del Parlamento Europeo.
Sin lugar a dudas el paso de Pedro
Sánchez por Bosnia, le permitió abrirse muchas puertas, ya que como
indica en su biografía en la web del PSOE, trabajó como consultor
asesorando a empresas extranjeras [2], aplicando sin lugar a dudas un
nuevo socialismo muy diferente al de Marx o Engels.
Para llegar a entender que podría
realizar Pedro Sánchez si llegase al gobierno de nuestro país,
habría que analizar su labor durante su estancia en el país
balcánico, una vez finalizada la guerra en Yugoslavia. Para ello
será de especial valor las reflexiones realizadas por Michel
Chossudovsky; este famoso analistas internacional comenta en su libro
“La Globalización de la Pobreza”, un análisis contra la
globalización y el Nuevo Orden Mundial surgidas a partir del cambio
de los ochenta, realizadas por el FMI y el BM al tercer mundo y a
Europa del Este desde 1989, provocando que el nuevo orden financiero
aumentase la pobreza, la destrucción del medio ambiente, apartheid
social, etc.
Uno de los capítulos lo dedica a
Bosnia bajo el título “El desmantelamiento de la antigua
Yugoslavia: La recolonización de Bosnia–Herzegovina”. Mientras
EEUU y la OTAN imponía la paz en Bosnia, la prensa y los políticos
occidentales afirmaban que se había logrado parar las masacres
étnicas y las violaciones a los derechos humanos, bajo la firma de
los Acuerdos de Dayton en 1995, logrando la desintegración de
Yugoslavia [3], con el despliegue un programa de “reconstrucción”
que despojaba al país de su soberanía, instalando una
administración colonial bajo el mando del Alto Representante Carl
Bildt, posteriormente sustituido por Carlos Westendorp y una
constitución que dejaba las riendas de la política económica a las
instituciones de Bretton Woods y al Banco Europeo para la
Reconstrucción y el Desarrollo [4].
El poder político real en el país
quedó en manos de acreedores internacionales que redactaron una
constitución en su propio beneficio, sin consultar a la ciudadanía
bosnia e imponer el dictado del libre mercado [5]. Afectando a su
soberanía nacional, debido a que el gobierno neocolonial impuesto
por los Acuerdos de Dayton y apoyado por las armas de la OTAN, se
aseguraron de que el futuro del país se determinase en Washington,
Bonn y Bruselas y no en Sarajevo.
Las medidas de austeridad sentaron las
bases para la recolonización de los Balcanes, la deuda exterior fue
dividida y asignada a las repúblicas sucesoras, que quedaron
estranguladas con los convenios independientes de reestructuración
de deuda y programas de ajuste estructural [6].
La llegada de Westendorp a Bosnia fue
en 1997, dos años antes de los bombardeos de Belgrado de 1999,
durante dicha ofensiva occidental, el Banco Mundial y la Comisión
Europea se encargaron de coordinar la asistencia económica y
financiera de los donantes en los Balcanes, enviando a Kósovo
abogados y consultores que permitiesen crear un ambiente propicio
para el capital extranjero [7].
Desde entonces, Pedro Sánchez ha sido
aupado en el PSOE hasta llegar al más alto cargo. En el año 2000,
fue delegado del congreso en el que Rodríguez Zapatero fue aupado
como Secretario General. Posteriormente se presentó en el puesto en
las listas electorales de su partido en las elecciones municipales de
2003 en Madrid, años durante los cuales, como es sabido, fue miembro
de la Asamblea General de Caja Madrid. Siguió ascendiendo y
respectivamente fue elegido diputado en las elecciones generales de
2008 y 2011, aunque por su puesto en las respectivas listas
electorales, no llegó a ser elegido para el parlamento; sucesivas
renuncias de Pedro Solbes y Cristina Narbona, le permitieron ocupar
sus vacantes.
Podemos establecer un claro paralelismo
entre Bosnia y España. En el primer caso hubo una guerra declarada
por parte de las potencias occidentales para dividir a los países
balcánicos y poder aplicar duros ajustes a la población. Mientras
en España, sufrimos una guerra llamada “lucha de clases” donde
la clase trabajadora sufre los recortes en servicios sociales,
sanidad y educación frente a una élite política y económica
sumida por la corrupción.
No parece, por lo tanto, que el actual
Secretario General del PSOE, sea capaz de revertir esa tendencia,
sino más bien de repetir los dictados económicos que se llevaron a
cabo durante su estancia en Bosnia, continuarlos y profundizarlos en
nuestro país.
Cuando alcanzó la secretaria general,
Pedro Sánchez se reunió en Bolonia, el pasado mes de Julio, con
MatteoRemzi y Manuel Valls en un acto bajo el título “La izquierda
para relanzar Europa”. Entre las declaraciones de los líderes
Valls afirmó que “Necesitamos una revolución en la manera de
hacer política”, mientras Remzi habló de que “el
centroizquierda es la esperanza de la nueva Europa”. Pedro Sánchez
explico la necesidad por parte de la izquierda de reinvertarse.
Pero las política surgidas en los
países vecinos bajo gobiernos socialdemócratas, demuestran el vacío
de sus palabras. En Italia un millón de manifestantes salieron a las
calles el 25 de octubre en Roma, contra las reformas en la
legislatura laboral que está promoviendo el gobierno
“centro-izquierdista” de MatteoRenzi, siendo la movilización
obrera más masiva desde las protestas contra el gobierno de
Berlusconi en 2002. En el país galo las protestas son constantes
durante la presidencia de Hollande, donde el gobierno lanzó una
violenta represión contra las manifestaciones que se han extendido
por todo el territorio tras el asesinato policial de RémiFraisse, un
activista ecológico de 21 años de edad, en una protesta contra la
construcción de una presa en el Sur de Francia.
Perry Anderson analizó que el primer
paso para la expansión del capitalismo, en los países del Sur de
Europa, se basaba en eliminar, como opción política al marxismo, en
la década de los 40 en Francia e Italia y en la década de los 70 en
España y en Portugal. En la actualidad, el único interés de los
partidos socialistas en la orilla norte del Mediterráneo es la de
perpetuar el orden social establecido desde hace décadas en la
región.
Los trabajadores debemos avanzar hacia
la organización socialista de la sociedad y la economía. La amenaza
imperialista debe de ser respondida mediante la construcción de un
movimiento contra la guerra, sobre la base de la clase obrera y
dirigida contra el sistema capitalista de ganancias, que son el
origen de la guerra y el militarismo.
Notas:
[1] Chossudovsky, Michel: “La
globalización de la pobreza y el nuevo orden mundial”. Siglo XXI,
2002, p. 315.
[2] Biografía de Pedro Sánchez.
Disponible desde Internet en:
[ http://www.psoe.es//ambito/secretariogeneral/docs/index.do?action=View&id=97380
], 2014, con acceso el 10-11-2014.
[3] Chossudovsky, Michel: “La
globalización de… op.cit. p.293
[4] Ibid, p. 295
[5] Idem, p.296
[6] Idem, p. 307
[7] Idem, p. 312.
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FUENTE: http://www.elespiadigital.com/index.php/noticias/politica/14026-pedro-sanchez-trabajo-en-bosnia-en-la-decada-de-los-90-al-servicio-del-fmi-y-el-bm-
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