(Nótese que este artículo fué publicado por Juan Robles en 2017)
No se puede
entender el procès sin la influencia de la masonería. Masones fueron Maciá,
Companys y Carod-Rovira (ERC), y algunos autores aseguran que lo es Oriol
Junqueras, el “cerebro gris” de la desconexión.
Juan Robles - 08/10/2017
Aunque dicen
no meterse en política y en religión, los masones no han hecho otra cosa desde
el siglo XVIII. Se han metido en política para activar procesos revolucionarios
y secesionistas.
Y se han
metido contra la religión, para perseguir al catolicismo -y a los católicos-.
Incluso físicamente: ahí están los 2.500 sacerdotes y religiosos asesinados
en el debe de Lluis Companys, que proclamó el Estat Catalá, en 1934, el
modelo de Puigdemont, el ícono de la Declaración de Independencia.
Esas dos
constantes confluyen en la actual crisis catalana: que desafía a la unidad de
España, y a la legalidad constitucional; y que, a la vez, tiene un sesgo
laicista y anticatólico.
Aunque entre
los nacionalistas catalanes ha habido políticos de todas las tendencias
-derecha e izquierdas, democrata-cristianos como los de Unió, o cristianos de
base como los del PSC e incluso Esquerra-, el factor laicista ha estado
presente desde comienzos del siglo XX (con la anticristiana Fundación Ferrer
Guardia) en una línea que va desde Macià y Companys hasta la CUP o la actual
ERC.
Masonería e independentismo: vasos comunicantes
Lo cierto es
que masonería e independentismo son vasos comunicantes.
Los masones
han apoyado la independencia catalana, como apoyaron la independencia de las
provincias españolas de América Latina a principios del siglo XIX.
La
independencia de la Corona española en el Nuevo Mundo hubiera sido impensable
sin la masonería.
A ejemplo de
George Washington, los también masones Bolívar y San Martín hicieron lo
propio en Venezuela-Colombia y Argentina-Chile respectivamente. Y esa
influencia, incubada en el Cádiz de 1812, se propagó posteriormente en la
política española.
Resulta
significativo que el logo de ERC fuera un triángulo (masónico) que contenía las
cuatro barras de la bandera catalana.
Francesc Macià y Lluis Companys
Singularmente
Cataluña se convirtió, ya en el siglo XIX, en un foco de políticos masones –con
personajes tan relevantes como el general Juan Prim.
En la
Barcelona del primer tercio del siglo XX, los masones copan las formaciones
socialistas, anarquistas y de ERC (Esquerra Republicana).
Esta última
se fraguó en las logias barcelonesas. Resulta significativo que el logo del
partido fuera un triángulo (masónico) que contenía las cuatro barras de la
bandera catalana.
No por
casualidad, masones fueron los principales dirigentes de ERC, empezando por su
precursor, el abogado de familia con posibles Francesc Layret, y posteriormente
los dos políticos más emblemáticos de Esquerra: Macià y Companys.
Durante la
II República, catorce consejeros de la Generalitat eran masones y singularmente
los impulsores del Estat Catalá: Maciá y Companys.
Durante la
II República, catorce consejeros de los distintos gobiernos de la llamada
Cataluña autónoma eran masones, y singularmente los que proclaman el Estat
catalá, primero Francesc Maciá (1859-1933); y después Lluis Companys
(1882-1940).
Este último
fue iniciado en la logia Lealtad número 6 en 1922. En 1929 recibió el grado 2º
-aunque no se conoce su nombre simbólico-.
Companys
proclamó el Estat catalá, el 6 de octubre de 1934 –y un 6 de octubre era la
fecha simbólica que barajaron inicialmente los golpistas para declarar la
independencia-.
Y es el
ícono de Puigdemont, Junqueras y los golpistas, al que citan constantemente.
El gran
mártir del independentismo, condenado a muerte por un consejo de guerra
franquista en 1940.
Aunque Companys fuera, a su vez, un mártir un tanto sanguinario.
En coalición con las fuerzas anarquistas inició una persecución religiosa en
Cataluña que se saldó con el asesinato de 2.500 sacerdotes y religiosos.
De los más
de 8.000 asesinados en Cataluña, sólo 400 fueron sometidos a juicio, el resto
fueron ejecutados sin juicio o por tribunales populares.
Él mismo
firmó en persona penas de muerte y otras las firmaron por delegación suya, tal
como revela Javier Barraycoa en el libro Los (des)controlados de
Companys. (editorial
LibrosLibres).
De los más
de 8.000 asesinados en Cataluña casi 400 fueron sometidos a juicio bajo la
autoridad de Companys. El resto fueron asesinados sin juicios o pasando por
burlescos tribunales populares.
Posteriormente,
los masones, perseguidos durante el régimen de Franco (que puso en marcha el
Tribunal de Represión de la Masonería) han apostado por el nacionalismo y
muchos de ellos lo han hecho abiertamente por el secesionismo de Cataluña.
Las logias
tienen longa manus especialmente en el Partido Socialista de Cataluña -con
su doble juego entre el federalismo y la complicidad con el secesionismo- y en
ERC, pero están representados en
casi todos los partidos importantes, como afirma Javier Barraycoa.
Eso puede
explicar por qué la Generalitat ha sido la única institución del Estado español
que ha hecho una declaración institucional reconociendo la masonería como
colectivo injustamente perseguido con el régimen franquista.
Quien fuera
conseller y vicepresidente del Tripartito (2004-2010), José Luis Carod-Rovira
(ERC) presentó
una iniciativa en el Congreso de los Diputados para pedir que se devuelvan a
las logias masónicas los bienes que les incautó el régimen franquista al
término de la Guerra Civil.
El líder de
Esquerra Republicana de Cataluña Carod Rovira se burla de Cristo con una corona
de espinas.
Carod-Rovira
recordó que no sólo en su partido había masones en los años 30, sino que
también pertenecían a estas organizaciones destacados dirigentes republicanos y
de izquierdas, pues la masonería se asociaba con el progresismo.
Carod se
distinguió por pactar con ETA una tregua sólo para Cataluña en 2004 y por
mofarse de los cristianos burlándose de la corona de espinas.
El dirigente
de Esquerra se distinguió por pactar con ETA una tregua sólo para Cataluña en
2004 (tras una reunión con los terroristas en Perpignan). Y también por hacer
escarnio público del cristianismo al ponerse una corona de espinas en un viaje
a Jerusalem y hacer bromas sobre la Pasión de Cristo.
Complicidad
con el terrorismo, ataques a la religión, persecución del castellano (criticó
que se usara en el pregón de las fiestas de la Mercè, porque el castellano no
es lengua propia de Cataluña). Eso era Carod. Y, por supuesto, apuesta por la desconexión.
“Los catalanes, incluso para morirnos, necesitamos un Estado” llegó a decir
cuando se produjo el accidente del vuelo de GermanWings.
Gestiones ante el primer ministro de Escocia a través
de las logias
No es
extraño que, en 2007, la Gran Logia de España hiciera gestiones para Carod ante
el primer ministro escocés, Alex Salmond, con el fin de analizar las
posibilidades de independencia de Cataluña y Escocia.
Salmond
había anunciado, con motivo del 300 aniversario de la unificación del Reino
Unido, que convocaría un referéndum en 2010 para la separación de Escocia, y Carod
analizaba la posibilidad de convocar un referéndum en Cataluña en 2014, 300
aniversario de la derrota de los Austrias y la llegada de los Borbones.
El gran
maestre de aquella logia, José Carretero, se dirigía por carta al responsable
de la Gran Logia de Escocia para conseguir la entrevista y decía textualmente
“me gustaría aclararle que el Gobierno de Cataluña protege a la masonería: algunos
hermanos forman parte de él”.
Oriol Junqueras, líder de Esquerra Republicana de Cataluña.
Entre esos
hermanos, la Generalitat ha tenido a destacados dirigentes como el socialista Pasquall
Maragall (presidente), o el republicano (de ERC) Josep Bargalló, que
primero tuvo la estratégica e ideológica cartera de Enseñanza y luego fue
vicepresidente de la Generalitat (2004-2006). Algunos autores como Vicente
Guillamón (autor de Los masones en el Gobierno de España) sostiene que también
es masón Oriol Junqueras, actual líder de ERC y personaje clave en el procés.
Y al revés,
un destacado independentista ha tratado de llegar a ser Gran Maestro de la
Logia de España. Se trata de Ramón Viñals, masón catalán que en los años
80 fue diputado por ERC.
Viñals,
candidato a Gran Maestro de la Gran Logia de España, era uno de los firmantes
del ‘Manifiesto por el Estado propio’ para Cataluña, auspiciado por Artur Mas.
Viñals era
una de las figuras de distintas ideologías con las que contaba Artur Mas para
impulsar el proyecto separatista y la consulta popular del 9-N de 2014.
Fue uno de
los firmantes de un manifiesto de 2012, titulado Per l’Estat propi, la
cohesió i el progrés social. Manifest de suport al President Mas (Por el
Estado propio, la cohesión y el progreso social. Manifiesto de apoyo al
Presidente Mas).
Viñals fue
candidato contra el abogado Oscar de Alfonso para sucederle como Gran Maestro
de la Gran Logia de España, en 2014, pero finalmente fue reelegido éste último.
Significativamente
y a sólo unas semanas del referéndum ilegal del 1-O, la Generalitat de Cataluña
acogió el acto de conmemoración del 300 aniversario de la masonería, el
pasado septiembre.
Carmen
Forcadell, ex líder de Asamblea Nacional Catalana y presidenta del Parlamento
Catalán en rebeldía
Presidido
por Carmen Forcadell, presidenta de la Cámara autonómica, contó con la
presencia del catedrático francmasón Joan-Francesc Pont, miembro de la Gran
Logia de Cataluña y de Baleares / Gran Logia Simbólica Española; y con
Patricia Planas, psicóloga y miembro de la Gran Logia Femenina de España.
Se trata de
dos corrientes irregulares de la masonería. De hecho, la Gran Logia se
desmarcó.
Pont es Gran
Comendador del Supremo Consejo Masónico de España y además presidente de la
Fundación Ferrer i Guàrdia, uno de los más importantes movimientos laicistas,
fundado en 1987 como un ariete específicamente anticatólico.
La Fundación
Ferrer Guardia debe su nombre al francmasón que fue condenado a muerte por ser
uno de los instigadores de la Semana Trágica.
La Fundación
se llama así en honor del francmasón Francisco Ferrer Guardia, cómplice del
atentado contra Alfonso XIII en 1906; y uno de los instigadores de la Semana
Trágica de Barcelona, en julio de 1909, que costó 78 muertos; medio millar
de heridos y 112 edificios incendiados (80 de ellos religiosos).
El humo de
los templos asaltados y quemados en la Semana Trágica de Barcelona (1909) cubre
la ciudad /Wikimedia
Ferrer
Guardia fue condenado a muerte por un consejo de guerra acusado de ser uno de
los causantes de la Semana Trágica.
La Fundación
que lleva su nombre ha disfrutado de generosas subvenciones públicas por
parte de instituciones, como la Diputación Provincial de Barcelona, con la finalidad
de que promueva la apostasía de la Iglesia Católica, en otras actividades que
atentan directamente contra la libertad religiosa.
En su comité
de honor figuran destacados políticos catalanes de izquierda, sobre de todo del
PSOE –como Pasquall Maragall o Josep Borrell- y de Esquerra como Carod
Rovira-.
Y varias
logias se han significado a favor de la desconexión de Cataluña. Aunque tienen
por norma evitar la discusión política, representantes de cuatro logias dijeron
recientemente que si Catalunya deviene un estado independiente, se adaptarán
a la nueva realidad política.
Así lo
subrayaron Anna Garcia, antigua Venerable Maestra de la Lògia Icària,
federada a la Gran Logia Simbólico Española; Ernest Ruiz, Gran Mestre del
Gran Orient de Catalunya; Rosa Elvira, exGran Maestra de la Gran Lògia Femenina
de España y Miguel Ángel López, miembro del Comité Federal de la Orden
Internacional Mixta del Derecho Humano.
No son los
únicos.
También
apuestan por el secesionismo, los agrupados bajo el nombre de Ágora Masónica,
encabezado por Jaime Salinas, un masón de grado 33 y que llegó a ocupar el
cargo de Venerable Maestro de la Gran Logia de España.
El propio
Salinas dijo en una entrevista que objetivo de esta asociación es “ayudar,
desde el diálogo y la reflexión, a lograr una Cataluña independiente”.
El Gran
Oriente de Cataluña tilda de “fascistas” las actuaciones del Gobierno central y
a la Guardia Civil de “policía militarizada”.
Y otro
grupo, el Gran Oriente de Cataluña, ha tomado partido claramente por
Puigdemont y los golpistas al condenar al Gobierno central tildando sus
actuaciones de “fascistas” y de practicar con Cataluña “un despotismo
tiránico”.
En un
comunicado reciente, el Gran Maestro del Gran Oriente de Cataluña, Ernest
Ruiz, junto con su Consejo de Gobierno, criticaba la operación de la Guardia
Civil del pasado mes de septiembre contra quienes organizaron el referéndum,
que se saldó con 14 detenciones.
Llamaba a la
Guardia Civil “policía militarizada del Gobierno español”; aseguraba que la
Generalitat es “una institución de gobierno independiente”, y que la
catalana era “una nación con lengua, tradiciones y leyes propias
existente mucho antes de que se creara el Estado Español”, frase
disparatada, falaz y carente del más mínimo rigor histórico.
Y llegaba a
comparar la actuación del Estado central ante el desafío secesionista con la
persecución sufrida por los francmasones por parte de regímenes totalitarios.
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FUENTE: https://www.actuall.com/criterio/democracia/masones-la-mano-mece-la-cuna-del-secesionismo-catalan/
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